Luego de dos años y medio de trabajo, la Comisión Independiente sobre Abuso Sexual en la Iglesia Católica reporta 216.000 víctimas de agresión sexual por miembros del clero en Francia. Esta cifra escandalosa y repulsiva la recoge el informe del CIES sobre los abusos cometidos contra menores y personas vulnerables entre 1950 y 2020.
Jean-Marc Sauvé, presidente de la comisión, indicó que el documento es la resultante de una convocatoria de testimonios realizada desde junio de 2019 a través de una plataforma de escuchas telefónicas. Dijo que la investigación encontró que entre 2.900 y 3.200 sacerdotes y otros miembros de la Iglesia han abusado sexualmente de niños en estos 70 años. Agregó que la cifra de víctimas ascendería a 330.000 si se tiene en cuenta a los laicos que trabajaron en las instituciones religiosas (personal escolar, catequistas, supervisores de movimientos juveniles, entre otros).
Los escándalos de pederastia también han impactado las Iglesias de Estados Unidos y Australia, pero en Francia las cifras son más alarmantes y desconcertantes. La Conferencia de Obispos de Francia y la Conferencia de Religiosos de Francia dijeron al recibir el informe que “ante tantas vidas rotas, a menudo destruidas se sentían avergonzados e indignados”.
El documento muestra una realidad espantosa que no podríamos imaginar en cuanto al número de víctimas, el porcentaje de sacerdotes y religiosos autores de estos delitos. «Hubo fallas que permitieron que algunos lograran prevalecer por décadas y que tan pocos sean procesados”, señaló la cúpula de la Iglesia francesa.
Jean-Marc Sauvé reveló en la presentación que los abusos tuvieron un «carácter sistémico» y que la Iglesia francesa mantuvo una «cruel indiferencia» con las víctimas.
Enrostran abuso sexual a Iglesia de Francia
El presidente de la Comisión Independiente sobre Abuso Sexual en la Iglesia de Francia no se reservó palabras ni calificativos. «Debemos reconocer la responsabilidad de la Iglesia en lo que sucedió. Hubo faltas civiles y penales por los autores de estas agresiones. También de los dirigentes eclesiásticos que no lo denunciaron», lamentó el expositor.
Añadió que la Iglesia no supo ver, escuchar y darse cuenta de los pequeños indicios, aunque tuvo conocimiento del 4% de estas agresiones. La CIASE estima que e los 115.000 sacerdotes o religiosos censados desde 1950 en Francia, hubo «entre 2.900 y 3.200 pederastas. Es decir, cerca del 3% de los religiosos estuvieron implicados, mientras que el 80% de las víctimas fueron chicos.
Monseñor Éric de Moulins-Beaufort, presidente del Episcopado francés, y sor Véronique Margron, presidenta de los Religiosos de Francia, se mostraron perturbados ante el informe. “Nuestro pensamiento y nuestro inmenso dolor van sobre todo a las víctimas. Los que han podido hablar, los que todavía no han podido o nunca podrán hacerlo, y los que están muertos. Nada puede justificar que no fueran escuchados, creídos, apoyados o que la mayoría de los culpables no fueran señalados y juzgados”, apostillaron.
Desde el Vaticano, el papa Francisco expresó su «dolor por las más de 200.000 víctimas francesas”. Dijo que estas conductas hacen del clero un «instrumento de Satán». En 2020, se publicó un manual para gestionar denuncias en la Iglesia Católica. Y en junio de este año la Santa Sede anunció el endurecimiento de la ley contra los individuos que cometan delitos sexuales en el seno de la Iglesia Católica.
El nuevo texto, que entrará en vigor en diciembre, pretende atajar la impunidad y el secretismo eclesiástico que históricamente han encubierto a los agresores.
El clero pide perdón por el informe “trágico”
La CIASE inició en febrero de 2019 sus trabajos sobre el abuso sexual en la Iglesia de Francia, a pedido de la Conferencia Episcopal y la Conferencia de Religiosos y Religiosas. La investigación se decidió luego de una serie de escándalos. Especialmente el caso del sacerdote Bernard Preynat, juzgado por haber silenciado esas agresiones a menores
A la fecha, los hechos han prescritos en su mayoría y sus autores fallecieron, por lo que es improbable un recurso a la justicia. El episcopado francés prometió para 2022 indemnizaciones financieras, algo que no suscita unanimidad entre las víctimas.
«Quiero que la Iglesia reconozca esa extrema violencia, que no pase página», dijo a la comisión Jean-Marie, de 82 años, víctima de estos abusos en su infancia.
Ante este paralizante informe, monseñor Moulins-Beaufort ofreció su lectura íntima sobre la pedofilia, en la Iglesia de Francia, desde una óptica muy íntima. “Se trata de un informe duro, severo. Hemos escuchado a las víctimas. Es algo sencillamente trágico, insoportable. Debo expresar mi vergüenza, mi horror, mi determinación a reaccionar con energía. De entrada, debo, debemos pedir perdón público a las víctimas”, manifestó.
¿Qué hacer ante estos aborrecidos hechos?
Los 22 expertos que integran la comisión evaluaron la respuesta de la Iglesia y formularon propuestas para reconocer el dolor de las víctimas y evitar otros casos. Propusieron reformar el sistema de gobierno de la Iglesia, que «suele ser un obstáculo» para hacer frente a estas agresiones. También pidieron reflexionar sobre el poder de los clérigos y su relación tan desigual con los menores.
Por lo pronto, la Iglesia francesa invitó a sus miembros a hablar sobre el informe. “Es nuestro deber moral mirar esta terrible realidad para poder afrontarla y trabajar por una Iglesia más digna de la humanidad y de Cristo”, expresa.