Por Cambio16
30/09/2016
Pedro Sánchez no dimite y se presenta con la legitimidad para seguir al frente de los socialistas, a pesar de la crisis abierta esta semana en el PSOE después de la dimisión de 17 miembros de la Ejecutiva del partido y de que el sector crítico no sólo haya exigido el cese del aún líder socialista sino que haya dejado sin su reconocimiento legal a lo que queda de la dirección del partido.
El aún secretario general del PSOE, ha asegurado este viernes que únicamente dejará el máximo cargo de responsabilidad de su partido en el caso de que este sábado, el Comité Federal –máximo órgano entre congresos– no apoye su plan de un Gobierno alternativo con Podemos, Ciudadanos y otras fuerzas políticas y se pronuncie claramente a favor de una abstención en una hipotética sesión de investidura para volver a hacer a Mariano Rajoy presidente, una postura que según él y su equipo es la que defiende el sector crítico. Literalmente, ha dicho que él no podría «administrar» el partido si la mayoría respalda esa decisión.
A través de una declaración en la que no ha admitido preguntas, Sánchez ha querido dejar claro que él «nunca» ha creído que la defensa de esa abstención por parte de dirigentes socialistas «signifique que estos están más cerca de la derecha», sino que se él se limita a advertir de sus «consecuencias». Porque a su juicio, dicho posicionamiento «abriría la legislatura del chantaje» en la que el PSOE no podría manifestarse en contra de las normativas o propuestas que planteara el PP en el Parlamento.
Ha considerado, asimismo, que la abstención implicaría refrendar al PP de la «irresponsabilidad» y supondría una «traición» a los votantes socialistas y al propio resultado electoral. «España no se merece cuatro años más de Mariano Rajoy», ha recalcado, antes de citar el procesamiento del PP en los tribunales o los distintos casos de corrupción que han afectado a los populares. «¿Cuándo se va a acabar esta podredumbre que mancha la democracia?», se ha preguntado.
Sánchez ha comenzado su comparecencia ante los medios agradeciendo «las múltiples muestras de apoyo y de cariño» que ha dicho haber recibido tras la crisis abierta en el partido y se ha dirigido a afiliados, votantes y el resto de los españoles tratando de mandar un mensaje de tranquilidad. Ha insistido, en todo caso, en que los militantes deben decidir «cuanto antes» cuál es el rumbo del partido, en clara alusión a las primarias del 23 de octubre que pretende que sean refrendadas por el Comité Federal. «No vamos a quitar la voz a la militancia», ha remarcado, ante el rechazo del sector crítico a esas primarias y al Congreso que Ferraz ha fijado para finales de noviembre.
Su declaración llega unas pocas horas después de que tres de los cinco miembros de la Comisión de Ética y garantías del PSOE presentaran un escrito en el partido recalcando que la actual dirección no tiene legitimidad y cargando contra la presidenta de ese mismo órgano, Isabel Celáa, cercana a Sánchez, por no haber convocado una reunión de dicha comisión antes del Comité Federal que tendrá lugar este sábado en la sede federal del partido de la calle de Ferraz de Madrid.