Dos investigadores del Observatorio Vaticano propusieron una comprensión matemática radicalmente nueva del momento inicial del Big Bang. Según la teoría generalmente aceptada al principio de los tiempos el universo se expandió exponencialmente. Esa expansión se dio a partir de un estado de muy alta densidad, la «inflación cósmica».
La inflación cósmica puede explicarse suponiendo que las leyes de la gravedad eran mucho más complicadas en aquella época, si se le compara con respecto a cómo las describe la relatividad general de Einstein de 1915.
Vaticannews informó que los sacerdotes Gabriele Gionti y Matteo Galaverni demostraron que los marcos de Jordan y Einstein no siempre son matemáticamente equivalentes. Su teoria es contraria a lo que creen los científicos.
En el estudio, publicado recientemente en la revista Physical Review D, destacaron la existencia de otro referente que podría ser muy prometedor. Los investigadores del Vaticano descubrieron que, aunque las soluciones en el marco de Jordan no siempre se corresponden con las de Einstein, sí se transforman matemáticamente desde el marco de Jordan a otro marco no considerado anteriormente.
En ese marco existe un límite en el que la gravedad se mantiene hasta el infinito. Mientras que la velocidad de la luz se reduce a cero (gravedad de Carroll). Esta nueva perspectiva podría provocar una revolución en nuestra comprensión del Universo primordial.
Científicos del Observatorio Vaticano y la expansión del universo
Los resultados de los estudios de Gionti y Galaverni ofrecen una nueva clave para las teorías formuladas anteriormente sobre la fase de expansión exponencial del universo. En particular, las del científico ruso Alexei Starobinsky. Igualmente, los resultados podrían impulsar la búsqueda de una teoría más general de la gravedad cuántica.
El observatorio Vaticano destacó que el padre Gionti y el padre Galaverni siguen los pasos de muchos otros científicos católicos. Por ejemplo, en el siglo pasado el padre belga Georges Lemaître trabajó sobre las ideas de Einstein y desarrolló la teoría que hoy se conoce como «teoría del Big Bang».
Las ideas de Lemaître fueron confirmadas posteriormente por las observaciones del astrónomo estadounidense Edwin Hubble. La relación que describe la velocidad de recesión de las galaxias se denomina, de hecho, «ley de Hubble-Lemaître».
Lo que dicen los investigadores
Los investigadores pertenecientes al staff del Observatorio Vaticano declararon a ACI Prensa que esperan que su investigación ayude a reducir las diversas teorías que otros científicos propusieron sobre la inflación cosmológica, y las posibles teorías que plantean explicar la gravedad cuántica. Entre ellas la más famosa es la teoría de cuerdas.
Los sacerdotes aseguraron que su investigación ofrece una confirmación adicional de “que nuestro universo parece matemáticamente ordenado y armonioso”. “Tiene sentido que una persona de fe piense que este orden es el fruto de la creación de un Dios benévolo”, afirmaron.
“Esta no es una prueba de la existencia de Dios, sino un razonamiento ‘estético’, en el sentido de que de la belleza matemática de este universo los creyentes se inflaman de un amor a Dios que por amor creó este universo”, señalaron.
“Como creyentes, sabemos que Dios creó este universo en una relación de Amor con el Hijo y que este Amor es en realidad el Espíritu Santo. Cuando hacemos ciencia, es como encontrar rastros de este Amor en el universo y, por tanto, un rastro de Dios. Por eso decimos a veces que investigar es una forma de oración”, agregaron, según reseñó ACI Prensa.
Los sacerdotes aclararon que su investigación es “solo una parte del esfuerzo científico mucho más amplio para comprender el universo, con muchos otros científicos que también publican investigaciones valiosas, todo el tiempo”.