En menos de un mes se han detectado dos brotes de gripe aviar en Castilla y León. El más reciente, reportado esta semana en una macrogranja de Íscar, ha obligado al sacrificio de más de 130.000 gallinas ponedoras en ese municipio de Valladolid. El registro desató el estado de alerta en el gobierno regional y en el Ministerio de Agricultura. También de vecinos, consumidores y en la cadena de suministros.
La gripe aviar es el virus de influenza que infecta principalmente a las aves, pero puede infectar a los humanos. La forma de contagio más frecuente es mediante el contacto con aves infectadas, o de persona a persona. El paciente puede tener tos, fiebre, dolor de garganta y de cabeza, dolores musculares y dificultad para respirar. Incluso, la enfermedad tiene un alto grado de mortalidad entre los humanos.
El brote de la granja se observó a principios de semana, cuando se detectó una impresionante mortandad de estas aves que vivían enjauladas. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación certificó la presencia de la enfermedad en esas instalaciones, lo que implicó el sacrificio de todos los animales.
Mientras tanto, el primer brote en Castilla y León se registró en el municipio de Fuenterrebollo a mediados de enero y afectó a una granja de pavos de engorde con casi 19.000 ejemplares. Pero la situación es aún más apremiante y prolongada en lo que va de año.
Varios brotes de gripe aviar en España
Al actualizar los registros, el Ministerio de Agricultura indicó que además de Castilla y León, tiene reportados brotes en granjas en los municipios de Villarrasa, Niebla y Trigueros y en el de Carmona, en Segovia, Huelva, Valladolid y Sevilla. En total, hasta el 10 de febrero y en seis casos, se han tenido que sacrificar alrededor de 270.000 animales este año en España.
Entretanto, Sanidad afirmó que en el país, no se ha detectado en esta temporada ni las anteriores, ningún caso de gripe aviar en humano. Comentó que en Europa, la epizootia en aves por IAAP (Influenza Aviar de Alta Patogenicidad) en la temporada 2021-2022 está siendo muy intensa.
Por lo pronto, las autoridades ordenaron la “inmovilización inmediata de las explotaciones” en España ante los brotes de gripe aviar. E indicaron que “se está procediendo a realizar el sacrificio de todo el censo de las granjas afectadas y la destrucción oficial de los cadáveres, pienso y demás materias contumaces que pudieran vehicular el virus. Además de establecer zonas de restricción alrededor de los focos”.
Hasta el momento no hay constancia de que el subtipo H5N1, que está afectando a Europa, tenga capacidad zoonósica significativa. Pero se recomienda minimizar el contacto innecesario con las aves que muestren síntomas clínicos o se hallen muertos.
Se trata de la peor ola que afronta el país, algo que también ocurre a nivel mundial, dijo a Efe la veterinaria y doctora en Enfermedades Víricas de Aves, Úrsula Höfle. Sugiere estar vigilantes por si la influenza adquiere mayor potencial de contagio a personas.
La experta recuerda que las aves migratorias infectadas suelen ser la causa de la entrada del virus al país. En sus rutas pueden ponerse en contacto, directo o indirecto, con aves de granja.
Greenpeace: ganadería industrial es una bomba
En estas semanas Greenpeace ha documentado cómo se retiraban los cadáveres de las granjas de Castilla y León. “La ganadería industrial es una auténtica bomba de relojería. Es urgente poner fin a este destructivo modelo que está poniendo en jaque la salud del planeta y también la de las personas”, dijo la organización ecologista.
Señaló que la macrogranja avícola en Íscar (Valladolid), como muchas otras en la España rural, se encuentra a escasos 1.000 metros del centro de Íscar. Y a unos 300 de las viviendas más cercanas, lo que aumenta el riesgo de contagio para las personas. De extenderse el foco, al haber tantas explotaciones en los alrededores, podría convertirse en un auténtico problema regional o incluso estatal.
Otro factor de riesgo son las ingentes cantidades de excrementos que se generan en estas instalaciones, ya que como señala Sanidad “los virus aviares pueden vivir hasta 100 días a 4° centígrados. En el agua sobreviven hasta cuatro días a 22º centígrados y más de 30 días a 0º centígrados”.
No en vano, el último informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en inglés) recomendó para combatir los virus aviares, la reducción de la densidad de las explotaciones comerciales. Especialmente en las zonas donde más se concentran estas actividades, como es este caso.
“No podemos seguir jugando con fuego en España como si nada pasara, ante estos brotes de gripe aviar. En Europa este devastador virus ha llevado a que se exterminen millones de animales. Esperamos que España no tenga que seguir ese camino. Aunque algunos políticos dudan de la existencia de las macrogranjas, es evidente que existen. Y que incluso son caldo de cultivo para virus como el de la gripe aviar y otros”, dijo Luís Ferreirim, responsable de la campaña de Agricultura de Greenpeace.
Crecen producción y sacrificios
Datos del Sistema Integral de Trazabilidad Animal (SITRAN) del Ministerio de Agricultura indican que había censadas en Castilla y León, a enero de 2021, 58.212.10 aves de corral. Es la cuarta comunidad autónoma con mayor número de aves, solo detrás de Galicia (casi 108 millones), Castilla La Mancha (97 millones) y Aragón (73 millones).
En España la evolución del censo de gallinas para consumo humano, tanto de huevos como carne, ha aumentado 33,9% en los últimos seis años.
Cifras de 2020 advierten que en España había más de 500 millones de gallinas y aves de corral. La ganadería avícola es la que ha experimentado un mayor incremento porcentual en número de ejemplares en el último lustro. Entre 2015 y 2020 la cifra de aves para consumo humano sumó 125 millones de cabezas, un alza de casi el 34% en cinco años.
Pero la cifra de sacrificios de aves también lidera el ranking frente a otras cabañas ganaderas. De 911 millones de animales sacrificados en España para consumo humano, más de 800 millones fueron aves de corral, refiere Greenpeace.