Paul LaRocco y David M. Schwartz desentrañaron documentos ocultos de un famoso caso de contaminación de aguas subterráneas en Long Island, en el estado de Nueva York. Los reporteros de Newsday rastrearon informes de encubrimiento gubernamental y corporativo por décadas.
En un seriado de reportajes han desvelado la contaminación del agua subterránea en la antigua propiedad Grumman. Una empresa que estuvo dedicada al diseño y fabricación de aeronaves civiles y militares en el siglo XX.
Señalan que Grumman alimentó y probó aviones de la Marina de Estados Unidos afectando el río Peconic y los pozos de agua privados durante décadas de inacción tanto del gigante aeroespacial como del Pentágono, su socio militar.
La publicación le valió a LaRocco y Schwartz, un reconocimiento como el Reportaje de Investigación sobresaliente sobre el Medio Ambiente en 2020 de la Sociedad de Periodistas Ambientales (SEJ en inglés).
“Aunque la contaminación del agua subterránea se conoce desde hace décadas, esta historia entrelaza la historia económica y social de Grumman en Long Island. Con descubrimientos de pruebas que iluminan lo que la compañía y los reguladores sabían y cuándo lo sabían. Los reporteros despliegan una historia fascinante en un estilo que combina hábilmente la exposición con una historia sombría», señala el jurado del premio.
LaRocco y Schwartz se refirieron a la contaminación del agua subterránea que se extendía desde la antigua propiedad Grumman en Bethpage. Esta había sido una de las historias ambientales locales más cubiertas en la década anterior. «Pero la historia más profunda, que abarca más de 70 años, nunca se había contado. Al principio, realizamos entrevistas y revisamos material de archivo y registros judiciales. Simplemente para ver si había una nueva historia que escribir”, añadieron,
Contaminación de las aguas de Long Island
Dijeron que la investigación les había permitido proporcionar un relato amplio y completo de cómo se había producido la peor crisis ambiental de la región. «Lo que realmente elevó el proyecto fue nuestro descubrimiento de una oscura demanda civil federal, presentada por las aseguradoras de Grumman. Contenía un tesoro de documentos confidenciales destinados a ser sellados. Estos dejaron en claro que la compañía y los reguladores habían engañado activamente al público sobre la gravedad de la contaminación de aguas subterráneas y quién era el responsable. Además, habían retenido durante mucho tiempo información crítica que podría haber ayudado a evitar que empeorara”, relataron
Sostienen los periodistas que muchos residentes están convencidos de que los cánceres han experimentados ellos y sus seres queridos son atribuibles a lo que ocurrió en el sitio de Grumman. «Pero a falta de estudios definitivos, dependía de nosotros sopesar sus sentimientos con el hecho de que simplemente no podemos establecer de manera concluyente del vínculo con los productos químicos que se encuentran en grandes cantidades en las agua subterráneas”, aclararon.
Entonces, recordaron, fue una situación delicada. Entre contar sus historias sin causar una alarma indebida sin parecer minimizadores. Algo que hubiera jugado a favor de los contaminadores que buscan evitar la responsabilidad legal y financiera. Esto requirió precisión en la redacción y una investigación diligente de la ciencia. Al final, decidimos enfocar esa parte del proyecto más en algo que era indiscutible: si la contaminación ha llevado a un aumento de los cánceres en la comunidad, que ha tenido un alto costo psicológico en los residentes.
Engaños y encubrimientos de Grumman
LaRocco y Schwartz sabían que quienes contaminaron de las aguas subterráneas de Long Island habían buscado durante mucho tiempo limitar su responsabilidad . “Pero muchos de los documentos internos y la correspondencia con los reguladores que obtuvimos, revelaron un esfuerzo mucho más extremo de lo que imaginamos”, cuentan.
Precisaron que un consultor de Northrop Grumman había proporcionado a los reguladores un historial detallado de las prácticas de eliminación de desechos. Justo, en una parcela de tierra que luego había sido donada a la ciudad para un parque. Pero cuando se descubrió que esa tierra estaba contaminada y era la fuente de la peor contaminación del agua subterránea, la compañía pidió a otro consultor que literalmente reescribiera esa historia para decir que las actividades de eliminación allí «no se entendían bien». «Encontrar estas cosas requirió leer en profundidad documentos regulatorios densos que de otra manera parecían infructuosos», apuntan.
El contenido de los documentos confidenciales fue tan impactantes que decidieron liderar la serie con una historia dura acerca de cómo el problema llegó a ser tan severo como lo es hoy. «Es realmente espantosa profundidad y amplitud del engaño y minimización de los contaminadores y reguladores durante décadas”, afirmaron.
Premios al esfuerzo periodístico
LaRocco y Schwartz comentaron que algunas de las personas que tuvieron un papel destacado en la lucha contra esta contaminación de las aguas de Long Island son personajes vibrantes por derecho propio. Manifestaron que “cuando se cree que hay suficiente material para un proyecto. O que ha leído todos los documentos que puede leer, siempre hay más. Revisar y desafiar constantemente nuestras conclusiones, nos llevó a leer y releer el material original de una manera que descubrimos cosas que nos habíamos pasado por alto”, contaron.
Señala SEJ Journal que el proyecto Plume ganó el primer lugar por escritura ambiental en los premios National Headliner Awards de 2021. Fue finalista por excelencia en reportajes ambientales en los Premios Scripps Howard de 2021. Y fue semifinalista en el Premio Goldsmith de reportajes de investigación 2021. También ganó numerosos premios estatales y regionales, incluido un Emmy de Nueva York.