Por EFE
10/09/2016
Los delegados de Estados Unidos y Rusia llegaron este sábado a un acuerdo para un nuevo cese de las hostilidades en Siria, que empezará el próximo día 12 y comprenderá el cese total de todas las operaciones de combate, incluyendo los bombardeos aéreos.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, anunció que después de un periodo de siete días de respeto de la tregua, ambos países prepararán ataques coordinados contra posiciones de los grupos terroristas Al Nusra y Estado Islámico.
El acuerdo indica que, paralelamente, la ayuda humanitaria deberá empezar a entrar de forma regular a todas las localidades asediadas en Siria, lo que junto con la reducción de la violencia ha sido una condición para que la oposición siria se reincorpore a las negociaciones de paz auspiciadas por la ONU.
Se mencionó en particular el caso de Alepo y el compromiso de que «todas las partes combatientes» se retirarán de la ruta de Castello, una de las principales vías de acceso a la ciudad y en torno a la cual se creará una zona desmilitarizada. Esto permitirá reanudar el tráfico humanitario y civil a través de ese camino.
Kerry describió el resultado de meses y semanas de negociaciones entre equipos militares y diplomáticos de ambos países como un plan que puede convertirse en «un punto de inflexión» para Siria, tras cinco años y medio de guerra civil que ha producido unos 400.000 muertos.
El secretario de Estado norteamericano sostuvo que este acuerdo es el de mayor alcance que se ha logrado hasta ahora y que Washington está convencido de que Rusia tiene la capacidad de presionar al régimen de Bachar Al Asad para detener el conflicto y negociar una salida política.
«Estamos anunciando un arreglo capaz de mantenerse, pero eso dependerá de las decisiones que tomen tanto el régimen como la oposición de respetar sus obligaciones», declaró Kerry en una comparecencia de prensa tras largas horas de negociaciones con su homólogo ruso.
De los acuerdos inéditos alcanzados este sábado, el responsable de Exteriores indicó que las fuerzas gubernamentales no podrán efectuar misiones de combate en áreas donde los grupos de oposición están presenten, las cuales han sido identificadas con gran precisión.
«Una vez que este acuerdo esté plenamente en vigor, el régimen no podrá hacer en el futuro lo que hizo en el pasado, es decir ir detrás de Al Nusra, lo que es legítimo, pero en realidad es atacar a la oposición moderada», explicó.
Para EEUU, ese aspecto es «la piedra angular» del acuerdo ya que los ataques de las fuerzas gubernamentales fueron «las violaciones más frecuentes» de la tregua acordada a finales del pasado febrero y y que sólo se mantuvo por algunas semanas.
En la misma comparecencia ante la prensa, el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, precisó que, siete días después de la entrada en vigor de la tregua, su país y EEUU pondrán en marcha un centro de supervisión conjunta y empezarán a compartir información de inteligencia.
Una de las funciones principales de ese centro será «delinear y separar» las áreas donde se encuentra Al Nusra de las que ocupan los grupos rebeldes sirios considerados moderados y que en algunas ocasiones ha sido prácticamente imposible de diferenciar.
Kerry aclaró que la decisión de atacar a Al Nusra «no es una concesión hacia nadie, sino que está en los intereses de EEUU acabar con las organizaciones afiliadas a Al Qaeda en Siria«, pero señaló que esto no debe hacerse de forma indiscriminada, sino de manera «estratégica, precisa e inteligente».
Según Kerry, los grupos opositores han manifestado su intención de ajustarse al acuerdo alcanzado en Ginebra.
Por su parte, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, felicitó este acuerdo y dijo que si éste se respeta y la ayuda humanitaria comienza a fluir a las áreas asediadas las negociaciones políticas podrán reanudarse.
«La ONU está lista para entregar la ayuda y hacer todo lo que pueda para apoyar el cese de las hostilidades», aseguró.