Por Cambio16
16/11/2016
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha firmado este miércoles una orden que pone fin a la participación de Rusia en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya, lo que supone el abandono de este tribunal.
El Ministerio ruso de Exteriores justificó su decisión por la decepción que el funcionamiento del órgano internacional causa en el país. «La Corte Penal Internacional no cumplió con las expectativas y no pudo convertirse en un órgano de Justicia verdaderamente independiente y prestigioso», según un comunicado del Ministerio, citado por RIA Novosti.
Según la cancillería, Rusia esperó en vano que el CPI, como primera instancia internacional permanente de justicia penal, fuera clave en la lucha contra la impunidad y «para sostener la paz internacional y la seguridad».
La «ineficacia» y la «unilateralidad» del CPI, que en sus 14 años de funcionamiento dictó solo cuatro fallos y gastó más de 1.000 millón de dólares, llamó la atención en varias ocasiones, incluso de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de la ONU.
En Rusia causó especial «preocupación» la posición del CPI respecto a los hechos acaecidos en agosto de 2008, cuando Georgia atacó Tsjinvali, capital de la república de Osetia del Sur, en un intento de anexionarla.
«La CPI respondió a la ofensiva del régimen de Mijaíl Saakashvili contra la pacífica ciudad de Tsjinvali y el asesinato de los cascos azules rusos con acusaciones contra los milicianos de Osetia del Sur y los militares rusos», reza el comunicado.
Paralelamente, la investigación eventual de las acciones y órdenes de los altos cargos georgianos fue deliberadamente entregada a la Justicia georgiana, en vez de recaer en los fiscales de la CPI, denuncia el comunicado. «En tales condiciones no es posible tener confianza en el CPI», resalta el documento.