Por Cambio16 | Efe
23/02/2016
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha impuesto al PSOE una reforma «exprés» de la Constitución con cinco puntos, entre ellos la supresión de las diputaciones y de los aforamientos, y le ha pedido un «último esfuerzo» para poder llegar a un acuerdo de Gobierno, que ve «cerca».
Albert Rivera lo ha dejado claro en una rueda de prensa en el Congreso después de reunirse el lunes, de manera discreta en la Cámara, con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, asegurando que estas modificaciones de la Carta Magna constituyen una condición «sine qua non» para lograr un pacto con los socialistas
La supresión de los aforamientos de los cargos públicos por delitos de corrupción es el primer punto de la reforma, el segundo la reducción a 250.000 firmas de la exigencia constitucional, fijada ahora en medio millón de firmas, para presentar una Iniciativa Legislativa Popular y el tercero, la «despolitización» de la Justicia mediante cambios en los mecanismos de elección de jueces.
Hay una cuarta modificación de la Constitución reclamada por Ciudadanos que exige suprimir las Diputaciones Provinciales -quedan al margen las diputaciones forales y los cabildos insulares- para acabar con las duplicidades en la Administración Pública y la quinta es reducir a ocho años el mandato del jefe del Ejecutivo.
Aunque cerca del acuerdo, ha reconocido Rivera, hay «escollos importantes» que pueden dinamitar un posible pacto, sobre todo en lo referente a acabar con las diputaciones porque Ciudadanos -ha recalcado- «no está dispuesto» a subir el IRPF a las clases medias y trabajadores para mantener estas instituciones.
Una medida que, ha recordado, llevaba el PSOE en su programa electoral cuando se presentó Alfredo Pérez Rubalcaba a las elecciones de 2011, si bien reconoce que afrontar este tipo de medidas son complicadas para el PSOE y se requiere de «coraje y valentía» para afrontar estos cambios.
«Los partidos viejos tienen mochila y unas estructuras y entiendo que son pasos que no son fáciles de dar».
De todas formas, la reforma constitucional que ha puesto sobre la mesa requiere para su aprobación de una mayoría de tres quintos del Congreso (210 votos) y del Senado (160), para la que necesitan el apoyo del PP.
Y esperan sumar al Partido Popular a este acuerdo, ha señalado, porque se están negociando cosas que «muchos de sus votantes» están conformes y si la dirección del partido no lo está, que explique «por qué» y digan por qué no están de acuerdo en acabar, por ejemplo, con las diputaciones y los aforamientos.
«Hay muchos aforados, supongo que a Barberá no le gustará porque algunos pretenden seguir aforándose y a otros no les gustará la ILP», pero Ciudadanos no ha venido a «contentar» aspiraciones particulares sino a plantear un proyecto «de reformas».
Esta tarde se verán en el Congreso los portavoces de los dos grupos parlamentarios, Juan Carlos Girauta y Rafael Hernando, en una primera toma de contacto entre ambas formaciones y Ciudadanos espera que el PP se acabe sumando al pacto que negocian con los socialistas.
No le desanima saber que en este momento la aritmética que hay no da para que la exigencia de reforma constitucional pueda materializarse porque, medio en broma ha dicho que, «para un catalán constitucionalista no hay nada imposible».
De llegar a ese pacto de Gobierno con el PSOE, éste tendrá que formalizarse como mucho en cuarenta y ocho horas por los plazos internos que manejan PSOE y Ciudadanos, ya que deberá ser ratificado por la militancia socialista y la ejecutiva de la formación naranja.
Un acuerdo que, en cualquier caso, no ve que sea compatible con lo que persigue Podemos, que insiste en el referéndum de Cataluña o en subir la presión fiscal, según ha dicho, «pero no es mi labor buscar incompatibilidades con Podemos», ha afirmado Rivera.
No cree Rivera que Ciudadanos haya renunciado a otras propuestas para favorecer la negociación, como la reforma de la ley electoral porque de hecho han planteado que se abra una ponencia para poner en marcha la modificación de la ley con el fin de que sea más proporcional y prevea listas abiertas y primarias.
Tampoco han dejado de lado otras propuestas, subrayando que la exigencia de la reforma constitucional es una condición para pactar pero se están negociando «todos los campos de un gobierno».