Argentina se prepara para recibir a los líderes mundiales por la reunión del G-20, que se realizará desde el 30 de noviembre al 1 de diciembre en la ciudad de Buenos Aires. Por ello, el Gobierno de Mauricio Macri afirmó este martes que trabaja con gobiernos extranjeros para identificar y bloquear la entrada de potenciales agitadores.
Asimismo, el Gobierno argentino prometió que iría tras los anarquistas y manifestantes anticapitalistas que intenten interrumpir la cumbre. Ya grupos locales de izquierda planean marchas contra la reunión y han invitado a activistas de todo el mundo a unirse. Sin embargo, han admitido que tampoco tolerarán la violencia.
El país sudamericano, que vive una oleada de protestas por el programa de austeridad, no quiere que se repita el caos que ensombreció la cumbre de líderes de países industrializados y en desarrollo que se realizó el año pasado en Hamburgo, Alemania, cuando manifestantes incendiaron autos y bloquearon calles y puentes.
«No vamos a permitir acciones violentas y aquellos que quieran pasar la raya van a tener que atenerse a las consecuencias penales de esas conductas», dijo a la prensa la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
En conferencia de prensa dimos a conocer los detalles sobre el operativo de seguridad y transporte para la Cumbre de Líderes del @g20org.https://t.co/5QFcHddh8P pic.twitter.com/uah2PqrKgr
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) November 20, 2018
El evento estará protegido por 22.000 policías y 700 agentes del Ministerio de Seguridad. Bullrich agregó que el gobierno ha contactado a varios servicios de seguridad extranjeros, incluidos los de Estados Unidos, Gran Bretaña, Brasil, Italia y España, entre otros, y que las personas que enfrentan cargos no podrán ingresar al país.
Sin amenazas extranjeras hasta ahora
Fuentes familiarizadas con las evaluaciones del Gobierno de Estados Unidos dijeron que Washington no estaba al tanto de ninguna amenaza seria de ataques o interrupciones de la reunión del G-20. Dijeron que la relativa lejanía de Argentina podría disuadir a algunos manifestantes de viajar hasta allí.
Al preguntarle si algún miembro de grupos internacionales con ideologías de tendencia violenta había intentado ingresar a Argentina, Hernán Lombardi, coordinador técnico de la reunión, dijo: «Hasta ahora no ha habido señales de eso».
Generalmente, diciembre es un mes en que las protestas por problemas económicos se agravan en el país sudamericano, lo que podría ser un factor adicional para la seguridad.
Las autoridades cerrarán un área de 12 kilómetros cuadrados alrededor del centro de convenciones «Costa Salguero», a orillas del río, donde se realizará la cumbre.
Gran parte de la ciudad y su sistema de transporte serán vedados y el tráfico en el Río de la Plata, la principal vía de carga de Argentina, será suspendido.
Leer más mundo en Cambio16.