La división Mobility Solutions del Grupo Bosch desarrolla productos innovadores, sostenibles y eficientes en las áreas de movilidad conectada, automatizada y en sistemas de propulsión de combustión y electrificados. Con este objetivo, combina sus grandes conocimientos especializados en tecnología de vehículos con hardware, software y servicios para ofrecer soluciones tecnológicas completas de movilidad. El gigante alemán de la industria 4.0 está definiendo las bases de la nueva empresa que surge de la digitalización, la computación cuántica y la inteligencia artificial.
La compañía habrá invertido 10.000 millones de euros en transformación digital para 2025, con planes que incluyen la simulación de materiales para encontrar sustitutos de metales preciosos y tierras raras.
Licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad Autónoma de Madrid y MBA, Ricardo Olalla trabaja en el Grupo Bosch desde 1992. Ha desempeñado funciones en las áreas de aplicación ABS/ESP, desarrollo de sistemas limpiaparabrisas, ingeniería de producto, gestión de proyectos y ventas en España, Alemania, Estados Unidos y México.
Desde enero de 2011 dirige el Departamento de Ventas para España y Portugal del área empresarial Mobility Solutions, dedicada principalmente a la venta de componentes y sistemas de automoción a fabricantes. Con una dilatada trayectoria internacional en Ingeniería, Gestión de Proyectos y Ventas, centrada en la industria del automóvil, ha colaborado con los principales actores del sector de la automoción, donde ha ejercido como presidente de la Comisión de la Industria Constructora de SERNAUTO durante la última década, así como de STA, ASEPA y del Consejo Rector del Máster de Automoción de INSIA.
Bosch da forma a una nueva era de movilidad sostenible, autónoma y segura. ¿Qué caracteriza fundamentalmente este cambio hacia la sostenibilidad?
Bosch fue la primera empresa en indicar que la movilidad del futuro iba a ser automatizada, electrificada y conectada, y ahora hemos integrado un cuarto pilar, la personalización. Esto se corresponde con una movilidad segura, sostenible, cómoda y fascinante. Las innovaciones nos están llevando progresivamente hacia la conducción automatizada y también hacia la descarbonización de la movilidad, algo muy importante. Es el objetivo de la Unión Europea para 2050. Un pilar decisivo en estas innovaciones es la aplicación de la inteligencia artificial a diferentes sistemas y dominios del vehículo.
¿Cuáles son las principales soluciones que se están desarrollando?
En la transición hacia esa nueva movilidad, en Bosch nos vemos como el proveedor número uno en sistemas de propulsión eléctrica para la carretera, con soluciones que abarcan todo tipo de vehículos, desde bicicletas y motos eléctricas hasta coches y vehículos industriales. Ninguna otra empresa puede igualar a Bosch en diversidad de nuestra cartera de electromovilidad: desde chips de carburo de silicio hasta ejes eléctricos completos, y desde equipos de fábrica para la producción de baterías hasta baterías en la nube y servicios de recarga digital.
Además, apostamos por el hidrógeno. Las pilas de combustible son la opción idónea para las cargas más pesadas y las distancias más largas. Impulsado por hidrógeno verde, una propulsión de pila de combustible genera cero emisiones locales y es climáticamente neutral. Además, Bosch está trabajando en el uso del hidrógeno en motores térmicos. El hidrógeno verde se puede utilizar en el transporte no solo para impulsar vehículos de pila de combustible, sino también para alimentar motores que se hayan modificado en consecuencia. Las arquitecturas de vehículos existentes y las tecnologías de motor y propulsión disponibles proporcionan una plataforma sólida para el desarrollo futuro de motores de hidrógeno.
Respecto a la conducción autónoma, tenemos diferentes proyectos en marcha. Por ejemplo, hemos conseguido la primera certificación en Alemania de conducción automatizada SAE Nivel 4 con la primera solución real del mundo basada en infraestructura para el aparcamiento totalmente automatizado. Tenemos dos proyectos en Stuttgart, uno en su aeropuerto y otro en el Museo Mercedes. Y seguimos avanzando en los sistemas ADAS en un camino evolutivo hacia la conducción automatizada, y que, además, aporta mejoras en seguridad vial en los vehículos que se producen hoy.
¿Pese a las dificultades con las baterías y los puntos de recarga, el vehículo de motor de combustión tiene los días contados?
Bosch está comprometida con el Acuerdo de París y los objetivos de la UE que se derivan de él, incluyendo la prohibición de vender vehículos de motor de combustión a partir del año 2035. Está claro que el vehículo eléctrico es la solución principal para descarbonizar los turismos. No obstante, su ritmo de introducción no será igual en todo el mundo y este es un negocio global. Lo esencial es abandonar los combustibles fósiles y aprovechar las reducciones de emisiones que podemos conseguir ya, no solo esperar a que tengamos un parque completamente eléctrico. Y hay sectores, como los vehículos pesados, en los que tenemos que trabajar en otras alternativas como el hidrógeno, utilizándolo en pilas de combustible o en motores térmicos. Como empresa, debemos gestionar bien la transición y ofrecer las mejores soluciones en todos los mercados.
