POR NARKYS BLANCO
13/11/2017
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La petrolera estatal rusa Rosneft y la energética china CEFC, que acordaron comprar un 14 por ciento en Rosneft, están profundizando su cooperación estratégica al firmar un acuerdo para estudiar la posible construcción de una planta petroquímica en la provincia china de Hainan.
Rosneft y CEFC establecerán equipos de trabajo conjuntos «para discutir las configuraciones técnicas del proyecto, así como asuntos comerciales y económicos», dijo la compañía rusa en un comunicado el viernes.
Las dos compañías planean realizar un análisis conjunto del suministro a largo plazo de materia prima para la planta petroquímica en Hainan y explorar diversas opciones para monetizar los productos, señaló Rosneft.
El proyecto petroquímico conjunto sería la última señal de vínculos más estrechos no solo entre Rosneft y CEFC, sino también entre Rusia y China.
A principios de julio, Rosneft y CEFC firmaron el acuerdo de cooperación estratégica para colaborar en exploración y producción, refinación de petróleo y petroquímicos, comercio de crudo y productos, negocios minoristas y servicios financieros.
Las compañías también acordaron considerar el potencial para establecer una empresa conjunta integrada verticalmente en Rusia para implementar proyectos de petróleo y gas, y un fondo de inversión conjunto.
Rosneft quería duplicar la inversión
En septiembre, CEFC acordó comprar el 14.16 por ciento en Rosneft por unos US $ 9 mil millones.
El acuerdo no fue una sorpresa, después del acuerdo de asociación estratégica, pero es claramente indicativo de un continuo calentamiento entre Moscú y Beijing que le dio la ventaja a la primera en la carrera por la participación en el mercado del petróleo con Arabia Saudita.
El mes pasado, Rosneft pretendía casi duplicar sus exportaciones de crudo a China a través de Kazajistán, mientras que las refinerías chinas se preparan para recibir mayores volúmenes de crudo ruso a través del Océano Pacífico oriental de Siberia (ESPO) a partir de enero del próximo año, cuando la expansión de la capacidad de la tubería de ESPO, que se ramifica a China, estará completa.
Mientras que los mayores volúmenes de petróleo crudo fluyen de Rusia a China, los chinos están intensificando sus inversiones en empresas y proyectos de energía rusos.