La multinacional española Repsol en Perú reconoció que no fue “consciente” de la magnitud del derrame petrolero en la Refinería La Pampilla, en Ventanilla, hasta que el crudo llegó a las playas de Perú. Según el gobierno y los ambientalistas, se trata del “peor desastre ecológico” de la capital en la historia reciente. Señalan que la mancha de combustible alcanza los 80 kilómetros de largo de la costa.
“¿Hemos reaccionado rápido? No. No fuimos conscientes de la magnitud de este evento hasta que llegó el hidrocarburo a las playas”, dijo Jaime Fernández-Cuesta, presidente de la firma, a Latina Televisión.
El 15 de enero se reportó el aparatoso desastre ambiental ocurrido en las costas de Perú. Un derrame de alrededor de 6.000 barriles de petróleo de una refinería operada por Repsol ha contaminado playas de varios distritos de Lima y del Callao. El presidente señaló que la compañía tuvo un «error de percepción» sobre la magnitud del derrame de petróleo y que recién conoció el impacto del «desastre ambiental» al día siguiente del suceso.
“Hasta el día siguiente, las 2 de la tarde, quizás no fuimos conscientes de la magnitud de este evento. Como no lo era nadie porque no habíamos detectado hidrocarburos en el mar”, añadió.
Fernández-Cuesta explicó que han demostrado «que algo raro estaba sucediendo en el mar del Callao. Pues nunca una fuerza súbita, extraordinaria, ha sido capaz de arrancar de cuajo dos tuberías» de la refinería de La Pampilla, cuando era abastecida de crudo por un barco.
La empresa sostiene que un oleaje anómalo provocó que las tuberías de suministro del petróleo se desconectaran y generaron el derrame. Precisamente el día que la erupción volcánica en la remota isla de Tonga y motivó alertas de tsunami en Ecuador y Chile.
Emergencia ambiental ante derrame petrolero en Perú
El Ministerio del Ambiente estimó que unos 6.000 barriles de crudo se habían derramado en una zona biodiversa del pacífico peruano. Muchos más de los siete galones que Repsol reportó inicialmente a las autoridades cuando sucedió el desastre.
Ante los alarmantes acontecimientos, el gobierno declaró la emergencia ambiental por 90 días para combatir el derrame petrolero en las costas de Perú. Precisó que 21 playas son un “grave riesgo para la salud” e instó a las autoridades distritales a restringir el acceso.
También refirió que la mancha de petróleo en la superficie marina se extendía por un área equivalente a 320 canchas de futbol. Mientras Juan Carlos Riveros, de la ONG Oceana Perú indicó que la mancha de combustible alcanza 80 kilómetros de largo en la costa.
“Estamos ante uno de los ecocidios más grandes que se han suscitado en nuestras costas” dijo el presidente Pedro Castillo. “Desde el Estado se han dispuesto acciones penales, civiles y administrativas”.
En ese sentido, el ministerio del Ambiente dijo que Repsol podría tener que pagar multas por alrededor de 36 millones de dólares. Y acusó a la empresa de no haber notificado a tiempo a las autoridades y no describir correctamente la magnitud del derrame, recogió The New York Times.
Repsol ha insistido en que “estamos comprometidos en remediar los efectos del derrame de petróleo en Ventanilla, Perú. Aclarar lo sucedido, cómo lo hemos atendido y cómo seguiremos trabajando”.
Asimismo informó que está realizando una investigación interna sobre el derrame. “Reafirmamos nuestro compromiso para responder de manera efectiva y transparente al público. Y a las autoridades competentes, priorizando a las personas y las comunidades”, añadió la petrolera.
Leonardo DiCaprio compartió el viernes pasado un vídeo en redes sociales en el que se ve la magnitud del desastre ambiental. El actor, también ambientalista, publicó imágenes realizadas con dron que recorre parte de los aproximadamente 50 kilómetros de costa peruana manchados de negro por el crudo.
Biodiversidad severamente afectada
Las aguas del Pacífico peruano son famosas por su biodiversidad atribuíble a la corriente fría de Humboldt. Así como abundante en plancton, que recorre su costa y sustenta a una rica cadena de vida marina que va desde anchovetas y delfines hasta aves. Cuyo excremento —el guano— se recolecta y vende como fertilizante orgánico.
Los medios y las redes sociales han mostrado el crudo flotando en las costas de varias playas, pingüinos muertos y otras aves marinas cubiertas de petróleo. Miles de funcionarios y voluntarios se dedican a extraer el combustible, pero el avance es lento.
Juan Carlos Riveros Riveros calificó la operación de limpieza como “tremendamente improvisada”. Dijo que vio que los trabajadores contratados por Repsol intentaban emplear recogedores, cubetas, carretillas y bolsas plásticas para retirar el petróleo crudo. Y los voluntarios han estado tratando de ayudar, pero muchos carecen de la protección adecuada y las autoridades informaron que dos han sido hospitalizados.
“El petróleo va a estar meses en el mar”, dijo Rivero, activista de la ONG Oceana Perú. “Va a afectar nuestra fauna. Va a afectar nuestra comida, nuestra salud y va a afectar nuestras playas”.
Por otra parte, el Parque de Las Leyendas busca salvar aves marinas y especies en peligro de extinción afectadas por el derrame petrolero en las costas de Perú. Más de 40 aves, entre ellas pingüinos de Humboldt, una especie en peligro de extinción, fueron rescatadas en estado crítico por brigadistas de las playas. Y reservas naturales de los distritos de Ventanilla, en la provincia del Callao y Ancón, en Lima.
“El pronóstico de las aves es reservado. No es una cosa habitual que esto ocurra y tratamos de hacer lo mejor posible”, dijo a la AFP la bióloga Liseth Bermúdez, del Parque.
Tratan de salvar la vida a miles de aves
Decenas de personas de colectivos de defensa de los animales, pescadores y ciudadanos realizaron este domingo un plantón de protesta frente a la empresa Repsol en el distrito de Ventanilla. Llevaban carteles con consignas como “Repsol hazte cargo” y “El crimen ecológico no quedará impune”.
El biólogo Guillermo Ramos, del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), alertó que si la mancha de petróleo avanza y no se actúa rápidamente seguirán muriendo aves y animales marinos.
En Perú más de 150 especies de aves dependen del mar para alimentarse y reproducirse. Las aves habitan en los islotes, reservas naturales, y a lo largo del litoral. “Acá ha habido una afectación de todo tipo. Se ha encontrado de todo”, comentó Ramos.
“Salvar a las aves es de vida o muerte. Si la mancha de petróleo sigue obviamente va a haber el peligro de más muertes. Las especies se alimentan de crustáceos, peces que ya están contaminados”, alertó.
Entretanto, la Marina de Guerra indicó que investiga las causas de derrame petrolero en Perú. Argumentó que, “ante la información vertida en algunos medios de comunicación y a fin de evitar especulaciones, la Autoridad Marítima Nacional ha abierto un proceso sumario. El propósito es determinar las causas de ese incidente y sus responsables”.
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