Por Cambio16 | Efe
18/02/2016
La portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, ha pedido «disculpas» si alguien se sintió ofendido por la protesta en la que se manifestó con el torso descubierto en la capilla de la Universidad Complutense en 2011 ya que su intención no era atentar contra los sentimientos religiosos.
Muy emocionada por todo el apoyo que estoy recibiendo. Mil gracias, de corazón. Seguimos!
— RitaMaestre (@Rita_Maestre) febrero 16, 2016
El Juzgado de lo Penal número 6 de Madrid ha celebrado el juicio de Rita Maestre (Ahora Madrid) como presunta autora del citado delito contra los sentimientos religiosos, por el que el fiscal pide que se la condene a un año de cárcel, al igual que para Héctor Meleiro, que figuraba en la lista de Podemos a la Comunidad de Madrid, acusado por los mismos hechos.
Maestre ha manifestado que fue una protesta pacífica en la que se quitó la camiseta y se quedó en sujetador al ver que lo hacían otras compañeras pero ha estimado que «el torso desnudo no tiene que ser una cosa ofensiva».
Ha insistido en que el objetivo de los participantes en el acto, el 10 de marzo de 2011, era manifestar que entendían que la universidad pública de un Estado aconfesional no es sitio para una capilla de la iglesia.
No obstante, ha dicho que vistas las consecuencias «no lo volvería a hacer» aunque ha mantenido que «no era consciente de que estaba cometiendo un delito sino que era una protesta como otras de tipo político».
Rita Maestre ha relatado que se puso en contacto con el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, para explicarle cuál era el sentido de la protesta, y ha asegurado que aceptó las disculpas que le presentó.
Ha añadido además que el arzobispo le comentó que es importante que desde las instituciones y los cargos públicos se defienda y se respete la libertad religiosa, algo que Maestre ha dicho que comparte.
Igualmente, Meleiro ha dicho que «no tenía intención de ofender a nadie» cuando se sumó «de forma espontánea» a un grupo de unas 20 o 30 personas, que iban a realizar una protesta.
En su opinión, se trató de una protesta en «defensa de la laicidad y de las instituciones públicas», en la cual entiende que no se vulneró el derecho fundamental de libertad religiosa. «Lo que yo vi no me pareció ofensivo», ha apostillado.
Sobre la acción, ha dicho que no era consciente de las cosas que se iban a desarrollar allí porque «iba de los últimos», pero sí pudo escuchar que «se recitaron una serie de textos», sin bien ha querido dejar claro que «Rita no leyó».
En el juicio ha testificado Guillermo Errejón, hermano del portavoz parlamentario de Podemos, Íñigo Errejón, y miembro entonces de la asociación universitaria Contrapoder, a la que perteneció Rita Maestre, y ha dicho que el acto en la capilla «tenía una intención política».
Según la fiscal ambos acusados entraron en la capilla del Campus de Somosaguas «guiados por el ánimo de ofender los sentimientos religiosos de los allí presentes y de todo el colectivo católico».
En presencia del sacerdote y de varios estudiantes que se encontraban allí orando, añade la fiscal, invadieron el espacio destinado al altar portando imágenes del papa con una cruz esvástica y leyeron distintos pasajes de la Biblia, así como diversas citas de santos y obispos.
Acto seguido, Maestre y otras mujeres se desnudaron de cintura para arriba y abandonaron la capilla gritando «vamos a quemar la Conferencia Episcopal», «el papa no nos deja comernos las almejas», «menos rosarios y más bolas chinas», «contra el Vaticano poder clitoriano», «arderéis como en el 36» y «sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios», según la fiscal.
El capellán ha testificado que unas cuarenta personas, entre ellas Rita Maestre entre las primeras, irrumpieron en la capilla empujándole y que al salir oyó algunas de las frases referidas por la fiscal, y ha comentado: «Los hechos me incomodaron mucho y no sabía qué hacer».
«Rita Maestre actuaba como la líder que iba delante y los demás detrás», ha apostillado, aunque no oyó que ella realizara dichas manifestaciones, y varios estudiantes que estaban entonces en la capilla han dicho que se sintieron ofendidos en sus sentimientos religiosos.
En sus conclusiones, la Fiscalía ha destacado que no existe intencionalidad política ni oportunismo hacia los acusados puesto que las calificaciones se hicieron en 2014 cuando ninguno ostentaba cargo público alguno. Su acción, ha dicho, cruzó la línea de loa admisible.
Ahora bien, la defensa, que ha pedido la absolución, ha subrayado que «llama la atención que si entraron 60 donde están los otros 58, parece que ella es culpable como responsable colectiva».
Las acusaciones populares, ejercidas por el Centro de Estudios Jurídicos Tomás Moro y Alternativa Española, han pedido un año de cárcel para cada acusado.