Por Cambio16
04/07/2018
Los niños atrapados en la cueva en Tailandia pueden estar presos allí durante meses si no se toman medidas urgentes. El caso, que ha conmocionado a todo el mundo, tuvo una gran noticia tras el hallazgo con vida de los niños y su entrenador 10 días después de que desaparecieran en la cueva de Tham Luang, en el norte de Tailandia. Pero varias dificultades hacen del rescate de los niños atrapados en la cueva en Tailandia una tarea peligrosa. Por ende, si los equipos de salvamento no logran en los próximos días rescatar a los niños que llevan más de diez días atrapados, la operación podría tener que aplazarse hasta dentro de unos meses. Poniendo en riesgo su vida.
Un equipo de dos buceadores británicos encontró a los niños atrapados en el sistema de cuevas inundadas, nueve días después de su desaparición. Su historia de resiliencia en circunstancias extremas ha cautivado a personas de todo el mundo.
Sin embargo, llevarlos a la superficie es una tarea complicada. Los ingenieros han estado extrayendo agua de la cueva durante una semana, y un respiro temporal de las lluvias también ha reducido los niveles de agua. Pero las fuertes precipitaciones que se esperan en los próximos días, cuando comience la temporada de lluvias, podrían obstaculizar seriamente los esfuerzos de rescate. Por ende, los niños podrían tener que esperar hasta varios meses para que las aguas retrocedan a niveles seguros. Y ésta es sólo una de las dificultades.
Acá, tres retos a sortear en el rescate de los niños atrapados en la cueva en Tailandia:
1. Las lluvias monzónicas
Como referimos arriba, una de las principales complicaciones para el rescate de los niños atrapados en la cueva en Tailandia es el advenimiento de las lluvias monzónicas. «Como pronostican lluvia en los próximos días, la evacuación debe acelerarse«, dijo el ministro del Interior tailandés, Anupong Paojinda, citado por The Bangkok Post. «Se utilizarán equipos de buceo. Si el agua sube, la tarea será difícil. Debemos rescatar a los niños antes de que esto suceda», advirtió el ministro.
«Los rescatistas tienen que trabajar rápido, porque para el viernes se espera una tormenta, y si la lluvia se reanuda la cueva quedará completamente inundada«, advirtió por su parte Ruengrit Changkwanyuen, un coordinador del contingente tailandés del equipo internacional de buceo en cuevas. «Si esto ocurre, será casi imposible enviar suministros o mantener el contacto con ellos».
2. La ubicación
En este momento, la única manera de sacar a los niños atrapados en la cueva en Tailandia es buceando por las partes inundadas de la gruta. No obstante, a pesar de que esta es la opción más rápida, también puede ser la más peligrosa. Se calcula que el grupo se encuentra a una profundidad de entre 800 y 1.000 metros bajo la superficie. Asimismo, a unos dos kilómetros de la entrada de la cueva. Para salir, tienen que atravesar un tramo inundado de unos 750 metros. Por otra parte, las condiciones son extremadamente difíciles. Principalmente por las fuertes corrientes, el barro, una visibilidad casi nula y pasos muy estrechos dentro del sistema de cuevas. Incluso los buzos profesionales tardan varias horas en llegar hasta el grupo desde la entrada.
3. No saber nadar
Otra de las dificultades añadidas es que los niños no saben nadar, y mucho menos bucear. Además, a pesar de que tanto los menores como el entrenador parecen estar física y mentalmente sanos, «están muy débiles», ha señalado uno de los rescatistas. «No tomaron alimento sólido durante 10 días, solo bebieron el agua que gotea de las paredes. Tienen atrofia muscular, apenas se pueden mantener en pie. Así que los están alimentando para devolverles la fuerza poco a poco», agregó el rescatista.
No obstante, incluso si los niños aprenden a bucear y disponen del equipo necesario deberán estar preparados psicológicamente para no entrar en pánico cuando buceen por grutas estrechas y aguas turbias.
Con todo, a por ellos
No obstante, los rescatistas han pedido una donación de 15 pequeñas máscaras completas de buceo, lo que parece indicar que un intento de rescate es inminente. Una máscara completa es más fácil de usar para los buceadores sin experiencia.
Para facilitar la salida de los niños, los especialistas están drenando el agua de la cueva. No obstante, su nivel desciende muy lentamente, un centímetro cada hora o menos. Aun así, incluso si consiguen reducir significativamente el nivel del agua para que los niños puedan gatear la mayor parte del camino, todavía quedarían algunos tramos bajo el agua.
«Tenemos que estar seguros al 100% de que no hay riesgo para los niños antes de evacuarlos», dijeron las autoridades.