Por Andres Moreno
26/07/2018
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Relojes del verano 2018. Para ser una afición minoritaria y caprichosa, los relojes son capaces de desarrollar tres de los cinco sentidos. No está nada mal: solo uno menos que los mediáticos coches. Eso porque sería aventurar demasiado que un reloj “huele”. Lo hace, pero de un modo irrelevante. Ni qué decir que algún insensato ya habrá intentado comerse alguna vez un reloj. Nosotros no lo recomendamos.
Reloj a la vista
Es la vista el sentido que juega un papel más importante. Como un cuadro o una escultura, un buen reloj se disfruta contemplándolo. La experiencia comienza por descubrir sus formas equilibradas, la perfecta longitud y grosor de las agujas. Después pasamos a comprobar la calidad de los acabados y los colores.
Coger una lupa y poder ver con qué exactitud cómo están dibujados los números o el corte de los índices. Un deleite que se traslada también al otro lado de sus cajas. Es la oportunidad de disfrutar de cientos de pequeñísimas piezas con las que están fabricados los movimientos.
Es aquí donde comenzamos a entender por qué un buen reloj puede costar lo mismo que un coche: horas de trabajo de los artesanos para decorar las cabezas de unos tornillos no más grandes que la punta de un alfiler.
Reloj sobre la piel
Pero un reloj también está sobre nuestra piel. Pesa, tiene una maquinaria en su interior que se acaba sintiendo en la muñeca. Si es automático, hasta podremos percibir cómo el rotor de carga se desplaza con solo mover la mano. Pasamos delicadamente la yema del dedo sobre su superficie, no es igual cuando está pulida que cuando está satinada.
Tampoco es lo mismo si es oro, titanio o acero. Se adapta a nuestra temperatura corporal, mucho más agradable y natural cuando es cerámica. Haga la prueba y verá cuántas veces a lo largo del día acaricia como un instinto reflejo que nos relaja o da seguridad en un momento determinado.
Reloj que se escucha
Un reloj suena. Por supuesto, hablamos de las sonerías, fabulosos mecanismos capaces de reproducir con su pequeño mecanismo los tañidos de campanas con un timbre y volumen asombrosos para ser apreciados en un gran salón.
Y si no tenemos la ocasión de poder acceder a una repetición de minutos, el grado máximo de la Alta Relojería, basta con acercar la oreja a la caja de un reloj mecánico y descubrir ese “tic tac” repetido tres o cuatro veces por segundo. Nos recordará a los latidos de nuestro corazón.
Relojes verano 2018: sentir el tiempo
Como vemos, un reloj de puede disfrutar de muchas formas.
Oído
Patek Philippe World Time Minute Repeater
La repetición de minutos es una de las complicaciones a la que más cuidado dedican en Patek Philippe. El grado de perfección es alto. Únicamente salen de la manufactura solo después de que su presidente Thierry Stern comprueba la calidad de su sonido. La referencia 5531, lanzada este año, trae como novedad ser el primer modelo que combina la repetición de minutos con el indicador de horas mundiales.
Bulgari Octo Finissimo Minute Repeater Carbon
Varios factores convergen en este modelo para hacer de él una pieza única en el mercado. Uno es el ser la repetición de minutos más delgada del mercado. Y es que tiene una caja de apenas 6,85 milímetros de grosor. El segundo elemento es su fabricación en carbono. Este es un material cuya composición no parece la más adecuada para un reloj de sonería. Es prejuicio que Bulgari ha demostrado completamente infundado. Esto se evidencia con este modelo. Como curiosidad, las aperturas de la esfera sirven tanto de indicadores horarios como de canales de escape del sonido de la repetición.
Jaquet Droz Tropical Bird Repeater
La pequeña firma de La Chaux-de-Fonds debe su fama a los magníficos autómatas creados por su fundador en el siglo XVIII. Hoy, es reconocida por la belleza de sus referencias. También por crear delicadas piezas entre las cuales encontramos repetición de minutos como ésta, la cual reproduce una escena de ambiente tropical. Los animales de la esfera se mueven en el momento de sonar la repetición de minutos, equipada con unos timbres catedral (dan dos veces la vuelta al movimiento) que consiguen un sonido más profundo que los tradicionales.
