Mediante el proyecto ‘Los jardineros del mar’, Innoceana restaura las praderas marinas de las Zonas Especiales de Conservación de Tenerife
Después de un estudio previo de los sebadales en la franja marina de Tenerife entre Teno y Rasca, la entidad medioambiental Innoceana, ha creado protocolos que sirven de modelo para futuras investigaciones y posterior restauración, trasplantando sebas de otras zonas mediante técnicas innovadoras, con buenos resultados. Su proyecto se ha utilizado también como herramienta en planos educativos mediante un kit de metodología.
El proyecto de restauración de las praderas marinas Los jardineros del mar, impulsado por Innoceana, ha sido recientemente distinguido con el galardón Economía Azul en los Premios Canarias de Economía Sostenible, otorgados por CaixaBank y la Fundación La Caja de Canarias. ¿En qué consiste y por qué se ha distinguido esta iniciativa?
La economía azul es un concepto que está ganando cada vez más relevancia en el ámbito empresarial y social. Resulta un desafío pensar en qué NO es economía azul, especialmente en un archipiélago como Canarias. Este premio reconoce el esfuerzo de nuestra organización, que ha dedicado seis años de arduo trabajo, gran parte de ellos bajo el mar, promoviendo la protección de los sebadales o pastos marinos de Canarias.
¿Hasta qué punto la economía sostenible supone una oportunidad de negocio y fomenta un impacto positivo en el medio ambiente y la creación de empleo?
La sostenibilidad se ha definido durante mucho tiempo como “satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas”. Sin embargo, ese concepto de “futuras generaciones” ha evolucionado a “generaciones presentes”, ya que estamos viviendo en primera línea los efectos del cambio climático y de un sistema productivo insostenible.
En Canarias, por ejemplo, se priorizó un turismo masivo y externalizado, y ahora estamos viendo las consecuencias: pérdida de biodiversidad, destrucción de paisajes, pérdida de cultura y empleos precarios. Optar por un modelo sostenible ya no es solo una oportunidad; es la única vía posible para que las empresas prosperen y para preservar la identidad de lugares tan únicos como Canarias.
¿Por qué son importantes los sebadales marinos? ¿Por qué se les conoce como ‘ingenieros de ecosistemas’?
Los sebadales son plantas marinas que crecen a profundidades de 10 a 20 metros. En Canarias, usamos el término “sebadal” para referirnos a esta especie, cuyo nombre científico es Cymodocea nodosa. Estos ecosistemas se consideran “ingenieros” porque transforman su entorno y sirven como refugio para muchas otras especies.
Además, producen oxígeno en cantidades superiores a las plantas terrestres y secuestran grandes cantidades de dióxido de carbono, convirtiéndose en aliados clave contra el cambio climático. También previenen la erosión costera al fijar la arena al fondo marino con sus raíces.
Valorar económicamente los ecosistemas es complejo. Una forma de hacerlo es a través del coste social del carbono, que estima los daños que el carbono causa a la sociedad y al medio ambiente. Los sebadales canarios capturan CO2 con un valor estimado superior a los 200 millones de euros.
¿Cómo se reproducen los sebadales y cómo se realiza su trasplante?
Los sebadales tienen dos métodos de reproducción: sexual, a través de semillas que se propagan por el océano, y asexual, mediante la expansión de rizomas. Innoceana utiliza el segundo método, extrayendo fragmentos de parches donantes para repoblar áreas en Tenerife. En los últimos 20 años, más de la mitad de los espacios donde crecía esta especie han desaparecido, principalmente debido a la construcción costera, la contaminación marina, la sobrepesca y el cambio climático.
¿Cuál es el valor económico de los sebadales?
Valorar económicamente los ecosistemas es complejo. Una forma de hacerlo es a través del Coste Social del Carbono , que estima los daños que el carbono causa a la sociedad y al medio ambiente. Los sebadales canarios capturan CO2 con un valor estimado superior a los 200 millones de euros.
