Por Cambio16
29/01/2018
Una compañía estadounidense llamada Wealthfront ha lanzado a la calle sus robots inmobiliarios. Si, es exactamente lo que piensa. La empresa, una firma de servicios de inversión automatizada, ha creado un agente de bienes raíces en línea. Éste, aseguran, puede mostrarles a los usuarios los tipos de casas al alcance en un vecindario en particular. Sus algoritmos también mostrarán a los clientes cómo la compra de una vivienda afectará el resto de sus objetivos financieros, como la jubilación.
La compañía presentó el servicio luego de notar que la razón principal por la que los clientes toman dinero de sus cuentas es por un anticipo. La firma cuenta con una amplia cartera de clientes de la generación milenial. Por consiguiente tiene la ambición de ser la fuente de referencia de los servicios de ahorro e inversión para esa generación. Especialmente relevante es que la compañía utiliza datos de terceros (como bancos) para proyectar lo que un cliente puede permitirse.
Los algoritmos aún tienen trabajo por hacer cuando se trata de ganar confianza. Pero inventos como los robots inmobiliarios impulsarán a los asesores humanos a tener que ofrecer a sus clientes algo más.
Robots inmobiliarios, asesores, consejeros… ¿hacia dónde vamos?
Los robots inmobiliarios son solo un ejemplo de hacia dónde va la automatización en el sector. Un rol que alguna vez fue dominio exclusivo de profesionales relativamente bien pagados. Vanguard, uno de los administradores de activos más grandes del mundo, dijo que la selección automatizada de fondos ahora es tan fácil que podría convertirse en la configuración predeterminada para muchos de sus clientes.
Los gigantes de la industria de administración de dinero han tomado nota. BlackRock ha invertido en servicios automatizados de asesoría en Estados Unidos y Europa. Vanguard han estado intercambiando sus servicios automatizados. Y Morgan Stanley, en una entrevista de Bloomberg Television, dijo que la administración de patrimonio se ha estado volviendo digital durante mucho tiempo. Por consiguiente, el futuro del sector es para allá.
Mientras el banco apuesta que todavía habrá un lugar para los humanos en el negocio, Morgan Stanley también lanzó su propia plataforma de inversión en línea el año pasado. El banco supervisa más de $ 2 billones en activos de inversión y emplea a 16 mil asesores (por ahora).
¿Cuál será entonces el futuro de los asesores «humanos»?. Vanguard dice que éstos deberían enfocarse en ayudar a evitar que los clientes entren en pánico en una recesión. También pueden proporcionar planificación personalizada para fincas y asistencia médica a largo plazo.
Pero aseguran que los asesores financieros van a tener que llegar a conocer a sus clientes aún mejor aprendiendo todo sobre sus hijos, intereses y negocios. En otras palabras, hacerse tan humanos como sea posible para proporcionar algo que los algoritmos no tienen.
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