En Irlanda siguen los pasos de Dinamarca. El Gobierno irlandés ordenó el sacrificio de los visones criados en granjas tras la mutación del SARS-CoV-2 que fue detectada en Dinamarca, donde decidieron su total exterminio para tratar de evitar que surja una variable que sea resistente a las vacunas que s están probando.
El Ministerio de Agricultura irlandés notificó a los propietarios de las granjas. Tony Holohan, el responsable médico de la respuesta al virus, aseguró que debe «procederse de forma urgente para que la situación no termine suponiendo un «creciente riesgo» de salud pública.
Sin embargo, las granjas afectadas lamentaron la decisión que considera se ha tomado sin una «base científica o legal». Recuerdan que es una medida que deja familias de la Irlanda rural sin sustento, pues las autoridades por ahora no cuentan con ningún plan inmediato de ayuda. Matan los visones y se quedan en el aire.
Un tragedia que podría repetirse en Irlanda
Con la orden de sacrificar visones, en Dinamarca se activó una ola de conflictos políticos que conllevó la dimisión del ministro de Alimentación, Agricultura y Pesca, Mogens Jensen. Decidió renunciar después de que constató que el Gobierno no tenía potestad legal para tomar decisiones sobre los visones, mucho menos para ordenarlas.
El sacrificio de visones no fue la única medida que tomó el Gobierno de Mette Frederiksen. También ordenó el confinamiento perimetral de la región de Jutlandia, debido a la mutación. Las restricciones de esta zona incluían límites en reuniones y la suspensión del transporte público. Hasta ahora, las autoridades sanitarias danesas han identificado doce casos de la COVID-19 relacionados con la mutación. No han registrado más casos desde el 15 de septiembre.
Una mutación «erradicada«
Tras la diatriba política y el escaso registros de casos, las autoridades danesas dieron por «erradicada» la mutación de la COVID-19 en visones, además de levantar las últimas restricciones regionales. El Instituto Serológico considera que la variante del virus se ha extinguido debido a que no han registrado más pruebas positivas desde el 15 de septiembre. Se espera que desde este fin de seman reabran todas las instituciones culturales y deportivas, restaurantes, bares, escuelas e institutos. El transporte colectivo también se reanudará su servicio.
Crisis en Dinamarca por sacrificio de visiones
El Gobierno de Dinamarca ordenó el sacrificio de entre 15 millones y 17 millones de visiones luego del hallazgo de una mutación. Un factor, que, aseguraron, podía poner en el peligro el desarrollo y evolución de una posible vacuna contra la COVID-19.
Sin embargo, después de dar la orden, tuvo que admitir que no contaba con respaldo legal. Lo único que sí podía hacer era recomendar el cumplimiento de esa medida solo para las granjas que están dentro de un radio de ocho kilómetros de una granja infectada.
El Ejecutivo le solicitó al Parlamento que aprobara cuanto antes una legislación que incluyan a las granjas que se encuentran fuera de esa zona. La petición despertó críticas entre miembros de la oposición, como Jakob Elleman Jensen, líder de los liberales, y otros diputados.
Ola de críticas
Fur Europe y la Asociación de Peleteros de España criticaron la decisión de sacrificar los visones de granjas de Dinamarca, Holanda y ahora Irlanda por fundamentarse en motivos de «política» y no en criterios científicos. «Es una medida drástica e injustificada», anotaron.
La propia Organización Mundial de la Salud también ha manifestado que las medidas adoptadas en Dinamarca son «drásticas e innecesarias». En España, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) reclama el cierre de las granjas de visones.
Desde WWF consideran que mantenerlas abiertas pueden incidir en una propagación del virus y mermar la eficacia de futuras vacunas si se siguen generando mutaciones del SARS-CoV-2. Sin embargo, el sector peletero español también ha respondido que la OMS considera muy bajo el riesgo global asociado a una mutación relacionada con el visón.
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