Por Andrés Tovar
29/06/2018
Rusia en el Mundial ha logrado sorprender. Principalmente porque fue uno de los equipos con menores perspectivas de pasar a la ronda de 16. Pero no sólo lo hizo, sino que además lo logró por encima de los 6 puntos, venciendo 5-0 a Arabia Saudita y 3-1 a Egipto. Pero estos sorprendentes resultados no son lo habitual en la historia de Rusia en el Mundial. De hecho, para sus fanáticos, es una tragedia constante. Pero a pesar de ello, es su deporte más querido.
La historia de Rusia en el Mundial, o más específicamente del fútbol internacional ruso, puede decirse que comienza en 1912, año en que fue aceptada por la FIFA la Unión de Fútbol de toda Rusia. Pero, en la cancha, tiene un año clave, 1936. Fue el año en que la entonces Unión Soviética, aún sin liga profesional, envió a sus mejores jugadores a París para jugar frente al Racing Club de France. A pesar de una derrota 2-1, su espectáculo fue lo suficientemente bueno como para convencer a las autoridades soviéticas de comenzar una liga profesional para el deporte que ya era profundamente popular.
Aunque ampliamente considerado como el deporte favorito del país, nunca fue el principal amor de las autoridades. En el período soviético temprano, los intelectuales preferían el atletismo. Un gran movimiento intelectual consideraba que el fútbol era demasiado «burgués» e incluso quería cambiar sus reglas. Incluso el propio Stalin no tenía ningún interés en el fútbol». Y después de la Segunda Guerra Mundial, al Kremlin tampoco le convencía mucho. La Unión Soviética mostraba una destreza extraordinaria en los deportes olímpicos clásicos. Inversamente proporcional a lo que mostraba con el balón.
Un icono de Rusia en el Mundial
Sin embargo, a pesar de las resmas de medallas de oro olímpicas y un período de dominio soviético en el hockey sobre hielo, el fútbol se ha mantenido en el centro de la imaginación deportiva del país.
Así la primera aparición de Rusia en el Mundial data de 1958 -como URSS, pues como Rusia fue en 1994, en el mundial de EEUU-. Así, desde sus inicios, la selección rusa ha estado caracterizada por lo que se puede definir como una búsqueda de identidad en la cancha. Si los holandeses juegan «fútbol total» de extremo a extremo, los ingleses tienen grandes defensores y poderosos delanteros, y los españoles tienen la estrategia y el arte como aliadas en el campo, a Rusia le ha faltado esa identidad.
La única constante en la identidad futbolística de Rusia ha sido el culto del portero que llegó a simbolizar al defensor de las puertas contra el enemigo capitalista . El portero ha sido alabado en la cultura rusa desde la década de 1920. En Envy (1927), la novela clásica de Yury Olesha, un joven y brillante portero era el héroe de su partido de fútbol central contra los capitalistas alemanes. Y Vladimir Nabokov hizo lo mismo cinco años más tarde en su novela Glory, donde el protagonista se deleita con su papel de portero en la Universidad de Cambridge.
De esta cultura surgió el mejor jugador de la historia de Rusia, Lev Yashin. El llamado «Araña Ñegra» es considerado por muchos como el mejor portero ruso de todos los tiempos. Incluso, para algunos, el mejor del mundo -a pesar de que, dicho por él mismo, bebió más de un trago de vodka antes de los juegos para calmar los nervios-. Yashin falleció en 1990. Pero hoy es el centro del cartel ricamente simbólico de la Copa Mundial 2018.
Rusia en el Mundial, hoy
Lo último en la tradición de los grandes guardametas rusos es Igor Akinfeev. Es el capitán del equipo y uno de sus pocos jugadores de clase mundial. Ahora comanda al equipo de Rusia en el Mundial que el torneo como el equipo con el ranking más bajo. No habían podido clasificarse para tres de los seis torneos desde 1991. Y no habían salido de las etapas de grupos cuando han aparecido. (USA 94, Corea-Japón 2002 y Brasil 2014).
Las teorías para el declive son muchas. Al separarse de las otras 15 repúblicas soviéticas, el equipo perdió muchos de sus grandes talentos. Con 150 millones de personas menos para elegir. La una vez ferozmente competitiva liga totalmente soviética ahora se convirtió simplemente en la liga rusa. Funcionando en una economía desesperada sin medios para comprar buenos jugadores extranjeros.
La década de 2000 vio el auge de la economía del petróleo. Por ende, el dinero volvía al fútbol. Dos clubes rusos ganaron la copa de la UEFA en rápida sucesión y el equipo nacional alcanzó las semifinales del campeonato europeo de 2008. Pero no lograron alcanzar un cupo para Rusia en el Mundial hasta 2002.
No obstante, las esperanzas son altas. Ya guardan como tesoro haber pasado de la fase de grupos por primera vez desde 1986. Éste es el equipo que enfrentará a España este domingo 01 de junio. Una selección de amor y dolor que quiere dejar una huella en casa.
https://youtu.be/r7BE5_ekzXE