Se ha mostrado partidario de impulsar una fiscalidad inteligente para fomentar el coche eléctrico ¿Qué modelo hay que implementar?
No se trata solo de fomentar el coche eléctrico. Se trata de facilitar la renovación del parque, fomentando las alternativas que contribuyen a la descarbonización. Creo que hay aligerar la fiscalidad en la compra, sobre todo en los vehículos de menores emisiones. Esto es esencial para que alcancemos rápidamente un parque menos contaminante. En la fiscalidad del uso, se puede mejorar su relación con las emisiones y la contaminación. Son muy importantes también medidas positivas para los coches más sostenibles; acceso a ZBE (Zona de Bajas Emisiones), carriles específicos, aparcamiento preferente y similares.
¿Existe un conflicto de objetivos entre la sostenibilidad ecológica y la económica?
No debería existir. El conflicto nace si planteamos plazos irrealizables y prescripciones cerradas de tecnología. En Bosch, creemos que tiene que existir un equilibrio entre los intereses económicos, los sociales y los ecológicos. Para conseguir ese equilibrio son esenciales la tecnología y la innovación. La introducción del coche ‘cero emisiones’ debe ser asequible para el público y eso lleva tiempo. La industria del automóvil ha conseguido poner más tecnología en los vehículos, haciéndolos más seguros y sostenibles, manteniendo su precio.
Así, defendemos la “democratización” de la tecnología: tenemos que ver qué tecnologías son las necesarias para alcanzar el objetivo de una movilidad sostenible y, a partir de ahí, como se ha conseguido hasta ahora, intentar que sean, progresivamente, accesibles para todo el mundo. Por otro lado, hay que tener en cuenta también el aspecto social. Según nuestros datos, por cada diez empleados que trabajan en una fábrica de componentes diésel, solo es necesario uno en el caso de los eléctricos. Por eso, necesitamos plazos razonables para poder crear nuevos puestos de trabajo asociados a las nuevas tecnologías.
La electrificación es la piedra angular de la descarbonización. En un mundo climáticamente neutral y con la energía utilizada como arma política y geoestratégica, ¿qué papel va a desempeñar el hidrógeno verde?, ¿es una alternativa a las baterías de litio?
Pensamos que promover el hidrógeno verde debería de ser un objetivo político principal. Europa requiere una economía del hidrógeno para lograr la neutralidad climática. Para cumplir con los ambiciosos objetivos climáticos, se deben combinar diferentes caminos tecnológicos y, en vista de la urgencia para alcanzarlos en Europa, el hidrógeno se puede utilizar siempre que existan obstáculos físicos o económicos para la electrificación directa de un sector específico, tal como puede ser el transporte de largo recorrido con camiones pesados.
A medio y largo plazo, el hidrógeno ayudará a eliminar la dependencia de la industria de los combustibles fósiles y, por lo tanto, servirá para acelerar esta transición. La disponibilidad de hidrógeno debe incrementarse en todos los sectores mediante una expansión masiva de la electrólisis doméstica y la implantación de energías renovables. El hidrógeno puede ayudar a rentabilizar la generación de electricidad renovable, evitando su desconexión cuando no hay demanda. Bosch está preparada para el hidrógeno y ofrece una gama de productos y sistemas que pueden funcionar con esta energía: calderas de calefacción, pilas de combustible estacionarias, pilas de combustible móviles, componentes para electrolizadores y, en el futuro, motores impulsados por hidrógeno.
«EN BOSCH, CREEMOS QUE TIENE QUE EXISTIR UN EQUILIBRIO ENTRE LOS INTERESES ECONÓMICOS, LOS SOCIALES Y LOS ECOLÓGICOS Y PARA CONSEGUIR ESE EQUILIBRIO SON ESENCIALES LA TECNOLOGÍA Y LA INNOVACIÓN»
Hay muchos proyectos de I+D trabajando para encontrar alternativas al litio, pero ¿hay alguno comercialmente viable?
