Bastaron un par de días para que el Kremlin reaccionara ante la reconquista de Ucrania de algunos de sus territorios ocupados por las tropas rusas. Al decreto de “movilización parcial” de Vladimir Putin – para reforzar su ejército ante los reveses sufridos- se ha desatado una desestabilización social. Ciudadanos huyendo del país, caos en las aerolíneas y trenes y protestas en las calles. La represión extrema y más de 1.300 detenidos por denunciar la movilización.
El grupo independiente de monitoreo de protestas OVD-Info dijo que, según la información que recopiló de 38 ciudades rusas, más de 1.311 personas habían sido detenidas. Horas después de que Putin ordenara el primer reclutamiento militar de Rusia desde la Segunda Guerra Mundial ante el avance de la contraofensiva ucraniana.
Putin también respaldó un plan para anexar partes de Ucrania, advirtiendo a Occidente que no estaba mintiendo cuando dijo que estaría listo para usar armas nucleares para defender a Rusia.
La agrupación de derechos humanos indicó que esas cifras incluían, al menos unos 502 en Moscú y 524 en San Petersburgo, la segunda ciudad más poblada de Rusia. Y el resto en ciudades cercanas.
Para escapar de la carnicería de la guerra, cientos de rusos se dirigieron rápidamente a las fronteras después de que fuese ordenada una movilización parcial.
Los precios de los boletos aéreos desde Moscú se dispararon por encima de los 5.000 dólares para los lugares extranjeros más cercanos. Y la mayoría de esos tickets se agotaron por completo para los vuelos de los próximos días. Hubo largas colas en los cruces fronterizos con Georgia. Mientras, el movimiento de oposición Vesna convocó más protestas: “Miles de hombres rusos, nuestros padres, hermanos y esposos, serán arrojados a la picadora de carne de la guerra. ¿Por qué morirán? ¿Por qué llorarán las madres y los hijos?”.
Putin agita a Rusia con el anuncio del “reclutamiento”
Las cosas no le están saliendo bien a Putin. Un nutrido grupo de políticos pide su dimisión. Además del revés en el campo de batalla frente al ejército ucraniano, una grabación de un soldado ruso advirtiendo que estaban perdiendo, exasperó los ánimos en el Kremlin. De allí el urgido reclutamiento y la feroz represión.
Un soldado ruso aseguró a su padre en una llamada telefónica interceptada por la inteligencia ucraniana que sus compañeros de tropas “no tienen adónde huir”. Mientras Ucrania continúa con su contraofensiva acelerada. “Todo está mal, papá”, le dijo el soldado a su padre cuando le preguntaron cómo iban las cosas, según una traducción realizada por el medio estadounidense Daily Beast. “Estamos perdiendo, definitivamente, además de eso”, reseñó ABC.
Entretanto, las calles de las principales ciudades del país se llenan de manifestantes. “Todo el mundo está asustado. Estoy por la paz y no quiero tener que disparar. Pero salir ahora es muy peligroso, de lo contrario habría mucha más gente”, dijo el manifestante Vasily Fedorov a The Guardian. Un estudiante que lleva un símbolo pacifista en el pecho.
“Salí al mitin planeando participar, pero parece que ya arrestaron a todos. Este régimen se ha condenado a sí mismo y está destruyendo su juventud”, señaló Alexei. Un residente ruso de 60 años de edad que se negó a dar su apellido.
En Ekaterimburgo, la cuarta ciudad más grande de Rusia, la policía subió a autobuses a algunos manifestantes que fueron detenidos. Una mujer en silla de ruedas gritó, refiriéndose al presidente ruso: “Maldito ‘chiflado’ calvo. Nos va a tirar una bomba y todos lo seguimos protegiendo. He dicho suficiente”, citó el diario británico.
Jugando a las armas nucleares
Vladimir Putin explicó ante las cámaras de televisión que “serán llamados a las filas del Ejército solo aquellos ciudadanos que actualmente se encuentren en la reserva. Y sobre todo aquellos que hayan servido en las Fuerzas Armadas, tengan ciertas especialidades militares y experiencia relevante”. Los movilizados “tendrán un entrenamiento militar adicional”.
Al mismo tiempo, manifestó que “el régimen represivo en toda Ucrania se ha intensificado de la manera más severa. La política de intimidación, terror y violencia está adquiriendo formas cada vez más terribles y bárbaras. No tenemos derecho moral a entregar a personas cercanas para que el verdugo las haga pedazos, no podemos sino responder a su deseo de determinar su propio futuro”.
Advirtió que “cuando la integridad territorial está amenazada, Rusia utiliza todos los métodos a su alcance, incluidas las armas nucleares. No es un farol”. “Han lanzado el chantaje nuclear. Estamos hablando no solo del bombardeo de la planta de energía atómica de Zaporiyia, que amenaza con una catástrofe nuclear. También de las declaraciones de algunos representantes de alto rango de los principales estados de la OTAN sobre la posibilidad y admisibilidad de usar armas de destrucción masiva contra Rusia, armas nucleares”, señaló.
“A aquellos que se permiten tales declaraciones, quiero recordarles que nuestro país también tiene diversos medios de destrucción. Y componentes individuales, más modernos que los de los países de la OTAN”, insistió.