Por Cambio16 | Efe
25/11/2015
Rusia desplegará sistemas de misiles antiaéreos S-400 en la base aérea siria de Jmeimim, a 30 kilómetros de la frontera con Turquía, donde tiene emplazados los aviones que participan en la misión antiterrorista en Siria, según ha anunciado el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu.
«A la base Jmeimim siria será enviado un sistema de misiles antiaéreos S-400», ha afirmado Shoigu en una reunión de la plana mayor de su cartera, según medios locales.
El S-400, complejo de defensa antiaérea de última generación, garantiza el derribo de objetivos aéreos a una distancia de 250 kilómetros y de misiles balísticos no estratégicos a 60 kilómetros. El complejo es capaz de derribar de forma simultánea 36 objetivos, mientras que puede apuntar a 72.
El Estado mayor ruso anunció el martes que también sus cazas acompañarán a partir de ahora aviones rusos en misiones de bombardeo en territorio sirio, después de que dos F-16 turcos derribaran un Su-24 ruso en la frontera turco-siria.
Además, el acorazado Moskvá, buque insignia de la flota rusa del mar Negro, navegará en la zona costera cercana a Latakia para apoyar con sus baterías antiaéreas Fort, similares a los S-400, las misiones de la agrupación aérea rusa que actúa en Siria.
El presidente ruso, Vladímir Putin, acusó el martes a Turquía de ser «cómplice del terrorismo» y advirtió de que el derribo del Su-24 «tendrá graves consecuencias para las relaciones ruso-turcas». Mientras, Turquía insiste en que el avión de guerra ruso violó su espacio aéreo y sus pilotos ignoraron hasta diez advertencias.
Uno de los pilotos, rescatado vivo
Uno de los dos pilotos del avión ruso derribado por Turquía ha sido rescatado vivo por las fuerzas especiales sirias y trasladado este martes al aeropuerto militar de Hamimim, en la provincia siria de Latakia (noroeste), señaló el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El director de esta ONG, Rami Abderrahman, explicó a Efe por teléfono que, según la información de que dispone, el otro piloto murió por los disparos de los rebeldes cuando se tiró en paracaídas del aparato, que cayó en una zona del norte de Latakia.
Por el momento, ni las autoridades sirias ni las rusas han confirmado el rescate del piloto. Durante la jornada de ayer, se sucedieron las informaciones contradictorias sobre el paradero de los dos tripulantes del cazabombardero ruso, después de que fuera abatido por la fuerza aérea de Turquía.
Un portavoz rebelde, Yahed al Ahmad, de la opositora Brigada Décima de la Costa, perteneciente al moderado Ejército Libre Sirio (ELS), indicó a Efe por internet que sus combatientes habían recuperado el cadáver de uno de los dos pilotos, que «ya estaba muerto cuando tocó el suelo», después de saltar en paracaídas. Respecto al segundo piloto, Al Ahmad dijo que no se sabía si estaba vivo o muerto, o si descendió en una área en manos de los opositores o en poder del régimen sirio.
La cadena turca CNNTürk apuntó que uno de los dos pilotos del cazabombardero Su-24 del Ejército ruso había fallecido, mientras que el otro había sido capturado por milicianos turcomanos de Siria contrarios al régimen de Bachar al Asad.
Sin embargo, poco después, la misma cadena citó a un mando militar turcomano que lucha en la región siria en la que se estrelló el cazabombardero ruso afirmando que habían matado a los dos pilotos cuando saltaron en paracaídas.
Turquía, que respalda a la oposición siria, ha notificado por escrito al Consejo de Seguridad de la ONU el derribo de un avión militar ruso tras una supuesta violación de su espacio aéreo.
Desde el pasado 30 de septiembre, Rusia, aliada del régimen de Al Asad, lleva a cabo una campaña de bombardeos en Siria en su primera intervención militar en el país árabe.
Los aviones rusos lanzan sus ataques contra distintas áreas sirias desde la base aérea de Hamimim, ubicada en la zona de Yabla, en Latakia.