Los riesgos de contagio son la principal preocupación de cara a la atención en los centros de salud para hacer frente a la propagación del coronavirus. Por ello, los robots se han convertido en una primera línea de defensa muy efectiva. Son inmunes no solo a la COVID-19, sino también al cansancio, el estrés y el miedo. En esta tecnología, los robots de China están tratando de colocarse a la vanguardia y España se ha ubicado como el próximo escenario de su avance.
Keenon Robotics, una empresa tecnológica ubicada en la provincia china de Shanghái, ha sido la encargada de desarrollar y fabricar los robots que ya están combatiendo la propagación del virus en 200 hospitales en ese país. Ahora llegan a España de la mano de Alisys, una tecnológica asturiana.
Tecnología del Lejano Oriente
Los datos oficiales muestran que la producción de robots industriales en China aumentó un 29,2% interanual, llegando en junio a 20.761 unidades. Alcanzaron su tasa de crecimiento más alta en la primera mitad de 2020.
Con el incremento acelerado desde el 16,9% en mayo, el país ha producido 93.794 unidades de robots industriales en los últimos seis meses. Esto supone un 10,3% más que en el mismo período del año pasado, según los datos proporcionados por la Oficina Nacional de Estadísticas.
La creciente demanda de robots industriales fue provocada principalmente por la escasez de trabajadores. Estos permanecieron fuera de servicio debido a los bloqueos relacionados con COVID-19. Por otro lado, el repunte se ha visto beneficiado por una mejora de las industrias tradicionales.
A comienzos de este año, cuando los centros de salud chinos comenzaron a colapsar con los inicios de la pandemia, se encargó a Keenon Robotics el desarrollo de robots que pudieran ayudar a afrontar la crisis sanitaria en China.
La prueba comenzó en un hospital, y hoy en día suman ya 200 centros de salud (además de 170 restaurantes y hoteles) los que utilizan los robots de esta empresa china, que realizan diversas labores, desde la desinfección de las instalaciones, hasta las entrega de materiales e insumos.
España, la puerta a Europa
Como es de suponer, la necesidad de robots para desinfectar salas de hospitales, aviones, instalaciones de procesamiento de alimentos y espacios públicos no solo ha crecido en China. De hecho, la demanda ha superado en muchos casos la oferta durante la pandemia de COVID-19. Y Keenon Robotics Co. ofrece satisfacer parte de esa demanda, con sus nuevos robots de desinfección y de entrega.
La oferta de esta empresa se basa en dos modelos. Uno realiza entregas de insumos, cuyo precio se ubica en torno a los 12.700 euros. El otro, que desinfecta, cuesta unos 40.000 euros. La intención de la firma es abrirse paso en Europa, y ha dado un primer paso en España, donde ya se están probando ambos modelos.
La firma asturiana Alisys, encargada de la penetración en el mercado español, cuenta con dos salones de exposición. Uno está en Gijón y el otro en Madrid. En ambos, la gente puede probar los dispositivos y familiarizarse con ellos.
En la empresa destacaron que están aún en fase de prueba. Estiman que para septiembre efectuarán las primeras demostraciones en dos hospitales y un restaurant, por ahora no dados a conocer.
Primero la educación
El proceso de implantación en España se iniciará con una fase de educación e información. La idea es explicar las ventajas y limitaciones de esta tecnología.
Durante la pandemia, Alisys llevó a cabo una iniciativa de apoyo a los hogares de ancianos. La empresa entregó uno de sus robots para que lo usaran las personas mayores que estaban aisladas. Estos robots tienen la capacidad de interactuar con las personas. De esta manera, ayudaban a brindarles, en parte, el contacto emocional que tanto necesitaban. Después de los hospitales y restaurantes, el siguiente paso es introducir los robots Keenon en las residencias, informó la compañía asturiana.
El as de la desinfección
El robot de desinfección, totalmente automatizado, tarda seis horas en cargarse. Está armado con 4 grupos de lámparas ultravioleta de onda corta que matan los gérmenes. Tiene además 5 boquillas de pulverización de líquido desinfectante atomizador en su parte superior. Con una altura de 1,4 metros, puede transportar 1.500 mililitros de líquido desinfectante.
Según las regulaciones chinas para combatir el COVID-19, la irradiación con luz ultravioleta y la desinfección por aspersión -a base de peróxido de hidrógeno- deben realizarse dos veces al día, dijo Keenon Robotics.
El robot está diseñado para funcionar en interiores sobre suelos lisos y puede subir pendientes de hasta unos 5 grados. Es capaz de rociar desinfectante hasta por 8 horas y emplea un proceso que es seguro y no deja residuos.
A medida que el robot realiza su tarea, también recopila datos sobre la ruta que toma y el proceso de desinfección para referencia futura, según Keenon Robotics.
Entrega inmediata
Por otra parte, el robot de entrega Keenon T1 es parte de una serie de droides de transporte inteligente que operan en ambientes interiores. Están diseñados para su uso centros de servicio público como restaurantes, hoteles, supermercados, centros comerciales, casinos, hospitales, cines y oficinas comerciales, entre otros.
Los usuarios pueden controlarlo a través de la pantalla táctil, así como la aplicación Peanut que se conecta a través de Wifi. El robot puede interactuar de forma inteligente con los usuarios a través del micrófono. También cuenta con una función interactiva especial llamada «Área táctil de la mano».
Además, se puede hacer que el robot se detenga inmediatamente presionando un interruptor de parada de emergencia que se encuentra en la parte posterior del aparato. Se utiliza en una situación en la que el robot se encuentre en un estado de funcionamiento anormal o se produzcan incidentes inesperados que, potencialmente, dañarían el entorno circundante.
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