Por Iñigo Aduriz
05/04/2017
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, han mantenido este miércoles un breve debate en el Congreso de los Diputados en relación a la crisis abierta en Venezuela que se vio agravada la pasada semana después de que el Tribunal Supremo de Justicia del país anulara las capacidades de la Asamblea Nacional.
#SesióndeControl @Albert_Rivera, de @CsCongreso, pregunta a la vicepresidenta @Sorayapp por la ruptura del orden constitucional en Venezuela pic.twitter.com/05901TEHAd
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Todo se ha debido a una pregunta que ha formulado el líder de la formación naranja durante la sesión de control en la Cámara Baja, en la que ha acusado al Ejecutivo de mantener una «posición tibia e insuficiente» sobre lo que está sucediendo en el país sudamericano en el que, ha recordado, «viven 200.000 españoles» y mantienen intereses distintas empresas españolas.
En respuesta, Santamaría ha querido dejar claro que «el Gobierno está seriamente proecupado por la crisis constitucional de Venezuela». Ha dicho que las sentencias como las emitidas la semana pasada por el TSJ «están comprometiendo aún más la democracia en ese país» si bien forman parte de una «escalada» que «el Gobierno ya ha denunciado». Entre otras cuestiones, ha citado el «secuestro del Parlamento» la «violación de los derechos humanos» o la existencia de «presos políticos».
La vicepresidenta ha lamentado que la «unanimidad» que a su juicio existe a nivel internacional contra las actuaciones del Gobierno de Nicolás Maduro «no se haya logrado en España» y ha asegurado que el Ejecutivo español «ejercerá su liderazgo» para reclamar que «se reintegre el Parlamento» y se consiga «la libertad de los presos políticos», entre otras medidas.
Sáenz de Santamaría ha querido recalcar que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, «fue la primera persona que recibió a Lilian Tintori», esposa del dirigente opositor encarcelado, Leopoldo López, y ha abogado por mantener la «presión internacional» y reclamar una «reconciliación nacional».