Por Iñigo Aduriz
23/12/2015
«El PSOE es la alternativa». Pedro Sánchez ha vuelto a dejar claro este miércoles que entre sus planes no está el dejar gobernar al actual presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy. Dirá que «no» a la investidura del dirigente popular y también a la de cualquier otro miembro del PP, si bien insiste en que es «responsabilidad» de la fuerza más votada en las elecciones del domingo tratar de formar gobierno.
«El PSOE no va a apoyar la continuidad ni de Rajoy ni del PP al frente del Gobierno de España», ha insistido, si bien ha afirmado que «el no a Rajoy es el sí al cambio». Por eso el líder socialista ha asegurado que su partido explorará «todas las opciones» posibles para la gobernabilidad de España y recalcar que, según él, los españoles dieron en las urnas un mandato a favor de un Ejecutivo de «cambio y progresista». Insinuaba así que él mismo intentará encabezar ese Gobierno en el caso de que Rajoy no pueda.
Sánchez ha querido lanzar también un mensaje a Podemos, la que junto a Ciudadanos es su única opción para lograr los apoyos necesarios para ser investido presidente en un futuro hipotético, y que le ha lanzado duros ataques en los últimos días. El líder del PSOE ha apelado al diálogo y ha dicho que frente a las «líneas rojas» puestas encima de la mesa por el partido de Pablo Iglesias, él llama a «tender puentes».
Las elecciones, «la última de las opciones»
Respecto a la exigencia planteada por Podemos sobre la urgencia de un referéndum que desbloquee la situación abierta en Cataluña, Sánchez ha asegurado que el PSOE «tiene una solución para Cataluña», que pasa por la reforma constitucional en clave federal. A la formación morada también le ha dicho que la convocatoria de unas nuevas elecciones debe ser «la última de las opciones», por lo que le ha reclamado que actúe con «responsabilidad».
Sánchez también se ha referido a las advertencias lanzadas ayer por parte de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, sobre un acuerdo con Podemos y las directrices que le puso encima de la mesa asegurando que no cabe «la improvisación» y recomendándole que no actúe con «ansiedad».
El secretario general de los socialistas ha defendido su liderazgo y ha emplazado a la dirigente andaluza que lo respete. «Yo comprendo y comparto muchas de las declaraciones que se han hecho, por parte de Susana, por ejemplo ayer mismo. Yo comparto esas declaraciones pero ella tiene cultura de partido y sabe que es esta dirección federal, y mi persona como secretario general, quien marca y propone las líneas políticas a nivel federal».
La presidencia del Congreso
La reunión con Rajoy apenas se ha prolongado durante 40 minutos. Y es que, según ha explicado Sánchez, el aún presidente no ha tenido opción de plantearle ninguna propuesta de pacto que pudiera garantizar la investidura del popular, ya que él le ha recalcado desde el inicio que el PSOE votará ‘no’ en cualquier caso, por lo que las posibilidades de acuerdo eran «nulas».
Por tanto, el líder del PP no ha podido poner encima de la mesa algunos de los planteamientos que adelantaba El País como la posibilidad de reformar la Constitución o derogar el artículo 135 del mismo a cambio de la abstención del PSOE en la investidura de Rajoy. Fuentes de la dirección socialista sí han explicado, en cambio, que el presidente del Gobierno se ha mostrado dispuesto a estudiar la posibilidad de que sea un miembro del PSOE el que presida el Congreso de los Diputados.
Sería un gesto lógico, a juicio de Sánchez. dada la «nueva etapa política» que se ha abierto en España a raíz de las elecciones generales. El líder del PSOE cree que «la pluralidad» reflejada en las urnas debe reflejarse en la Mesa de la Cámara Baja, y ha considerado «razonable» que quien presida ese órgano de gobierno sea «la segunda fuerza política» del país.
El PP ve en el «primer no» de Sánchez un mal comienzo pero seguirá dialogando
Por su parte, el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maíllo, ha considerado que el líder del PSOE ha llevado a su reunión con Rajoy un «primer no» que ve como un mal comienzo para hablar, pero ha garantizado que el jefe del Gobierno mantendrá el diálogo.
Martínez Maíllo ha hecho estas consideraciones en una conferencia de prensa después del encuentro. «No es el mejor comienzo, pero estamos al comienzo del proceso, no al final», ha subrayado antes de reprochar a Sánchez que haya acudido a la Moncloa con el «no» prefijado y eso no haya permitido hablar de las cuestiones que cree que interesan realmente a los españoles.
«Nos hemos encontrado a un Pedro Sánchez que venía con el no por delante y esa es una actitud inicial no muy positiva, ni la mejor opción para formar gobierno, pero creemos que es un primer no, un primer contacto, y estamos dispuestos a seguir hablando y dialogando con el PSOE y con el resto de fuerzas políticas para seguir intentando formar gobierno», ha explicado.