Anticipándose diez años a las metas globales de descarbonización del parque automotor, el Reino Unido prohibirá la venta de nuevos automóviles y furgonetas con motores diésel y gasolina a partir de 2030, y acelerará los coches eléctricos. Ese país no se esperó hasta el 2040, para frenar la compra y circulación de estos vehículos. El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció que los autos híbridos capaces de recorrer «distancias significativas sin emitir dióxido de carbono» continuarán a la venta hasta 2035. Mientras tanto, invertirá 1.300 millones de libras (1.450 millones de euros) en acelerar la expansión de puntos de recarga eléctricos.
Esta decisión había sido asomada el año pasado por el Reino Unido, Francia, Holanda, Dinamarca Irlanda e incluso España. Como parte de un plan global que busca reducir las emisiones de CO2 en un 70% para 2030 desde los niveles de 1990.
Pero son pocos los países que se han plantado en firme ante estas medidas de movilidad que esperan redundar en beneficios climáticos. En el caso del Reino Unido, esta determinación forma parte del plan medioambiental estratégico, que prevé movilizar 13.390 millones de euros en la próxima década en inversiones públicas.
«Nuestra revolución industrial verde recibirá la energía de las turbinas de viento en Escocia. Y el noreste de Inglaterra estará impulsada por vehículos eléctricos fabricados en las Midlands y por las últimas tecnologías desarrolladas en Gales», dijo Johnson.
Asimismo, el gobierno estima otorgar 650 millones de euros en subvenciones para rebajar el precio y estimular la venta de vehículos de cero o “ultrabajas” emisiones.
Pisando el acelerador a los coches eléctricos
Si bien el Reino Unido resalta su compromiso con el medio ambiente, Noruega lo aventaja porque pondrá fin a la venta de coches diésel y gasolina a partir de 2025. No contentos con ese desafío tan ambicioso, ese país lleva años trabajando en estimular la circulación de este tipo de transportes y hoy es considerado el paraíso de los coches eléctricos.
En julio de este año alcanzó el 68,4% del total de matriculaciones, cuota sin precedentes en mercado alguno del mundo. Para tener una idea, los 10 países europeos que más coches eléctricos venden, apenas promedian un 7,34% del total de las ventas.
En España, la Ley de Cambio Climático contempla la prohibición de la matriculación de vehículos diésel, gasolina, de gas e híbridos desde 2040 y su circulación desde 2050. Para entenoces se espera que el país alcance la neutralidad climática en carbono.
El propósito del texto es introducir un paquete de medidas que expulsen progresivamente el uso de los coches contaminantes del mercado. Además se espera que su demanda se agote y no se matricule ninguno para esas fechas. La idea es que, en 2050, no haya ningún vehículo en circulación en España que emplee gasolina o diésel.
En materia de movilidad sin emisiones, se establece que se adoptarán medidas para alcanzar en 2050 un parque de turismos y vehículos comerciales ligeros sin emisiones directas de CO2. El sector del transporte por carretera supone el 25 % de las emisiones de gases de efecto invernadero del país. Una de las principales barreras para su descarbonización el desarrollo insuficiente de las infraestructuras de recarga eléctrica. A la par, se cuenta con una red de 11.400 estaciones de servicio distribuidas estratégicamente por todo el territorio.
Vistazo al entorno europeo
Al igual que en España, la ley de Movilidades de Francia fija la prohibición de vender vehículos de combustión interna (diésel y gasolina) para 2040.
La medida se enmarca dentro del objetivo del Ejecutivo de lograr una reducción intermedia de las emisiones de CO2 del 37,5% para 2030.
Al mismo tiempo, esa legislación persigue ofrecer una alternativa al uso del coche particular, utilizado por siete de cada diez franceses para ir al trabajo. Francia dispondrá de un fondo de 350 millones de euros para triplicar el uso de la bicicleta y crear aparcamientos seguros y un bono de movilidad sostenible.
En línea con estas propuestas, el gobierno de Ángela Merkel aumentó las ayudas para la compra de coches eléctricos. Alemania duplicará sus aportes para los eléctricos, pasando de 3.000 a 6.000 euros. La contribución del fabricante se mantiene en 3.000 euros, por lo que la ayuda para la compra de un coche eléctrico asciende en total a 9.000 euros hasta el 31 de diciembre de 2021.
Italia no se queda atrás en los incentivos para adquirir coches eléctricos. Las ayudas se incrementaron en forma importante con unas reformas fiscales que incluyen una subvención de hasta 10.000 euros para los que compren un vehículo con unas emisiones de entre 0 y 20 gramos de CO2 por km. Esto representa un alza de más del 60% respecto a las ayudas dispuestas hasta el momento.
Medidas parecidas también han sido ampliamente discutidas en India y en los Países Bajos, donde aún están siendo sopesadas por las autoridades.
Estados Unidos en la mira
Estados Unidos es uno de los países más contaminantes del mundo. California, el estado más poblado y el que más vende automóviles, planea prohibir la venta de vehículos nuevos con motor de combustión a partir de 2035.
Con el objetivo de convertirse en un estado ecológico, las autoridades de California pretenden que no solo los automóviles de pasajeros sean eléctricos, sino también que todas las operaciones de vehículos de servicio pesado sean de emisión cero a partir de 2045.
Sin duda esta medida es considerada por el gobernador Gavin Newsom, como la más drástica que ha tomado un estado de los EE UU.
Entretanto, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China prohibió la formación de nuevas empresas automotrices que solo fabriquen vehículos de combustibles fósiles. Si no fabrican coches eléctricos, no pueden entrar al mercado chino.
Poco a poco los coches eléctricos van a copar las avenidas y autopistas del planeta, conforme a las metas de preservación del clima.
Lee también: