La organización no gubernamental Reporteros sin Fronteras presentó ante la Fiscalía General de Alemania una querella por crímenes de lesa humanidad contra el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman y otros funcionarios del Reino por el asesinato de Jamal Khashoggi y la persecución de periodistas.
La denuncia, un documento de más de 500 páginas en alemán, da detalles de 35 casos contra periodistas. Uno es el asesinato de Jamal Khashoggi, perpetrado en el consulado saudí de Estambul en octubre de 2018, y los otros 34 se refieren a periodistas que han sido encarcelados en Arabia Saudí, de los cuales solo uno ha sido liberado. En ese último grupo, está el bloguero Raif Badawi.
Ataques generalizados contra periodistas en Arabia Saudí
“En Arabia Saudí, los periodistas, que son población civil según el Derecho internacional, son víctimas de ataques generalizados y sistemáticos, Existe una política de Estado destinada a castigarlos o silenciarlos”, explica RSF.
Además devincular con los crímenes al príncipe heredero, Reporteros sin Fronteras presentó denuncias contra Saud Al-Qahtani, asesor cercano al príncipe heredero; Ahmad Mohammed Asiri, (ex) subdirector de inteligencia; Mohammad Al-Otaibi, cónsul general en Estambul en el momento del asesinato; y Maher Abdulaziz Mutreb, funcionario de inteligencia señalado de haber dirigido al equipo que torturó, mató e hizo desaparecer a Khashoggi.
«Los responsables de la persecución de periodistas en Arabia Saudí, y especialmente del asesinato de Jamal Khashoggi, deben responder por sus crímenes», declaró el secretario general de RSF, Christophe Deloire.
Deloire solicitó al Fiscal General de Alemania que abra una investigación sobre los crímenes denunciados, no solo por RSF y otras organizaciones que defienden derechos humanos, sino incluso por varios gobiernos del planeta.
Estados Unidos señala participación del príncipe heredero saudí
El 26 de febrero, la ODNI de Estados Unidos publicó un informe de la CIA que reitera elementos inculpatorios. También advierte que los delitos cometidos contra periodistas en Arabia Saudí son el resultado de una decisión del príncipe heredero como parte de una política de Estado.
El reporte señala que el príncipe aprobó un plan para capturar o matar a Khashoggi, de origen saudita pero estaba exiliado en Estados Unidos y trabajaba como reportero para The Washington Post. “Nadie debería estar por encima de la ley, especialmente cuando se trata crímenes contra la humanidad. La urgente necesidad de justicia no ha hecho más que demorarse en este caso», se lee en el documento.
El director de RSF Alemania también solicitó al Fiscal General alemán que haga un análisis de situación con vistas a iniciar, de manera oficial, una investigación fiscal y girar órdenes de arresto.
Las autoridades saudíes reconocieron oficialmente que el asesinato de Jamal Khashoggi locometieron agentes saudíes, pero se niegan a asumir alguna responsabilidad por lo que denominaron un “acto de matones”.
Los restos de Khashoggi todavía no han aparecido. En algunos documentos se asegura que lo descuartizaron brutalmente con utensilios forenses.
“Algunos de los agentes que participaron en esa operación fueron procesados y condenados en Arabia Saudí en un juicio a puerta cerrada que quebrantó todas las normas internacionales para un juicio justo. Los principales sospechosos siguenfuera del alcance de la justicia”, informó RSF.
En efecto, Arabia Saudí condenó a muerte a cinco hombres y a penas de cárcel a otros tres por el asesinato, pero exoneró a Saud al Qahtani.
Bin Salman niega haber ordenado este asesinato.
Arabia Saudí figura entre uno de los 10 países del mundo con menos libertad de prensa, de acuerdo con el ranking mundial de RSF: ocupa el puesto 170 de los 180 países en esa clasificación.
Khashoggi también fue director general y redactor jefe del canal de noticias Al-Arab News Channel, redactor del periódico saudí Al Watan. Como periodista cubrió importantes acontecimientos en la región para varios medios de comunicación sauditas, entre ellos la invasión soviética en Afganistán o los actos terroristas de Osama bin Laden.
En sus últimos años de vida, ya en el exilio, ganó mayor notoriedad por sus fuertes críticas a las autoridades sauditas en prestigiosos medios internacionales y de su tierra natal.
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