La final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors, que se jugaría el sábado en el Estadio Monumental, se suspendió hasta el domingo a las 17.00 (hora Buenos Aires) después de que hinchas de River apedrearon el autobús que trasladaba a los futbolistas de Boca.
¡ESCÁNDALO MUNDIAL! Así fue la terrible agresión de los fanáticos de River al micro de Boca, que viajaba rumbo al Monumental. pic.twitter.com/paV1okRcD0
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En un principio, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) había postergado el inicio del encuentro a las 18.00 hora local y después a las 19.15 hora local (2215 GMT). «Queremos lo mejor para esta final. Yo no puedo explicar lo inexplicable», dijo Alejandro Domínguez, presidente del organismo rector del fútbol sudamericano.
«En estas condiciones se desnaturalizaba el juego. Ha sido un pacto entre caballeros de los presidentes de los dos equipos», añadió Domínguez en declaraciones a los medios, después de varias horas de reuniones entre los dirigentes de los clubes y el organismo, y la FIFA.
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Sin condiciones
“No estábamos en condiciones de jugar este partido y ese fue el planteo que hizo Boca Juniors a la Conmebol. No podemos con varios lesionados y a otros que les faltaba el aire», aseguró Daniel Angelici, presidente de Boca, a Fox Sport.
«Tengo que agradecer a la gente de River. Esto podría haber pasado en nuestra cancha, pero no queríamos jugar con jugadores que no estaban bien”, indicó el presidente de Boca. “No es fácil suspender un partido así cuando ya está todo preparado», se lamentó.
“Puedo entender lo que está en juego, había muchas autoridades, pero fue una realidad que pasó. Tengo que defender los intereses del club y la gente de River nos apoyó en todo”, reiteró Angelici.
Por su parte, Rodolfo D’Onofrio, presidente de River, se quejó del operativo de seguridad de la ciudad de Buenas Aires. «No entiendo cómo el micro que traía a los jugadores de Boca fue atacado así con piedras y no se haya dado la prevención adecuada«, aseguró el presidente.
«Nosotros no podemos jugar contra un equipo que no está en condiciones. No pasa por la parte médica sino psicológica. El rival debe estar en las condiciones que tiene que estar”, agregó D’Onofrio.
“Nos están obligando a jugar”
Médicos de Conmebol revisaron a algunos futbolistas de Boca, entre los que se encontraba el capitán Pablo Pérez, y que resultaron heridos por la rotura de los vidrios y por los gases que lanzó la policía para intentar contener los incidentes.
Las fotos que publicó el médico de Boca sobre Pablo Pérez y Gonzalo Lamardo. Los dos con un ojo tapado https://t.co/6pF2eVaMYH pic.twitter.com/RDoPmc0gH9
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Según la carta de los médicos a las autoridades de la Conmebol, dos jugadores «refirieron lesiones en la córnea, la cual no se pudo confirmar por nuestro cuerpo médico«, según un comunicado que firmaron los profesionales. «Consideramos que desde el punto de vista médico, no existe una causal para la suspensión del encuentro», concluyó la nota.
Documento del cuerpo médico de la CONMEBOL. pic.twitter.com/POyIgJFnQG
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Imágenes de televisión mostraron a dos jugadores de Boca, Pablo Pérez y al juvenil Gonzalo Lamardo saliendo del vestuario para ser atendidos en clínicas privadas y luego se difundieron imágenes de ambos con vendas en un ojo por las heridas.
«Nos están obligando a jugar en estas condiciones, con tres compañeros que no están bien, no se puede creer lo que está pasando», había dicho a periodistas Carlos Tévez, delantero e ídolo de Boca, antes de la decisión de la Conmebol. Más temprano, el vicepresidente de Boca Darío Richarte dijo a Fox Sports que la posición del club era «no jugar».
Enfrentamientos fuera del Monumental
Imágenes de televisión mostraron al bus que trasladaba a Boca pasar al lado de un numeroso grupo de simpatizantes de River a pocas cuadras del estadio. Allí, los violentos lanzaron piedras, botellas y otros objetos.
#Finalísima Un sábado para el olvido, un día negro que quedará marcado por la violencia… pic.twitter.com/xHdpziYGME
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Los dos clubes protagonizaron un incidente similar dentro de la cancha de Boca en la Libertadores de 2015, cuando los hinchas «xeneizes» arrojaron gas pimienta a futbolistas de River, hecho que llevó a la descalificación del local de la competencia.
Este escándalo se da apenas días antes de que líderes de las naciones industrializadas que integran el G-20, incluidos Donald Trump y Vladimir Putin, se reúnan en Buenos Aires a tan solo unas cuadras de donde se registraron los incidentes.