Nadie tiene derecho a hacer pequeña a otra persona por el motivo que sea y mucho menos a ejercer violencia y maltrato psicológico. El patriarcado quiere a las mujeres sumisas, dóciles, sin personalidad, calladitas, “porque así están más guapas”. Para Rozalén, la única forma de hacer frente a esta lacra es educar y reeducar. Ella lo hace componiendo y cantando y su éxito no conoce fronteras.
A Rozalén no le duelen prendas cuando canta las verdades, esas bárbaras terribles, como las llamaba Gabriel Celaya, que expresan a veces amorosas crueldades, pero sin las que es imposible reconocer a uno mismo para transformar la sociedad. La cantautora albaceteña es hoy un referente de igualdad cuyos éxitos musicales ponen voz, amor, ritmo y poesía a la reivindicación para acabar con la discriminación y la violencia, tanto contra la mujer como contras otros colectivos vulnerables en pos de la inclusión y de un mundo más humano, justo y regenerativo.
Rozalén es una de las principales voces de la nueva canción de autor. Con cuatro trabajos editados, ha cautivado a público y crítica a partes iguales. En su haber acumula distinciones tan importantes como cuatro Discos de Oro, dos de Platino, un Goya, tres nominaciones a los Latin Grammy o la Placa al Mérito Profesional de Castilla-La Mancha. Es una de las artistas de mayor éxito en directo. Congrega a miles de seguidores en cada uno de sus conciertos.
Además, es una importante activista social, que defiende con su música los derechos de las minorías y de las comunidades más desfavorecidas y vulnerables. Sobre el escenario, siempre está acompañada por Beatriz Romero, intérprete de lengua de signos. De esta manera, defiende un espectáculo inclusivo y dirigido a todo el mundo.
En septiembre de 2017, Rozalén presentó su tercer disco Cuando el río suena…, precedido por la canción Girasoles y con el que alcanzó el #1 en la lista de ventas española. Actualmente es ya Disco de Platino y se mantuvo durante más de un año en el Top 5 de los discos más vendidos en España. En 2019, la artista protagonizó una gira internacional por España, Latinoamérica y Europa presentando este aclamado trabajo, del que también se extrae el himno feminista La Puerta Violeta.
Tres años más tarde, en octubre de 2020, lanzó El árbol y el bosque, su cuarto álbum de estudio y del que se extraen canciones como Este Tren, Y Busqué o Aves Enjauladas; considerada esta última todo un himno en época de pandemia. Rozalén entró directa al número 1 de la lista oficial de ventas española. Con Que no, que no, incluida en la BSO de La Boda de Rosa, la artista recibió su primer Goya a la Mejor Canción Original en 2021. Obtuvo una nominación a los Latin Grammy 2021 en la categoría Mejor álbum de canción de autor. En 2021, también presentó este trabajo en una gira internacional. Ese mismo año, fue distinguida con el premio Música por el Planeta y la Humanidad de Cambio16.
Su compromiso con la igualdad nace de lo que ve y siente como mujer. Cuando le duelen las injusticias, las canta. En La puerta violeta usted explica lo que le ocurrió. Lloró mucho, pero contarlo la liberó. ¿Por qué la sociedad mira para otro lado? ¿Es preciso que se visibilice la violencia para acabar con ella?
En La puerta violeta hablo de humillación psicológica, de maltrato psicológico, que es lo que me ocurrió a mí. No creo que toda la sociedad mire para otro lado. Cada vez se verbaliza más, creo que la gente es más consciente de lo importante que es saber qué es lo que no se debe tolerar y es muy importante que se visibilice porque cuando alguien lo escucha puede identificar, por ejemplo, que lo está viviendo en su propia piel para poder acabar con ella. Hay que normalizar, hablar de las cosas que duelen, eso siempre es muy importante. Si no se habla, las cosas no existen… Sí, hay que seguir hablando para normalizar y visibilizar.
¿Qué siente cuando algún hombre exclama: “Cállate, que estás más guapa”?
Bueno, hombre o mujer, que también lo dicen. La verdad, me parece muy humillante. “Callaíta estás más guapa” … no puede haber un insulto mayor porque guapas son las que se sienten libres y que te callen la voz, que te silencien, lo que pretenden decir es que te quieren dócil, sin personalidad y sumisa. Ninguna mujer está así más guapa.
El maltrato psicológico no deja hematomas y es muy difícil llevarlo ante un juez. ¿La violencia es violencia se manifieste como se manifieste?
¡Por supuestísimo! Es muy doloroso que te humillen y que te maten por dentro, y mucho más si no se puede demostrar. Además, lo primero de todo es el maltrato psicológico y, después, viene lo otro, que te arrebata la vida literalmente. La violencia verbal y la violencia psicológica es muy bestia y es muy importante acabar con ella. Nadie tiene derecho a hacer pequeña a otra persona por el motivo que sea.
