Por Rosa Díaz (Efe)
11/07/2016
Robert Plant no salió al escenario de Barcelona con el torso desnudo ni saltando como cuando era joven, pero ha demostrado que sigue siendo un roquero de raza que conserva una voz poderosa y que, aunque se niega a resucitar a Led Zeppelin, disfruta de aquellas viejas canciones tanto como sus seguidores.
Un mite d’alt de l’escenari @EstrellaDammCat del #Cruilla2016. @RobertPlant & The Sensational Space Shifters pic.twitter.com/o1qRIBFebk
— FESTIVAL CRUÏLLA (@cruillabcn) 9 de julio de 2016
Aunque no salte, el autor de himnos legendarios como Stairway to Heaven sabe como hacer saltar al público, y volvió a hacerlo hasta la extenuación con Rock and Roll, el tema que cerró su concierto en el festival Cruïlla.
Un concierto que también empezó con una canción de Led Zeppelin, The Lemon Song, y que salpicó de temazos míticos que el público agradeció con aullidos. El 14 de julio visitará Madrid para actuar dentro de la programación de las Noches del botánico.
Hay que tener en cuenta que Robert Plant vino por última vez a Barcelona hace veinte años y que Led Zeppelin nunca llegó a pisar la ciudad, por lo que los asistentes tenían más ganas de pasado que de presente.
Robert Plant no decepcionó, pero el concierto de este domingo no era de Led Zeppeling sino de Plant, que alternó los temas clásicos con los de su último disco con la Sensational Space Shifters, que incorpora sonidos africanos.
El público disfrutó del buen sonido de la banda y de sus aportaciones a las canciones de Plant, pero las guitarras eléctricas fueron mejor recibidas que los instrumentos africanos. Cosas de la nostalgia.
Justo antes tuvo lugar otro de los conciertos multitudinarios de la noche, el de Alabama Shakes, que presentó un nuevo disco que lleva el blues y el soul al siglo XXI.
Con su aspecto de matrona afroamericana y su guitarra eléctrica colgada al cuello, Brittany Howard, lanzó su voz desgarradora hacia el infinito cortando la respiración de los presentes.
Una voz que recuerda a Janis Joplin y que es capaz de conmover al más frío, pero no a algunos seguidores de Robert Plant, que optaron por darle la espalda para poder coger sitio en el escenario principal y esperar la aparición del rey de la noche.
Heavies de toda vida, veteranos que ya han perdido la melena y jóvenes se apostaron en las primeras filas, entre ellos un padre y un hijo que jugaban a las cartas sentados en el suelo, esperando a oír la llamada de las guitarras eléctricas para levantarse.
En el mismo escenario principal, pero horas antes, actuaba la banda James y su carismático cantante Tim Booth, que empezaba el concierto lanzándose sobre el público.
Pero se sobrepuso rápidamente y Booth dió rienda suelta a sus dotes de bailarín, mientras el trompetista bajaba del escenario y recorría la zona de los espectadores de punta a punta, aprovechando los claros entre el público, numeroso pero sin excesos.
La representación española del festival Cruïlla ha sido numerosa con nombres de peso como Love Of Lesbian, Fermin Muguruza, Xoel López, Egon Soda, Animal y 091, que se han reunido este año tras separarse en el 96.