El Real Madrid entraba al Olímpico de Roma con la clasificación asegurada tras el triunfo del Viktoria Plzen sobre CSKA de Moscú, y su victoria por 2 a 0 con goles de Bale y Vázquez sobre el conjunto de Di Francesco lo coloca como líder del grupo G.
El conjunto de Santiago Solari mejoró la imagen que dejó el fin de semana ante el Eibar, comenzando el partido con un gran control e intensidad y terminando de plasmar esa superioridad en el marcador.
Sin embargo, entre una cosa y otra, la Roma tuvo tiempo y oportunidades de poner contra las cuerdas a los blancos. Primero, lo hizo gracias a una gran acción del El Shaarawy, que aprovechó un paso largo entre líneas de Under para irse solo y mandar un centro venenoso que despejó Carvajal.
La acción, no obstante, le pasó factura al italiano, que tuvo que retirarse varios minutos después. Lo reemplazó Justin Kluivert, el extremo izquierdo hijo del ex azulgrana Patrick. El cambio fue uno de los pocos momentos de pausa del partido, que rápidamente entró en un ritmo álgido.
Oportunidades locales
Los merengues prefirieron el ataque vertical, con Modric y Kroos apretando muy arriba, con poca pausa. El resultado fue la llegada al área de los blancos, pero también la concesión de espacios para su rival.
A la media hora de partido, la Roma pudo adelantarse con un centro de Under que si no fuera por Varane, que lo mandó a córner, podría haber terminado en un remate a placer de algún pie local. Luego, el cobro le cayó a Shick que con un tiro puso a trabajar a Courtois. El Madrid solo respiró cuando un remate posterior de Kolarov se fue rozando el poste.
Pudo responder el Madrid con una contra que no finalizó bien Kroos, pero la Roma terminó el primer tiempo con la ocasión más clara hasta ese momento. Carvajal regaló el balón en el área con un taconazo y Zaniolo se hizo con la pelota para dejársela a Under, que solo bajo palos, e inexplicablemente, la mandó fuera.
Control merengue
Una oportunidad que seguramente se lamentó el turco pues al inicio del segundo tiempo, el Madrid se vino arriba sin titubeos. Bale abrió el marcador al minuto 47’ tras forzar los errores de Olsen y Fazio. Primero, el meta despejó mal y el argentino cabeceó hacia atrás el balón, que tomó el galés y definió ante la presión del arquero.
La Roma no pudo conseguir el empate que tuvo Zaniolo, y cortó Carvajal. Después, Bale perdonó tras una corrida en la que se fue solo pero remató mal ante Olsen. Pero el Madrid ya estaba en modo killer.
Unos minutos después, al 57’, Bale volvió a ser protagonista con un gran centro que cabeceó Benzema para que Lucas terminará empujando el balón al fondo de la red, ya sin resistencia. El partido dio para la entrada de Mariano, de Asensio y Valverde.
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