Por Joaquín Robles
22/2/2017
Analista de XTB
Rusia ha superado a Arabia Saudí como el mayor productor de crudo del mundo durante este inicio de año, a pesar de que ambos países comenzaron a restringir la producción para frenar la peor saturación en décadas, el país asiático lo ha hecho de manera más drástica.
Los rusos bombearon 10.49 millones de barriles diarios en enero, un descenso de 29.000 barriles diarios desde diciembre, mientras que la producción saudí descendió a 10,46 millones de barriles diarios, frente a los 10,72 millones de barriles diarios en diciembre, según datos publicados el lunes en la página web de las Organizaciones Conjuntas Iniciativa de Datos en Riyadh. Esa fue la primera vez que Rusia venció a Arabia Saudí desde marzo del pasado año.
Arabia Saudí y otros productores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidieron a finales de noviembre restringir los suministros en 1,2 millones de barriles diarios durante seis meses a partir del 1 de enero, con Arabia Saudí como principal protagonista del plan. Los productores no miembros, entre ellos Rusia, prometieron restricciones adicionales. Los precios del crudo Brent han subido un 20% desde fines de noviembre y se consolida como uno de los activos con menor volatilidad del año.
Estados Unidos fue el tercer productor, con 8,8 millones de barriles diarios en diciembre frente a 8,9 millones de barriles diarios en diciembre. Irak quedó en cuarto lugar a 4,5 millones de barriles diarios, seguido por China a 3,98 millones de barriles diarios. Aunque todavía no se ha puesto de manifiesto, los productores norteamericanos estarían preparando sus yacimientos para incrementar su producción en cualquier momento. En este hipotético caso podríamos ver a EEUU alcanzar los 10 millones de barriles diarios.
El próximo 25 de mayo se volverán a reunir los miembros de la OPEP para evaluar las consecuencias de los recortes adoptados. Por el momento están logrando su primer objetivo, contener el exceso de oferta y apuntalar los precios del petróleo. Empieza a ser tal el optimismo, que varios funcionarios ligados a los países participantes han filtrado que podría incrementar los recortes con el objetivo de reducir todavía más los inventarios globales. Esta decisión podría provocar la ruptura de los precios del petróleo por encima de los 60 dólares por barril.