El posicionamiento de Repsol como empresa líder en la transición energética, en el marco de la lucha contra el cambio climático, ha sido uno de los aspectos principales tratados en la Junta General de Accionistas de la empresa petrolera, celebrada este viernes en Madrid. En este sentido, el objetivo de la compañía es suministrar energía con las menores emisiones posibles. La meta es reducir su intensidad de CO2 en un 40%, para el año 2040.
En el encuentro, se resaltó el hecho de que Repsol ha dado un importante paso en su compromiso de ser un factor clave en la transición energética.
Durante el pasado ejercicio, Repsol obtuvo el mayor resultado de los últimos ocho años, consolidando su crecimiento como proveedor multienergía.
Así mismo, la Junta General de Accionistas de Repsol aprobó una retribución al accionista equivalente a unos 0,525 euros brutos por acción.
Una transición energética «ordenada y posibilista»
El Presidente de Repsol, Antonio Brufau, defendió en la Junta General de Accionistas que la transición energética en España sea “ordenada y posibilista”. Aseguró que, de lo contrario, “se corre el riesgo de destruir una parte esencial del valor de nuestro país”.
En su intervención ante los accionistas de la compañía, el ejecutivo subrayó el compromiso de Repsol en la lucha contra el cambio climático. Igualmente, reivindicó el papel de la industria en la creación y mantenimiento de las economías desarrolladas. “La industria genera trabajos de gran valor añadido y salarios dignos, crecimiento, investigación y futuro”, dijo.
Brufau abogó por la neutralidad tecnológica para afrontar el proceso de transición energética de manera que se siga generando valor a través de la industria. Ello permitirá avanzar en la creación de riqueza y empleo.
El objetivo de Repsol es suministrar energía con las menores emisiones posibles de CO2, reduciéndolas un 40% en 2040. En ese esfuerzo prevé fortalecer los negocios bases de gas y petróleo, participar activamente en el desarrollo de las energías renovables, ofrecer un servicio global de energía a los clientes y ser una multinergética sostenible.
Posicionamiento como compañía multienergía
Durante el pasado ejercicio, Repsol obtuvo un beneficio neto de 2.341 millones de euros. Éste es el mayor resultado de los últimos ocho años. Para este logro, la empresa se ha apoyado en la solidez de los negocios y la fortaleza del modelo integrado.
Así lo afirmó el Consejero Delegado, Josu Jon Imaz, durante su presentación en esta Junta General de Accionistas. El directivo resaltó el crecimiento experimentado por la compañía como proveedor multienergía, gracias a su flexibilidad y capacidad de adaptación.
De 2018, Josu Jon Imaz destacó que “Repsol ha dado un importante paso en su compromiso de ser un jugador clave en la transición energética”. Para ello, ha lanzado, entre otras iniciativas, Repsol Electricidad y Gas. Este programa ya cuenta con 870.000 clientes en España.
Repsol se ha establecido como objetivo tener 2,5 millones de clientes en 2025 y 4,5 gigavatios (GW) de potencia instalada a esa fecha, frente a los 2,9 GW con que cuenta en la actualidad.
Con la compra de los activos no regulados de Viesgo y su comercializadora, Repsol reforzó su posición como operador multienergía. De esta manera, suma una capacidad total instalada de 2.952 MW. A estas iniciativas se han añadido otras, la adquisición del proyecto fotovoltaico Valdesolar.
2018 ha sido un gran año en el que reforzamos nuestra posición como multienergética y avanzamos en la #TransiciónEnergética pic.twitter.com/sMqaoZSBOj
— Repsol (@Repsol) May 31, 2019
Por medio de estas incorporaciones, Repsol alcanzará más del 70% de su objetivo estratégico de capacidad de generación baja en emisiones, fijado para 2025 en 4.500 MW.
Imaz también subrayó la evolución que están experimentando los negocios tradicionales de la compañía. En este sentido, puso como ejemplo la expansión llevada a cabo en México, con la apertura de 180 estaciones de servicio; el lanzamiento, junto a Kia, del servicio de carsharing Wible, y la mejora del portafolio de activos en Upstream.
Repsol tiene previsto invertir 2.500 millones de euros en negocios de bajas emisiones en el periodo 2018-2020.
Programa de retribución al accionista
La Junta General de Repsol aprobó una retribución al accionista equivalente a unos 0,525 euros brutos por acción. Ello, a través del Programa “Repsol Dividendo Flexible” y en sustitución del dividendo complementario del ejercicio 2018.
Esta retribución se suma a la que la compañía aprobó, como parte del mismo programa y en sustitución del tradicional dividendo a cuenta de 2018, por un importe equivalente a unos 0,425 euros brutos por acción.
De esta manera, la retribución total al accionista aumentará hasta el equivalente a los 0,95 euros por acción. Esto es un 5,56% superior a la del ejercicio anterior. Según establece la actualización de la estrategia de la compañía a 2020, Repsol incrementará el dividendo hasta situarlo en un euro por acción.
También acordaron mantener el programa de scrip dividend como fórmula de retribución al accionista. Este recurso le permite al tenedor de valores decidir si prefiere recibir parte o la totalidad de su retribución en efectivo o en acciones liberadas de la compañía.
En ese sentido, la Junta General de Accionistas dio luz verde a dos ampliaciones de capital liberadas necesarias para continuar con el Programa “Repsol Dividendo Flexible”.
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