Tacto
Montblanc 1858 Geosphere
No todos los viajes son por trabajo. Algunas personas tienen la fortuna de viajar por el mundo para descubrir, por ejemplo, las montañas más altas de cada continente. Este motivo ha sido el elegido por Montblanc para este reloj de trotamundos que, además de su atractivo estético, suma la experiencia táctil del contacto con el bronce, muy diferente al acero habitual, y su preciosa correa de piel de acabado natural.
Audemars Piguet Royal Oak Frosted Gold
El acabado frosted gold fue presentado a finales de 2016 por Audemars Piguet con tal éxito que este año se ha visto obligado a lanzarlo también en versión masculina. Ha sido creado en colaboración con la diseñadora de joyas Carolina Bucci, inspirada a su vez en una vieja técnica italiana de orfebrería. Se trata de picar toda la superficie de oro con una pequeña herramienta de punta hasta conseguir el acabado de la foto. Además de su brillo, el frosted gold destaca por su tan diferente como agradable tacto.
Rado True Thinline
El éxito de la cerámica en relojería debe mucho a su resistencia a los arañazos e inalterabilidad al paso del tiempo. También a su peculiar tacto, tan diferente al del acero. Es una sensación muy agradable, como reconocen los seguidores de este tipo de relojes. Rado quizás sea la marca más identificada con la cerámica en relojería. Entre sus novedades encontramos este True Thinline en acabado verde, con una esfera que decorada con el patrón de una hoja. Todo muy natural.
Vista
Omega Seamaster 1948 LE
Una esfera plateada que va delicadamente curvándose según llega al borde de la caja es uno de los muchos detalles que guarda esta reedición de Omega inspirada en los antiguos relojes que la firma suiza suministró para los pilotos de la Royal Aire Force en los años cuarenta. Es un perfecto ejemplo de las virtudes de la mejor relojería clásica, como vemos en sus equilibradas formas y perfecto diámetro para cualquier tipo de muñeca. Belleza por la que no pasa el tiempo.
Vacheron Constantin Métiers d’Art Les Aérostiers
Nadie que observe este reloj puede tener duda alguna de estar ante una verdadera obra de arte. Vacheron Constantin es una de las pocas casas suizas especializadas en realizar este tipo de piezas. En este caso, presenta artes aplicadas como el grabado. Tiene un globo aerostático realizado con oro. Además, combina a estas últimas con un esmalte translúcido similar al usado en las antiguas vidrieras góticas. Un placer visual que sigue manteniendo su condición de reloj. Lo demuestra la presencia de ventanas de horas, minutos, fecha y día de la semana.
Girard-Perregaux Neo Tourbillon With Three Bridges Skeleton
Una referencia que muestra los vínculos de la relojería con campos como la arquitectura o la ingeniería civil. Girard-Perregaux ha modernizado su antiguo mecanismo de tourbillon bajo tres puentes hasta convertirlo en una escultura contemporánea donde el vacío juega un papel tan importante como la propia materia. Los cristales abombados en ambas caras de la caja ofrecen un acceso total a sus secretos.
Ulysse Nardin Freak Vision
La mejor respuesta para todos los que piensan que la relojería es una afición conservadora y sin imaginación. El Freak aprovecha su mecanismo como indicador mismo de la hora al estar girando continuamente con una cadencia de 60 minutos por vuelta. Esta nueva versión actualiza la estética de una colección que ya lleva casi dos décadas en el mercado. Lo hace con una futurista puesta en escena que recuerda a un moderno yate o incluso una nave espacial.
Cartier Santos de Cartier Esqueleto
Los ideólogos de la Bauhaus decían que la forma del objeto debía adaptarse a su función, pero ahí estaba Cartier para rebatirles. Cada una de piezas responde a un puro deleite visual donde la maestría técnica de sus maestros relojeros se mide por su capacidad para hacer posible esa belleza. Lo vemos en esta reciente versión de su Santos y un mecanismo en el que reside gran parte de su atractivo. Todos los componentes del calibre van ensamblados sobre una base esqueletada que sirve además de indicador de horario en forma de números romanos.
IWC Gran Reloj de Aviador Calendario Anual
Para entender que un reloj está bien diseñado tiene que ser atractivo estéticamente y a la vez funcional. Lo vemos en esta versión realizada con motivo del 150 Aniversario de IWC. El calendario anual aparece en una triple ventana junto al índice de las 12 horas, el primer lugar donde fijamos la mirada cuando vemos el reloj. La armonía con la que están repartidos los elementos de la esfera y detalles como la enorme corona son otros aspectos que confirman la belleza de esta pieza.
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