Por Erika Hidalgo López
21/05/2018
Las sanciones petroleras a Venezuela ya no son una especulación. El resultado de las votaciones presidenciales en Venezuela, no causaron sorpresas. Tampoco las causará que EEUU intensifique las sanciones y penalice directamente al sector petrolero del gobierno de Nicolás Maduro. Donald Trump sabe que con ello da un golpe certero a los recursos que financian al régimen.
De hecho, el subsecretario de Estado de Estados Unidos, John Sullivan aseguró que están analizando sanciones petroleras. No obstante, primero verificarán si las medidas afectan al régimen y no a los ciudadanos. Y que tampoco comprometan las posibilidades de reestablecer la democracia, según refirió Reuters.
El funcionario recordó además que los resultados de los comicios en Venezuela se discutirán en un encuentro del G20 en Buenos Aires el próximo lunes.
Hasta el momento ya varios países y organizaciones han desconocido los resultados electorales en Venezuela. Las 14 naciones del Grupo de Lima -Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía- han llamado a sus embajadores a consulta.
Asimismo, la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos y Canadá habían advertido al gobierno venezolano de tomar medidas de no suspender los comicios.
Las sanciones petroleras tocan la médula
Diego Moya-Ocampos, analista político para América Latina de IHS Markit, coincide en que “el próximo paso son las sanciones petroleras», reseñó Squawk Box Europe de CNBC.
Y es que tocar el petróleo a Venezuela, es dar a la médula espinal y al sostén del país. Con esas divisas es que ha sido posible, en tiempos de altos precios, financiar ya casi 20 años de la llamada Revolución Bolivariana.
«Esto es crucial porque el sector petrolero representa el 25% del PIB, 50% de los ingresos fiscales y 97% de los ingresos por divisas. Entonces, obviamente, las sanciones al sector petrolero en Venezuela serán un cambio de juego», destacó Moya-Ocampos.
Cualquier medida que afecte los ingresos por concepto petrolero, está dando una estocada certera al régimen en Venezuela. Sobretodo en un momento en el que el país miembro de la Opep, atraviesa su peor crisis financiera. Aunada a su más bajo nivel de producción de petróleo en más de cincuenta años.
De hecho, Estados Unidos que afina la puntería para doblar el brazo a Nicolás Maduro, y obligarlo a realizar elecciones transparentes, es el único país que entrega flujo de caja en contante y sonante a Pdvsa.
No así los países de Petrocaribe, uno de los bloques creados por Hugo Chávez para ampliar su estrategia geopolítica regional. Con estas naciones existen acuerdos de pago bajo condiciones especiales que se diluyen en el tiempo. Mientras que China, la primera financista de Venezuela, solo espera por su pago con barriles en físico, pues los recursos entregados por los chinos, fueron ya consumidos por el gobierno revolucionario de izquierda.
EEUU intensificará sanciones de 2017 contra Nicolás Maduro
La administración de Donald Trump, que ha fijado posición frente a lo que califica de dictadura narcocastrista, ya impuso penalizaciones al país sudamericano en materia financiera. Inclusive, amenazó a Maduro de redoblarlas de no suspende el, para Trump, fraudulento proceso electoral. Pero a la luz de los resultados, que conceden a Maduro seis años más en Miraflores, EEUU actuará.
En agosto de 2017, Trump rubricó una orden ejecutiva donde imposibilita al régimen de Nicolás Maduro a negociar nuevas emisiones de bonos y deuda por parte del gobierno venezolano y Petróleos de Venezuela (Pdvsa), su estatal.
A la par de ello, Estados Unidos también aplicó sanciones a personeros y afectos al régimen. Las acusaciones van desde narcotráfico, lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
El régimen de Nicolás Maduro, sucesor del controversial y fallecido ex presidente, Hugo Chávez, ha perdido fuentes de financiamiento. La medida sin duda, ha puesto en tres y dos al gobierno. El pago de sus compromisos de deuda se han visto afectados, al igual que sus importaciones.
El texto emitido por la Casa Blanca reza que “estas medidas están cuidadosamente calibradas para negar a la dictadura de (Nicolás) Maduro una fuente crítica de financiación para mantener su gobierno ilegítimo”.
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