La lucha contra el consumo de tabaco no admite descanso, pues las cifras hablan por sí solas: siete de millones de personas, aproximadamente, mueren anualmente por el consumo directo del tabaco. Y 1,2 millones fallecen en forma indirecta. De acuerdo a la OMS (Organización Mundial de la Salud), 1.100 millones de fumadores hay en el mundo y un 32 por ciento son consumidores de tabaco sin humo.
En España, de acuerdo al ministro de Sanidad, Salvador Illa, unas 58.000 personas fallecen cada año, por lo que considera deben arreciarse las medidas contra este flagelo.
Revisar la fiscalidad, las nuevas formas de fumar y aumentar los espacios libres de humo van en ese sentido.
“Hay que ir un paso más allá para aplicar un conjunto de medidas adicionales (…) No vamos a transigir en lo que sea trabajar en beneficio de la salud pública de los españoles. Todos los problemas de salud pública los vamos a abordar basados en la evidencia científica y sin que nos tiemblen las piernas», dijo.
Y es que el tabaco es el principal causante del cáncer de pulmón, que entre hombre y mujeres representa casi el 25% de todas las muertes por cáncer. Más gente muere anualmente por este tipo de cáncer que por los de colon, seno y próstatas combinados, según la American Cancer Society.
Para Illa la actuación desde el gobierno que encabeza Pedro Sánchez debe ser firme y decidida. Y es por ello que el 27 de febrero comparecerá ante el Congreso de los Diputados para compartir las medidas combatir el consumo de tabaco.
No hay que relajarse en lucha contra el consumo de tabaco
Desde el año 2007, la OMS puso en marcha el paquete de medidas conocidas como MPOWER (Monitor, Protect, Offer, Warn, Enforce y Raise, por sus siglas en inglés), que básicamente abordan seis aspectos relacionados con el fumador:
- Acciones para vigilar el consumo de tabaco y las políticas de prevención
- Proteger a la población del humo
- Ofrecer ayuda para dejar el tabaco
- Advertir de sus peligros
- Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio
- Aumentar los impuestos al tabaco.
De acuerdo a la OMS, los progresos han sido importantes pero no suficientes. De 1.000 millones de personas que estaban protegidas por una de estas seis medidas, el número se sitúa ahora en 5.000 millones, aproximadamente.
“Los objetivos mundiales con respecto al consumo de tabaco no se alcanzarán a menos que los consumidores actuales dejen de fumar y, de hecho, muchos afirman que quieren dejarlo. Con la ayuda de intervenciones poblacionales costo-efectivas se aumentan considerablemente las posibilidades de que los consumidores dejen el tabaco”, señala el informe OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo, 2019.
Precisamente, durante una reunión de Illa con 11 entidades como el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, Fumadores.org, Fundación Más que Ideas, la Asociación Española contra el Cáncer o sociedades científicas de Cardiología, Neumología u Oncología Médica, no solo abordó adelantar medidas de endurecimiento a través de la Ley Antitabaco sino continuar trabajando en medidas como la que entró en vigencia a partir del 1 de enero con el financiamiento de dos medicamentos para personas con problemas de adicción al tabaco.
«Las nuevas formas de consumo de tabaco también son objeto de regulación porque la evidencia científica ha demostrado que no son saludables». En ese sentido, dijo Illa, hay que avanzar de forma urgente. «No hay que relajarse y no lo vamos a hacer».
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