Por Cambio16
23/11/2016
Dos semanas después de su victoria electoral, el presidente electo Donald Trump comenzó a dar marcha atrás a algunas de sus más viscerales promesas de campaña, incluyendo su línea dura sobre el cambio climático y su empeño por «encarcelar» a Hillary Clinton que tanto cantó en sus mítines.
Un alto asesor dijo que Trump se centra ahora en los asuntos que son esenciales para la creación de su administración y no en los comentarios que hizo durante el calor de la campaña.
Este martes, después de un año de pugna, Trump se reunió con periodistas y editores de The New York Times. No había ofrecido en una rueda de prensa formal, por lo que podría decirse que el mandatario electo le concedió su primera conferencia a uno de los medios que más criticó durante su campaña. Allí fue consultado sobre puntos álgidos.
El primero, sobre los conflictos de interés que pueda traer el ejercicio de su legislatura con sus muchos negocios, a lo que respondió que «esta completamente consciente que el presidente no puede tener conflictos de intereses». También tomó una firme postura con lo que se ha denominado la «derecha alternativa» -término que se ha venido utilizando para calificar al movimiento de ‘supremacía blanca’-. Aunque está consciente que celebran su victoria, se aventuró a decir que «no quiero dar energía a esos grupos. Y si están energizados, quiero averiguar por qué «.
Sin daños a terceros (Clinton)
Pero quizá lo que más le sorprendió a los del NYT fue su postura ante Hillary Clinton. Recordando los del rotativo la retórica incendiaria que tuvo el republicano contra la demócrata durante toda la campaña, este martes, la reacción de Trump fue totalmente distinta. «No quiero hacerle daño a los Clinton (…) Ella -Hillary- pasó por un montón de cosas y sufrió mucho de muchas maneras diferentes.»
Aunque se negó a descartar definitivamente un proceso judicial en contra de la excandidata, dijo, «No es sólo algo que me parece muy importante».
Trump había prometido durante la campaña de usar su poder presidencial para nombrar a un fiscal especial para investigar a su rival demócrata por el uso de su servidor de correo electrónico privado como secretaria de Estado y lo que él llama los «esquemas de pago» a la Fundación Clinton.
Y finalmente, la otra sorpresa fue su «nueva» postura ante el calentamiento global, que cuestionó repetidamente durante su campaña argumentando que se trata «de un engaño perpetrado por los chinos hacer daño a los fabricantes de EE.UU con regulaciones ambientales. «Voy a mantener la mente abierta sobre el tema. Creo que hay algo de conexión entre la actividad humana y los cambios climáticos».
Finalmente, aseguró el empresario que sus propios negocios son «poco importantes» en comparación con la presidencia, pero también dijo que ahora cree que podría seguir dirigiéndolos al mismo tiempo, si quisiera.