Los romanos siguen sorprendiendo. Resulta que las ruinas de Pompeya arrojan evidencia de que lo que se pensaba eran montículos de basura en realidad se trataba de un sistema que recolectaba, ordenaba y revendía desechos.
Una imagen bastante alejada de la Roma insalubre que se ha popularizado. Al parecer, los romanos que llevaba los desechos del centro de la ciudad a los suburbios, donde tenían un sistema de gestión de desechos que reciclaba.
Las ruinas de Pompeya siguen siendo objeto de estudio para los investigadores. La ciudad enterrada bajo una gruesa alfombra de ceniza volcánica alberga tesoros para los arqueólogos. La profesora de la Universidad de Tulane, Allison Emmerson, analizó muestras de suelo, que se recuperaron de basura hallada en excavaciones dentro y fuera de la ciudad.
Ruinas hechas de reciclaje
Las muestras de suelo se extrajeron de lo que en algún momento fueron pozos sépticos, basureros dentro y fuera de la ciudad. La muestra de suelos extraída de los pozos sépitcos era suelo orgánico, mientras que la de los basureros era suelo arenoso.
El análisis de las muestras permitió al grupo de investigadores liderado por Emmerson determinar si la basura se generó en el lugar donde se encontró o si se generó en otro lugar para ser reusada y reciclada.
La evidencia hallada sugiere que los montículos de basura que se encontraron fuera de la ciudad era material que se recolectaba y se clasificaba para ser revendido.
De hecho, se encontraron rastros de suelo arenoso en algunos edificios dentro de los muros de Pompeya. Los restos de estas estructuras demuestran que se construyeron con material reutilizable: restos de azulejos, ánforas y trozos de mortero. Para esconder la variedad de material que componían las paredes, se utilizó una capa de yeso para cubrirlas.
Tumbas llenas de basura
Los hallazgos de la investigación despejan incógnitas que se trataron de responder en un estudio en 2012. La misma Emmerson –pero esa vez con la Universidad de Cincinatti– trataba de averiguar por qué las tumbas de Pompeya estaban llenas de basura: restos de cerámicas, huesos de animales, pedazos de estructuras de edificios…
Partía de las teorías de los investigadores del siglo XIX. Se creía que los montones de basura en las tumbas y cementerios eran restos de un terremoto que ocurrió 17 años antes de la erupción del Vesubio (79 DC).
En ese momento, Emmerson señaló que «los cementerios y las tumbas eran simplemente otro lugar para la basura». Los restos de basura se encontraron en casi cualquier parte de la ruinas de la ciudad: dentro y fuera de las casas, callejones, calles y carreteras principales.
Los romanos y las gestión de desechos
Ahora, la teoría de Emmerson apunta a que los romanos tenían una visión distinta a la moderna en el tema de la gestión de desechos. En lugar de amontonar la basura en lugares lejanos de la vida cotidiana, la acumulaban en los suburbios, donde la tierra hacía parte de un proceso de reciclaje y reutilización.
«Tendemos a asumir el manejo de las cosas como algo universal, pero las actitudes hacia la salubridad son un distintivo cultural, y parece que en Pompeya las actitudes fueron bastante diferentes a las nuestras», dijo Emmerson en 2012.
La investigación de Allison Emmerson forma parte del libro Vida y muerte en el suburbio romano que publicará en mayo la Oxford University Press. Habrá que leer el libro para profundizar más sobre las lecciones de reutilización y reciclaje que las ruinas de Pompeya tienen para la actualidad.
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