por ANA BEDIA / Fotos: REUTERS
Yo, robot, Blade Runner, Terminator… En la ciencia ficción encontramos innumerables ejemplos de robots avanzados que podrían ser confundidos con humanos y puede que en un futuro también en la realidad. Sí, han leído bien, científicos de medio mundo se encuentran en estos instantes en sus laboratorios, ya sea en empresas o en departamentos universitarios, trabajando en máquinas que se parezcan lo más posible al ser humano.
El reto científico es conseguir que un robot se mueva y realice acciones tal como lo haría un humano. ¿Con qué finalidad? Sus aplicaciones son muchas: medicina, cuidado de personas mayores, realización de las labores del hogar, militares…
Miguel Ángel Salichs, catedrático en Ingeniería de Sistemas y Automática de la Universidad Carlos III de Madrid, explica que es difícil poner una fecha aproximada para saber cuándo interactuaremos en nuestro día a día con este tipo de máquinas, ya que «los robots bípedos cuentan con varias dificultades en comparación con otro tipo de robots»; como por ejemplo, la estabilidad. Salichs afirma que los humanoides irán introduciéndose poco a poco en nuestro entorno cotidiano y cada vez contarán con más capacidades, pero el proceso no será de la mañana a la noche.
El humano vive con el temor de que los robots no sólo sean creados para hacerles la vida más fácil sino que puedan llegar a reemplazarles en sus puestos de trabajo, no obstante los expertos en la materia aseguran que lo que cambiará será la sociedad tal y como la conocemos. De hecho, los robots ya están forman parte de nuestras vidas pilotando aviones, viajando al espacio, controlando los virus que amenazan a nuestros ordenadores, como asistentes personales (como Siri, de Apple) y pronto conducirán nuestros coches, tal y como se ha demostrado en la última feria CES de Las Vegas.
Salichs explica que la introducción de los robots hará que los países aumenten su productividad y por lo tanto su riqueza. Esa riqueza se distribuirá en la sociedad y se crearán puestos de trabajo en otros sectores. El experto pone un ejemplo: «esta situación puede generar más dinero para gastar en ocio, con lo que se podrían generar puestos en este sector económico».
Sobre el aspecto de estos robots, Salichs explica que los científicos trabajan en que se parezca a los humanos por la necesidad de que se adapten a nuestro hábitat. Nuestro entorno (escaleras, mesas, sillas, herramientas, puertas…) está diseñado para ser usado por las personas, hecho por el cual es tan importante que los robots tengan manos, piernas, vean, escuchen… en definitiva, que sean todo lo humanos posible.
Estos son algunos ejemplos de los robots en los que se está trabajando: