Las momias guanches, como la mayoría de la gente las conoce, están envueltas en el misterio y la contradicción. Desde hace varios años los historiadores han tratado de indagar en los orígenes pero han surgido muchas contradicciones. A través de un documental de RTVE se podrán conocer todos los secretos de la momificación indígena en las Canarias, así como el origen y el aspecto de sus primeros pobladores. Para realizarlo se analizaron 21 cuerpos momificados de los autóctonos que se han conservado en los museos nacionales.
Todo comenzó durante el siglo III. En Canarias no se usaba ninguna sustancia durante el proceso de embalsamado, así que lo más correcto para el momento fue usar el término xaxo (también llamado mirlado), que significa enjuto o desecado. Pero hasta el día de hoy se conservaba muy poca información acerca de los detalles de la momificación.
Los guanches aprendieron de los egipcios el arte de momificar, según se explica en el documental. Pero las técnicas de momificación de egipcios y canarios tenían una gran diferencia, mientras los habitantes del valle del Nilo extraían las vísceras a los difuntos, los guanches no. Por tanto, la información que de estos últimos cuerpos se ha logrado en los laboratorios es mucho mayor, ya que, por ejemplo, se ha podido extraer el ADN fácilmente y conocer así el lugar de su enigmático origen.
Todo sobre el proceso de los xaxos
Cuando un guanche fallecía, independientemente de que fuera hombre o mujer, su cuerpo era sometido a un tratamiento de momificación (xaxo). El tratamiento consistía en ser embadurnado con una mezcla de hierbas, savia de drago, piedra pómez, tierra y restos volcánicos que, además, eran introducidos en el cuerpo por boca y ano. Luego el cadáver era dejado al sol durante 15 mañanas consecutivas, mientras que las hogueras le acompañaban durante 15 noches. Se lograba así una deshidratación mayor que la que los egipcios conseguían en 70 jornadas. Posteriormente el cadáver, ya desecado, se guardaba en una de las numerosas grutas volcánicas de la isla. En teoría, hasta la Eternidad.
Aunque esta práctica se le atribuyó en principio a sacerdotes, quienes se encargaban de la tarea eran las personas apartadas de la sociedad, que vivían lejos de los poblados y no formaban lazos afectivos con los demás. Vestidos con largas pieles y el rostro pintado de blanco, se encargaban de todos los preparativos sin dirigir la palabra a nadie.
Una vez terminado el mirlado, que se hacía durante el velatorio, se encargaban de depositar el xaxo en una cueva apartada del asentamiento, sobre un lecho de madera y ramas. Después sellaban la entrada con piedras para protegerla del clima y los animales. En el sudario (envoltorio de pieles) se hacía una marca. El mismo símbolo que se le pintaba al envoltorio del difunto, se pintaba en una pequeña bandera que se entregaba a sus familiares, con objeto de que pudieran reconocerlo en el futuro.
«Las momias guanches», el documental
A lo largo de los últimos cinco años se han estudiado a fondo más de 20 momias guanches. Un fascinante estudio interdisciplinar que ha contado con pruebas de ADN, estudios radiológicos de última tecnología, análisis de carbono-14, datación en acelerador de partículas, reconstrucciones forenses o exámenes con luz ultravioleta.
Gracias al estudio en TAC, a técnicas forenses de reconstrucción y al escultor forense Juan Villa, el documental desvela en exclusiva cómo fue el rostro de la momia guanche mejor conservada del mundo, hallada en el Barranco de Herques a mediados del siglo XVIII y conservada en el Museo Arqueológico Nacional.
Esta momia es una de las reliquias más importantes de la cultura canaria. La historia de este espécimen proporciona el hilo narrativo necesario para describir el modo de vida y tradiciones de los aborígenes canarios. El documental trata a su vez de localizar la mítica Cueva de las Mil Momias, un lugar arqueológico de inmenso valor rastreado desde hace siglos sin éxito.
Para el documental colaboraron el Museo Arqueológico Nacional, el de Arqueología y Naturaleza de Tenerife, la Universidad de la Laguna y la clínicas Quirón Salud y Hospiten. Lo dirige Regis López, de la productora Story Producciones.
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