En un contexto de apertura de la perestroika, McDonald’s abrió su primer restaurante en Rusia, en el tránsito de la entonces Unión Soviética en 1990. Treinta y dos años después, la cadena estadounidense de comida rápida cerrará temporalmente sus restaurantes y pausará operaciones en ese país.
“El conflicto en Ucrania y la crisis humanitaria en Europa han causado un sufrimiento indescriptible a personas inocentes. Nos unimos al mundo para condenar la agresión y la violencia y orar por la paz”, dijo la multinacional que opera en 850 comunidades rusas. Y emplea a 62.000 personas.
Tras conocerse la decisión de McDonald´s en Rusia, se aglomeraron cientos de ciudadanos a las puertas de los establecimientos. Se observaron largas filas de comensales deseosos de comer el último bocado de hamburguesas y papitas fritas, como menú principal a nivel global.
Al tumulto en las calles, ajenos tal vez a los ataques de su país a Ucrania, se registraron subastas online de productos elaborados por la reconocida cadena a precios astronómicos.
Usuarios vendían combos por entre 40.000 y 50.000 rublos (entre 307 y 384 dólares, respectivamente). Antes de la crisis, el precio de estos combos promediaba los 355 rublos (poco menos de 3 dólares), reseñó NEXTA TV.
En medio de una fuerte presión internacional, la compañía se sumó a otros gigantes como Coca Cola, Pepsi y Starbucks en el boicot contra las acciones del Kremlin. Y decidió, en su caso, cerrar sus puertas por tiempo indeterminado. McDonald’s, que en buena parte del mundo trabaja con un esquema de franquiciado, es dueña del 84% de los locales en Rusia.
Trabajan con cientos de proveedores y socios locales rusos que producen la comida del menú McDonald’s y apoyan la marca. Y, por supuesto, atienden a millones de clientes en ese país.
McDonald´s cierra en Rusia
McDonald´s cierra por tiempo desconocido sus operaciones en Rusia. Pero hay otras transnacionales de alimentos que no lo han hecho, pese a las presiones del entorno. Son ellas Danone y Nestlé, que no parecen adherirse al cerco al régimen de Putin.
El consejero delegado de Danone, Antoine Bernard de Saint-Affrique, rebatió los argumentos sobre las implicaciones reputacionales de permanecer en Rusia. «Es muy fácil caer en el pensamiento blanco y negro y las posiciones demagógicas. Pero al final nuestra reputación es nuestro comportamiento», dijo al Financial Times.
Danone es una multinacional agroalimentaria francesa que tiene su sede en París. Elabora productos lácteos frescos, aguas, nutrición infantil y nutrición médica.
«Tenemos una responsabilidad con la gente a la que alimentamos. Los ganaderos que nos proporcionan la leche, las decenas de miles de familias que dependen de nosotros». La compañía tiene cerca de 8.000 empleados en el país. Según reveló De Saint-Affrique en la presentación con analistas de sus últimas cuentas anuales, Danone cuenta con más del 5% de sus ventas en Rusia. «Gran parte del negocio es de locales a locales, por lo que el impacto es el mismo que con cualquier otra empresa rusa», detalló.
Las transnacionales que se quedan
La otra multinacional de alimentos que no parece seguir los pasos de McDonald´s en Rusia, Coca Cola, Pepsi y Starbucks, es Nestlé.
La compañía, matriz de marcas como KitKat, Nestea o Nescafé tiene en torno a un 2,3% de sus ingresos en Rusia, según las últimas cuentas anuales.
Nestlé explicó que «como empresa de alimentación y empleador, también tenemos una responsabilidad ante la gente de Rusia. Y nuestros más de 7.000 empleados, siendo la mayoría locales».
Indicó a la opinión pública que «continuaremos asegurando la proporción segura y estable de los productos esenciales de comida a la población local y el país». Advirtió que en sus 150 años de historia, Nestlé «nunca se ha desviado de su misión: proporcionar los productos de alimentación esenciales a la gente de aquellos países donde» opera la compañía.
La multinacional ha frenado sus inversiones en Rusia y ha parado cualquier campaña de publicidad.
La semana anterior, habían tomado la decisión de frenar operaciones, las textiles Inditex o H&M, la empresa de muebles Ikea, y las energéticas Equinor o Shell, entre otras.