Cada día se vuelve más común ver, por ejemplo, unos robots que hacen hamburguesas en California, otros que sirven salchichas en Berlín, algunos atienden mesas en Amsterdam y hasta en Sevilla están los que tiran cañas. A pesar de que estas imágenes se vuelven cada vez más cotidianas, aún puede ocurrir cosas que realmente nos lleguen a sorprender. Por ejemplo, robots que hacen tortillas.
Ya se han desarrollado chefs robot para preparar pizzas, panqueques y otros alimentos. Pero ahora, un equipo de científicos optimiza el enfoque para que sean capaces de producir una comida más sabrosa, a través del aprendizaje basado en la inteligencia artificial y la opinión humana, la de los clientes o dueños.
Todo está en la muñeca
En la película Sabrina, rodada en 1955, el personaje principal intenta aprender a prepara una tortilla. El chef le explica que el secreto comienza al romper el huevo delicadamente. «Todo está en la muñeca», le dice.
Pero los científicos de la Universidad de Cambridge han estado explorando con estos robots culinarios que no tienen muñeca, pero están aprendiendo a hacer tortillas.
El proyecto de investigación es una colaboración entre los investigadores de la Universidad de Cambridge y la compañía de electrodomésticos Beko. Los científicos se propusieron llevar la cocina robótica a un nuevo territorio.
Inteligencia artificial
El chef robot del equipo fue entrenado para realizar las maniobras que amerita la preparación de una tortilla. Desde romper los huevos hasta batirlos, revolviendo suavemente y luego enchapando el producto final.
La máquina está equipada con un algoritmo de aprendizaje automático desarrollado por los investigadores de Cambridge que le permitió tener en cuenta la opinión subjetiva de los gourmets humanos y refinar su enfoque.
Estas evaluaciones combinadas con el algoritmo de aprendizaje automático permitieron al robot producir tortillas que van mejorando de manera confiable en calidad con el tiempo.
El equipo manifestó que este ejercicio demuestra que el aprendizaje automático se puede utilizar para obtener mejoras cuantificables en la optimización de los alimentos. Además, este enfoque puede extenderse fácilmente a múltiples chefs robóticos.
Se deben realizar más estudios para investigar otras técnicas de optimización y su viabilidad, dijeron los investigadores.
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