El proyecto Los jardineros del mar también se utiliza como herramienta educativa en los centros de enseñanza. ¿Cómo funciona?
En Innoceana creemos en la ciencia abierta e inclusiva, por eso todo nuestro trabajo se refleja en plataformas educativas que donamos a colegios e institutos. En nuestra página web, también se puede encontrar material educativo accesible para todos.
Nuestros ecosistemas marinos enfrentan numerosas amenazas como la contaminación, el cambio climático y la sobrepesca. ¿Cómo podemos abordar estos desafíos globales?
La solución pasa por la educación, combinada con la vigilancia y, cuando sea necesario, la sanción. Sin embargo, todo debe comenzar con el amor por el océano. Lo que no conocemos, no podemos amar, y lo que no amamos, no cuidaremos. Las escuelas, las familias y la sociedad en general tienen un papel crucial en esta tarea.
Tradicionalmente, los bosques se consideran los principales sumideros de carbono, pero las praderas marinas, marismas y manglares también juegan un papel clave. ¿Cuál es su potencial para mitigar el cambio climático?
Los ecosistemas de carbono azul capturan carbono a través de la fotosíntesis y lo almacenan en la biomasa y los suelos, donde puede permanecer durante milenios. Afortunadamente, la comunidad científica está trabajando arduamente para entender que el océano no solo proporciona alimento, sino que también genera más de la mitad del oxígeno que respiramos y secuestra una cantidad incalculable de carbono atmosférico.
En 2019, participó en el rescate de dos ballenas jorobadas enredadas en un palangre en Costa Rica, lo que inspiró el documental Entangled in Costa Rica. ¿Cómo afecta la pesca fantasma al medio marino?
La pesca fantasma es uno de los problemas más mortales para la vida marina, pero también uno de los más solucionables. Las artes de pesca perdidas accidentalmente pueden tener consecuencias catastróficas, como en el caso de las ballenas jorobadas atrapadas. Además, las nasas abandonadas afectan a los sebadales y pueden capturar especies en peligro de extinción.
¿Qué aporta este tipo de iniciativas a la concienciación social y la motivación ciudadana?
Mostrar que existen “jardineros bajo el mar” es un poderoso mensaje que nos invita a reflexionar. Es hora de cambiar la percepción del océano como un lugar peligroso y reconocerlo como un espacio mágico, lleno de vida y belleza, y que también es nuestro hogar.
ESPECIE VULNERABLE
Las praderas marinas son uno de los ecosistemas más amenazados del mundo. A pesar de su enorme importancia, sus poblaciones están disminuyendo: en las dos últimas décadas ya se ha perdido el 50% de las praderas de Cymodocea nodosa en Canarias. El declive puede deberse a varios factores, entre ellos, la urbanización costera, el empeoramiento de la calidad del agua, las prácticas pesqueras destructivas y los fondeos incontrolados. Por todo ello, las praderas marinas de Cymodocea nodosa están incluidas actualmente en el Catálogo Español de Especies Protegidas en la categoría de ‘Vulnerables’.
La Ley de Restauración de la Naturaleza de la Unión Europea busca restaurar al menos el 20% de las zonas terrestres y marítimas para 2030. ¿Qué implica esta norma?
Esta ley es revolucionaria porque obliga a estudiar los ecosistemas degradados y entender las causas de su degradación. Para restaurar ecosistemas degradados, primero debemos detener las actividades que los están dañando. Esto requiere un cambio de sistema y un enfoque en la protección de lo que aún está en buen estado.
En Innoceana tienen cuatro líneas de proyectos: investigación, educación, comunidad y global. ¿Qué iniciativas destacan en su memoria de actividades?
Nuestros esfuerzos se centran en la protección y conservación de corales y sebadales. La educación es fundamental para nosotros, y aunque es difícil destacar un solo proyecto, invitamos a todos a visitar nuestra web y conocer más sobre nuestro trabajo.