La televisión estatal iraní ha declarado la victoria de Hasan Rohaní en la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas en la república islámica. El medio ha comunicado sus felicitaciones a Rohaní, que se presentaba a la reeleción frente a su gran rival, el candidato ultraconservador Ebrahim Raisi.
Rohaní habría conseguido más del 50% de los votos, por los que se ahorra la necesidad de volver a las urnas la semana próxima. Las últimas estimaciones concedían al mandatario reformista un 58 por ciento de las papeletas depositadas.
Con el escritinio practicamente finalizado, el jefe de la Comisión Electoral, Ali Asghar Ahmadi, indicó en rueda de prensa que Rohaní recibió el apoyo de 22,7 millones de personas de las más de 40 millones que acudieron ayer a las urnas. El segundo lugar lo ocupa el clérigo conservador Ebrahim Raisí, con 15,4 millones de votos, un 38,55 %, y muy por detrás se sitúan los exministros Mostafa Mirsalim y Mostafa Hashemitaba, con el 1,13 y un 0,52 % de los sufragios, respectivamente. Ahmadi afirmó que el proceso de recuento de los votos y los resultados están «claros», aunque no haya terminado por completo el escrutinio.
Estos nuevos datos de Ahmadi son similares a los ofrecidos a primera hora de la mañana, cuando solo habían sido escrutados 25 millones de votos. Más de 40 millones de personas votaron en las presidenciales de las 56,4 con derecho a voto, superando la participación el techo del 70 %.
La votación comenzó ayer a las 8.00 hora local (03.30 GMT) en los 63.500 colegios electorales habilitados en todos el país, y se extendió hasta la medianoche por la alta participación. El horario de votación se amplió hasta en tres ocasiones debido a la intensa afluencia de votantes, algunos de los cuales no pudieron ejercer su derecho a voto. Las presidenciales se plantearon como un duelo entre Rohaní y Raisí, sobre todo desde la retirada de la carrera electoral del alcalde de Teherán, Mohamad Baqer Qalibaf, y como una especie de plebiscito sobre el proyecto moderado y aperturista del actual presidente.
La principal baza de Rohaní era el acuerdo nuclear firmado en julio de 2015 y la recuperación económica del país gracias al levantamiento de las sanciones, aunque esta mejora no es todavía evidente para parte de la población. El mandatario también insistió durante la campaña electoral en su defensa de los derechos civiles y las libertades personales, que -a su juicio- estaban en peligro si regresaban al poder los conservadores.