Hay numerosos proyectos que buscan, no solo encontrar alternativas al litio, sino a otros materiales empleados en los sistemas de propulsión neutros en carbono que consigan abaratar y, por lo tanto, democratizar esa movilidad cero emisiones. En Bosch, tenemos puestas grandes esperanzas en que la computación cuántica ayude a este objetivo. Por eso, Bosch se ha asociado recientemente con IBM para utilizar la simulación de materiales por computación cuántica para encontrar, en los próximos diez años, sustitutos a los metales preciosos y las tierras raras empleados en el motor eléctrico y en la pila de combustible. Además, estamos interesado en nuevos imanes para motores eléctricos que sean más ligeros, compactos y eficientes, y que estén más fácilmente disponibles, lo que también hará que sean más ecológicos que, por ejemplo, las tierras raras.
La sostenibilidad plantea un reto para la innovación y el talento. Como proveedor de tecnología muy avanzado, ¿qué aporta Bosch a la Industria 4.0?
Bosch reconoció el potencial de la Industria 4.0 desde el principio y somos pioneros en este campo. Exploramos nuevas soluciones en nuestras propias plantas y, posteriormente, las trasladamos a la parte comercial de nuestro negocio para poderlas vender al mercado. Además, los proyectos de Bosch ofrecen un beneficio medible: nuestras soluciones conectadas aumentan la productividad hasta en un 25%, incrementan la disponibilidad de las máquinas hasta en un 15% y reducen los costes de mantenimiento en otro 25%. Por otro lado, el sector industrial representa alrededor de una quinta parte de las emisiones mundiales de CO2 y la industria debe y puede desempeñar un papel crucial en la acción climática y medioambiental.
En febrero de 2020, Bosch se convirtió en la primera empresa industrial a nivel mundial en lograr una producción neutra en carbono en sus más de 400 localizaciones en todo el mundo. Es decir, las fábricas verdes son una realidad en nuestra empresa. Además, la eficiencia energética es un pilar básico que ayuda a maquinaria y equipos a consumir menos energía y aquí es donde entra en juego la digitalización, que también ayuda a identificar dónde se consume energía. Por otro lado, la inteligencia artificial nos ofrece aún más posibilidades para ayudar a reducir los costes energéticos de las fábricas.
¿En qué consiste su servicio de modelización de emisiones para las denominadas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en las ciudades?
Para mejorar la calidad del aire en ciudades, Bosch ofrece soluciones innovadoras que registran y simulan emisiones con precisión. Actualmente, la calidad del aire se mide, con frecuencia, solamente en ciertos puntos y con equipos estacionarios muy grandes y costosos. Además, los resultados de una única estación se toman, a menudo, como representativos de la calidad del aire general en una ciudad. Bosch ha desarrollado un nuevo sistema de monitorización de contaminantes en el aire que se puede desplegar de manera flexible por toda la ciudad.
Nuestros monitores de calidad del aire proporcionan lecturas precisas sobre agentes contaminantes tales como óxidos de nitrógeno y partículas, así como sobre otros factores como la humedad y la temperatura, información importante para medir la calidad del aire local. Posteriormente, estos datos se suben a la nube donde se realiza su evaluación. Conocer con precisión qué contaminantes hay, dónde se encuentran las mayores acumulaciones y hacia dónde se están propagando, permite que las autoridades puedan tomar medidas rápidamente y, de esta forma, mejorar la calidad del aire en todo momento.
«BOSCH SE ESTÁ CONVIRTIENDO EN UNA EMPRESA AIOT, BASADA EN DATOS, QUE CONECTA PRODUCTOS EN TODOS LOS CAMPOS Y LOS HACE CONTINUAMENTE MÁS INTELIGENTES»
Esta transformación disruptiva plantea una nueva cultura de asociación y colaboración entre empresas para hacer frente a las necesidades de formación y empleo. ¿El software hará de Bosch una empresa diferente?
En los últimos años, Bosch ha pasado de ser una empresa eminentemente de hardware a ser una empresa de software, aunque sin olvidarnos de nuestros productos tangibles. Hoy en día, nos hemos convertido en una empresa líder mundial en IoT y seguimos invirtiendo en ello. Así, Bosch va a invertir en los próximos tres años otros diez mil millones de euros en la transformación digital de nuestro negocio. Para nosotros, la conectividad es mucho más que tecnología, pues afecta a todos los ámbitos de la vida: hace que la movilidad sea más fácil, las ciudades más inteligentes y las fábricas más productivas.
Bosch emplea unos 44.000 ingenieros de software en todo el mundo. Además, la inteligencia artificial (AI) combinada con la conectividad (IoT) es una fuerza impulsora del progreso en nuestra sociedad. Bosch se está convirtiendo en una empresa AIoT, basada en datos, que conecta productos en todos los campos y los hace continuamente más inteligentes. Para 2025, cada producto de Bosch estará equipado con inteligencia artificial o habrá sido desarrollado o fabricado con su ayuda. Con estos desarrollos somos una empresa capaz de aportar soluciones más completas, más ágil y un empleador aún más atractivo para las nuevas generaciones, los nativos digitales.