La convulsionada sociedad iraní no deja de mostrar sus insatisfacciones, atropellos y los agentes de perturbación. Desde septiembre pasado y tras cinco meses de protestas, represión, encarcelamientos y sentencias de muerte, las mujeres en Irán, especialmente las niñas que asisten a las escuelas están siendo atacadas con sustancias tóxicas.
Se han registrado cientos de casos de dificultad respiratoria en los últimos tres meses entre escolares iraníes. Se cree que son gases nocivos que llegan a sus aulas. Al inhalarlo algunas terminan debilitadas en camas de hospital, informó la agencia de noticias Tasnim.
Cuando parecía que las mujeres iraníes habían ganado espacios en la sociedad y, al menos, el control de su vestimenta. Al atreverse a salir sin velos en lugares públicos, calles, cafés, bancos e incluso aeropuertos surgen nuevos altercados. Los hechos son confusos e intimidantes.
Los funcionarios de la teocracia de Irán inicialmente descartaron estos incidentes. Pero ahora los describen como ataques intencionales que involucran a unas 30 escuelas identificadas en los informes de los medios locales, recoge Associated Press. Algunos especulan que podrían tener como objetivo tratar de cerrar las escuelas para niñas en este país de más de 80 millones de habitantes.
Los ataques denunciados se producen en un momento delicado para Irán, que ya se ha enfrentado a meses de protestas, luego de la muerte de Mahsa Amini en manos de la policía moral del país.
Las autoridades no han nombrado a los sospechosos, pero los ataques han generado temores de que otras niñas puedan ser envenenadas aparentemente solo por buscar una educación. Algo que no se había cuestionado en más de 40 años desde la Revolución Islámica de 1979. Inclusive, Irán ha pedido a los talibanes en el vecino Afganistán que las niñas y mujeres regresen a la escuela.
Atacan a niñas en Irán
Durante cinco meses, miles de iraníes salieron a las calles para protestar contra el régimen islámico. Si bien las protestas han disminuido en las últimas semanas, las mujeres en Irán consideran que el movimiento ha provocado cambios irreversibles en esa sociedad. France 24 Observers reseñó que estos cambios no se deben a una reducción de la presión del régimen, sino a un valor renovado en las mujeres iraníes y al apoyo de la sociedad. Sin embargo aparece una nueva amenaza.
Los primeros casos de estos particulares ataques ocurrieron a fines de noviembre en Qom, a unos 125 kilómetros al suroeste de la capital de Irán, Teherán. Allí, en un corazón de teólogos y peregrinos chiítas, los estudiantes del Conservatorio Noor Yazdanshahr enfermaron en noviembre. Luego volvieron a enfermarse en diciembre.
Siguieron otros casos, con niñas que se quejaban de dolores de cabeza, palpitaciones del corazón, se sentían letárgicos o incapaces de moverse en los colegios de Irán. Algunos describieron olor a mandarina, cloro o agentes de limpieza.
“Hoy al mediodía (el martes) varios estudiantes fueron envenenados en la escuela de niñas Khayyam en la ciudad de Pardis, provincia de Teherán”, precisó Tasnim. La agencia dijo que 35 estudiantes habían sido trasladados al hospital hasta el momento, lo que se suma a los cientos de casos de envenenamiento desde noviembre en al menos otras dos ciudades.
Al principio, las autoridades no vincularon los casos. Es invierno en Irán, donde las temperaturas suelen descender por debajo del punto de congelación por la noche. Muchas escuelas se calientan con gas natural, lo que lleva a especular que podría ser una intoxicación por monóxido de carbono que afecta a las niñas. El ministro de Educación del país, al principio, desestimó los informes como «rumores».
Detrás de los envenenamientos, ¿actos deliberados?
Pero las escuelas afectadas al principio solo enseñaban a mujeres jóvenes, alimentando la sospecha de que no fue accidental. Lentamente, los funcionarios comenzaron a tomar en serio los reclamos de presuntos envenenamientos a niñas de Irán en sus escuelas.
El fiscal general ordenó una investigación y dijo que “existen posibilidades de actos delictivos deliberados”.
La agencia de noticias estatal IRNA de Irán presentó varias historias con funcionarios que reconocían el alcance de la crisis.
“Después de varios envenenamientos de estudiantes en las escuelas de Qom, se descubrió que algunas personas querían que se cerraran todas las escuelas, especialmente las de niñas”, dijo la agencia citando a Younes Panahi, viceministro de salud. Entretanto, un portavoz de ese despacho, Pedram Pakaieen, dijo que el envenenamiento no provino de un virus o un microbio. Ninguno de los dos dio más detalles.
Ali Reza Monadi, del parlamento nacional que forma parte de su comité de educación, describió los envenenamientos como “intencionales”. Comentó la “existencia de la voluntad del diablo de impedir que las niñas reciban educación. Es un grave peligro y se considera una mala noticia. Tenemos que tratar de encontrar las raíces” de esto.
Los padres ya han sacado a sus alumnos de las clases. Y se han cerrado algunas escuelas en Qom en las últimas semanas, según un informe de Shargh, un sitio web de noticias reformistas con sede en Teherán.
Los envenenamientos se producen cuando sigue siendo difícil obtener información verificable de Irán dada la represión de toda disidencia derivada de las protestas. Y las ralentizaciones de Internet implementadas por el gobierno. La represión de las fuerzas de seguridad ha matado al menos a 530 personas y detenido a otras 19.700, según Human Rights Activists in Iran.
Grupos de “oposición subversiva”
Los ataques a mujeres han ocurrido en el pasado en Irán, más recientemente con una ola de ataques con ácido en 2014 alrededor de Isfahan, en ese momento se cree que fueron llevados a cabo por intransigentes que atacaron a las mujeres por su forma de vestir. Pero incluso en el caos que rodeó a la Revolución Islámica, nadie apuntó a las niñas por asistir a clases en las escuelas de Irán.
Jamileh Kadivar, una exlegisladora reformista y periodista, escribió en el periódico Ettelaat de Teherán que hasta 400 estudiantes se enfermaron por los envenenamientos. Advirtió que los grupos de “oposición subversiva” podrían estar detrás de los ataques. Sin embargo, también planteó la posibilidad de «extremistas domésticos» que «apunten a reemplazar la República Islámica con un califato o un emirato islámico de tipo talibán».
Citó un supuesto comunicado de un grupo que se hacía llamar Fidayeen Velayat que supuestamente decía que “el estudio de las niñas se considera haram”. Y amenazaba con “propagar el envenenamiento de las niñas por todo Irán” si las escuelas de niñas permanecían abiertas.
Los funcionarios iraníes no han reconocido a ningún grupo llamado Fidayeen Velayat, que se traduce aproximadamente al inglés como «Devotos de la tutela». Sin embargo, la mención impresa de Kadivar sobre la amenaza se produce cuando sigue siendo influyente en la política iraní y tiene vínculos con su clase dominante teocrática. El jefe del periódico Ettelaat también es designado por el líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei.