Cambio16
30/04/2018
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En plenas competiciones profesionales de la Liga Mundial de Surf (WSL), un atleta rompió un récord alucinante. El brasileño Rodrigo Koxa montó la mayor ola jamás surfeada. Todo sucedió en las primeras olas gigantes del pasado invierno boreal en Nazaré, Portugal, el 8 de noviembre. El deportista navegó en una ola de 24,38 metros.
Koxa es oriundo de Sao Paulo y tiene 38 años. A los ocho años comenzó a surfear en la ciudad costera de Guarujá. Durante los Big Wave Awards, celebrados el pasado sábado en Santa Mónica, obtuvo el máximo galardón. «Este premio es para el surfista que atrapó la mayor ola jamás surfeada». Son palabras de la WSL en un comunicado de prensa. Por su parte, Koxa describió el premio como «el mejor de su vida» y representa «un sueño hecho realidad». El brasileño superó la marca establecida en 2011 por el estadounidense Garret McNamara (23,77 metros).
Naturalmente, Koxa ingresará en el libro Guinness por su valiente hazaña. «Esperé toda mi vida por una ola como esa. Siempre fue mi sueño surfear así. La ola apareció y sentí que sería mi mejor viaje», declaró para el portal Sufrtotal. De hecho, el deportista atrajo su éxito con poder metal. «Todas las noches hablaba conmigo mismo. Me decía: La ola vendrá, la ola vendrá. Repetí esta frase como un mantra poderoso», confía.
Según reveló el deportista, montarse en la mayor ola jamás surfeada le demandó un desafío físico, psicológico y material. La tabla de surf posee un sistema especial de amortiguación. Además, fue diseñada por McNamara y Hugo Cartaxana. «La suspensión de la tabla es para obtener dos tipos de flexibilidad. Desde el pie delantero hasta el coxis es rígida, muy dura. Esto permite una gran velocidad sobre la ola. La zona del pie delantero hasta el pico de la tabla es más flexible».