“Es muy doloroso que te humillen y que te maten por dentro, y mucho más si no se puede demostrar. Además, lo primero de todo es el maltrato psicológico y, después, viene lo otro, que te arrebata la vida literalmente. La violencia verbal y la violencia psicológica es muy bestia”
Entiende que en materia de igualdad de género hay que reeducar. ¿En qué sentido?
¡Claro que hay que reeducar!… Igual que en tantísimas otras materias, y en muchos sentidos. La cultura machista, heteropatriarcal, (el heteropatriarcado es una concepción abstracta que se utiliza para referirse a un sistema sociopolítico en el que el hombre y la heterosexualidad tienen supremacía sobre otros géneros y sobre otras orientaciones sexuales), que tanto se escucha últimamente, está muy metida en el ADN de la sociedad, de nuestra cultura.
Cambiar las cosas es un proceso lento, reeducar es una auténtica revolución de amor. Hay que poner muchas alarmas y alertas para ir advirtiendo a la gente que tienes al lado: creo que esto se podría hacer de otra manera. Igual que se puede hacer con una misma. A mí me pasa que, a veces, por la educación que he recibido y por mi cultura, descubro micromachismos que tengo que ir cambiando y que creo que estoy cambiando con los años Me voy reeducando. Hay que reeducar y hay que reeducarse.
¿Por qué con el paso del tiempo los hombres se vuelven atractivos y las mujeres viejas?
Ya ves… ¡Mira que el tiempo pasa para todos! Sí que es cierto que a las mujeres se les castiga más por el hecho de cumplir años y, entonces, ya no sirve. Ya no servimos porque ya no somos fértiles, porque la eterna juventud es lo que se valora. Por eso tantas mujeres intentan largar todo eso. No quiero decir que no piense que el paso del tiempo para los hombres también sea duro. Sí suele ocurrir que ellos se vuelvan atractivos y nosotras pues no tanto.
¿Cómo acabar con tanto paternalismo?
De igual manera que he señalado antes: con la educación. Con educación y reeducación entre los propios compañeros que hay tanto cariño. A mí me ha pasado eso en muchas ocasiones en las que he tenido que decirles: ¿por qué a mí me estás diciendo esto y a tu compañero varón no? Y, además, no se han dado ni cuenta porque no había mala intención. Creo que se consigue más con miel que con hiel, aunque muchas mujeres tienen todo el derecho a cabrearse por muchísimos motivos. Hay que ir poco a poco y, sobre todo, sin callarnos, hay que expresar lo que pensamos y luchar por conseguir ser lo que realmente queremos ser y que nos traten como lo que somos, iguales.
LA PUERTA VIOLETA
Texto escrito por Rozalén con motivo del estreno del vídeo de La puerta violeta:
Mi Sierra quemada… el fuego que todo lo arrasa. La tierra que tarda años en recuperarse y nunca consigue ser lo que fue… El sonido de la muerte, ni una hoja que baile con el viento, ni un animal que cante. Respirar cenizas que te recorren y manchan por dentro.
El machismo que todo lo quema. La mano en el cuello que con sutileza nos impide respirar. La venda que no nos deja ver. Una culpa que aprieta y paraliza nuestros pies. Una flor que se marchita, un árbol que no crece. Un castigo que se nos impone. El verso que nos tacha y nos anula. Las cadenas, las grietas, las arrugas, el corsé… las mujeres que lucharon por nuestros derechos y susurran en la nuca. Las humilladas, esclavas, cosificadas, asesinadas… siempre presentes.
No encontré mejor metáfora que ésta. Ese monte verde, rojo, amarillo, de mil colores y rebosante de agua es el que debe de ser. Nos queremos libres, felices, Vivas. Solo puede existir un mundo más amable si es de color violeta, si es entre iguales, si es feminista…
El feminismo nace por la necesidad de igualdad de derechos entre hombre y mujer. No se le debe temer. Es el machismo el que mata. Se me partió el alma grabando en la zona quemada y viendo las imágenes… pero acabé con una sonrisa de alivio y orgullo en la zona viva, a pesar de las cicatrices, a pesar de las manchas negras que ya se quedan.
Este videoclip está grabado en la Sierra del Segura de Albacete después del devastador incendio del verano. Es un trabajo de Mario Miranda y Alfredo Navarro. La protagonista (soñé estas imágenes con ella) es la joven profesora y bailarina albaceteña Cecilia Jiménez.
Es nuestra manera de reivindicar la lucha contra la violencia de género y visibilizar las consecuencias de los graves incendios de nuestros montes… Cuidemos de nuestra Tierra, cuidemos de todas las personas que la habitan. Cuidemos la vida.