El anime, el más representativo género de la animación de origen japonés, está altamente posicionado en el globo. Cuenta con una poderosa industria, cientos de mercados y millones de seguidores. Estas historias en formatos de series o cortos y largometrajes tienen una nutrida audiencia y respaldo en las redes. Algunos animes están siendo cuestionados no solo por críticos del arte, también por parte de gobiernos, como el de Vladimir Putin en Rusia.
A mediados del siglo pasado irrumpió en la escena del espectáculo, este movimiento de creadores, dibujantes, guionistas de anime. Poco a poco ha ganado la aceptación del mundo occidental. Incluso, ha merecido el reconocimiento de premios de la categoría de los Oscar, Grammy.
En la década de los noventa fue un boom la serie de Pokémon o Digimon, el primero basado en un videojuego de rol y el segundo en una mascota virtual. El mundo de la animación tiene sus códigos y palabras. Están los “mangas”, que se utilizan para designar las historietas en general. Los “otakus” para referirse a las personas con un interés obsesivo por los anime. Y están los “comi con” (Comic Convention) a nivel mundial, que congrega a los seguidores de estas series para interactuar, adquirir productos e incluso disfrazarse de sus personajes favoritos.
En este siglo, su presencia es más notoria y envolvente. Series y autores han trascendido a la fama mundial, como Katsuhiro Ōtomo con «Akira», Akira Toriyama con “Dragon Ball”, o Masashi Kishimoto con “Naruto”. Igualmente por sus largas y premiadas trayectorias destacan Hayao Miyazaki con “Mi vecino Totoro”, o como Rumiko Takahashi con “Inuyasha o Ranma ½”.
En Rusia retiran algunos animes
Muchas historias son de amor, otras amenidades para niños y jóvenes muy al estilo nipón. Son parte de los catálogos de Netflix y Amazon Prime Video. Otras historias de animes son un tanto más intensas y violentas, a las que les ha puesto el ojo censor, el régimen de Putin en Rusia.
Específicamente, los animes “Attack on Titan”, “Akira” o la serie de dibujos estadounidense “Happy Tree Friends”, no pasaron la crítica en Rusia. El Tribunal de Distrito de Oktyabrsky de San Petersburgo decidió prohibir estos animes. Porque atentan contra el “desarrollo espiritual y moral de la naturaleza rusa”. Por tanto, esos títulos serán retirados de las plataformas de video y páginas webs rusas.
La instancia judicial destacó que pueden causar un comportamiento «violento» en los menores y potencialmente conducir a un «comportamiento autolesivo». Además, «ver la serie animada indudablemente daña la educación y el desarrollo espiritual y moral de los niños pequeños. Y contradice la naturaleza humanista de la educación inherente a Rusia», indica el parecer del tribunal.
Anteriormente Rusia había tomado medidas contra películas y series de animes. En enero, otro tribunal prohibió “Death Note”, “Tokyo Ghoul”, “Inuyashiki” y “Elfen Lied” por su «descripción de violencia, asesinato y crueldad». La web sobre videojuegos Igromania citaba a expertos diciendo que “Inuyashiki”, por ejemplo, contiene «indicios de relaciones sexuales no convencionales».
El anime “Death Note” arrastra una controversia desde 2013, cuando la Organización de Padres del Distrito Federal de los Urales de Rusia escribió al presidente Vladimir Putin que prohibiera el manga.
El grupo buscaba crear conciencia sobre un incidente en la ciudad de Ekaterimburgo, donde trágicamente en febrero de ese año, una niña de 15 años se suicidó. La Policía había encontrado en su poder cuatro volúmenes de Death Note. Sin embargo, la investigación mostró que no hubo conexión entre el suicidio y el manga.
Limitaciones al contenido o a la piratería
Los últimos animes que no pasaron la censura de tribunales de Rusia son “Konosuba” y el famoso “That Time I Got Reincarnated as a Slime”. Ambos pertenecen al subgénero Isekai, un estilo que ha experimentado un auge en popularidad en los últimos años, señala Magnet. Los temas de tipo Isekai, literalmente en japonés «otro mundo», versan sobre personajes que son transportados a un mundo de fantasía, muy diferente del real.
Para la Corte estas series supuestamente enseñan la idea de que la muerte conduce a la reencarnación en una vida más plena. Y Rusia tiene una tasa de suicidios alta (terceros a nivel mundial), según la ONU.
El tribunal de Rusia también sugirió someter a juicio a otros animes populares, como “Naruto”. Una de las series más famosas y aclamadas en todo el planeta. Esto significa que algunas de las franquicias más grandes del anime se convertirían en una especie de «contrabando» en uno de los países más grandes del mundo.
Pero claro, estas medidas sólo prohíben el contenido en sitios de retransmisión rusos, como puede ser Animejapan.tv, por lo que es probable que haya varias alternativas para que los fans sigan viendo las series. Sitios como estos, en realidad, albergan contenidos de manera ilegal. Por lo que, en teoría, la prohibición solo parece tomar medidas contra la piratería del anime más que contra el contenido en sí. Desafortunadamente, con servicios como Crunchyroll bloqueados también en el país, los medios legales para ver estas series se van a volver más escasos.