La continua búsqueda de algún tratamiento efectivo para pacientes con la COVID-19 ha resultado en un novedoso hallazgo que podría salvar miles de vidas. Se trata de una combinación de anticuerpos llamada casirivimab e imdevimab, producida por la farmacéutica Regeneron que se adhiere al virus para evitar que continúe infectando y duplicándose.
Los investigadores del ensayo Recovery del Reino Unido anunciaron que el tratamiento no redujo la mortalidad a todos los pacientes del estudio. Sin embargo, sí redujo las muertes en una quinta parte de los pacientes hospitalizados por COVID-19 grave. Los anticuerpos de Regeneron, que se unen al dominio de unión al receptor de la proteína de pico se inyectan en forma de infusión y evitan que el virus ingrese a las células.
Pero el tratamiento es costoso y no está ampliamente disponible, por lo que identificar rápidamente a los pacientes que se benefician de ellos puede ser un desafío. “Es realmente el primer medicamento directo para el SARS-CoV-2”, dice Eric Topol, director del Instituto de Investigación Traslacional Scripps.
El primer medicamento eclusivo para SARS-CoV-2
Los investigadores han desarrollado varios anticuerpos monoclonales contra el SARS-CoV-2, con resultados mixtos. Algunos, incluido el de Regeneron, han mostrado algunos efectos positivos sobre la progresión de la enfermedad en pacientes ambulatorios, pero ninguno demostró salvar la vida de pacientes gravemente enfermos en el hospital.
El ensayo de recuperación comenzó a evaluar el cóctel de Regeneron a mediados de septiembre de 2020. Asignaron al azar a 9785 pacientes para recibir la atención habitual en el Reino Unido o la atención habitual más una infusión única de los dos anticuerpos, un procedimiento que dura aproximadamente 1 hora. Aproximadamente un tercio de los pacientes eran seronegativos cuando ingresaron al ensayo, lo que significa que no produjeron anticuerpos por sí mismos. Eso incluye a personas con problemas de salud subyacentes que debilitan su sistema inmunológico, pero también a personas que, por razones poco claras, no pueden producir anticuerpos desde el principio.
De todo el grupo, el 30% de los pacientes que recibieron atención estándar murieron, frente al 24% de los que recibieron el cóctel de anticuerpos. Eso se traduce en seis vidas salvadas por cada 100 de esos pacientes tratados con el fármaco.
Cóctel de Regeneron ya había sido administrado al expresidente Trump
En octubre de 2020 el cóctel Regeneron recibió mucha atención cuando el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, lo recibió durante su lucha contra la COVID-19. Aunque no está claro si el sistema inmunológico de Trump produjo anticuerpos, los nuevos resultados sugieren que el tratamiento pudo haber ayudado a salvar su vida.
Para Topol era todo un riesgo, pero el, en ese entonces, presidente quiso asumirlo. «Quién sabe qué podría haber pasado a su edad, con su obesidad mórbida y todos los demás factores de riesgo que tenía», señala.
La Administración de Drogas y Alimentos de EE UU (FDA) otorgó una autorización de uso de emergencia en noviembre de 2020, por lo que el Gobierno de los Estados Unidos compró 1,5 millones de dosis. Sin embargo, la terapia de Regeneron no se ha utilizado ampliamente en los Estados Unidos, dice Topol. «Esto es simplemente sentarse en los estantes, pero creo que ahora la prueba de recuperación despertará a la gente sobre los beneficios».
El próximo paso será que los médicos deben determinar qué pacientes no producen anticuerpos. Mientras tanto, los investigadores aseguran que cada tratamiento puede costar entre 1000 y 2000 euros. Eso podría poner la terapia y muchas otras similares en proceso fuera del alcance de la mayoría de las personas que viven en países en desarrollo, que también tienen muchas menos dosis de vacuna COVID-19 que los países ricos.
El equipo encargado del ensayo insiste que realmente debería haber una iniciativa para hacer que estos medicamentos sean accesibles. Pero esto requiere dos cosas: deben estar disponibles, es decir, hay que aumentar la producción, y deben ser asequibles, «lo que significa que tenemos que reducir los precios», concluye el co-investigador de recuperación Peter Horby.
Una pastilla para tratar la COVID-19
El Gobierno de los Estados Unidos apoya un nuevo programa de 3,2 mil millones de dólares para el desarrollo de píldoras antivirales. Estas serían eficaces en las primeras etapas del curso de la infección, lo que podría salvar muchas vidas en los próximos años. Estiman que comenzarán a llegar para fines de este año.
El nuevo programa, anunciado este jueves por el Departamento de Salud y Servicios Humanos, acelerará los ensayos clínicos de algunos fármacos candidatos prometedores contra la COVID-19. El Programa Antiviral para Pandemias también apoyará la investigación de medicamentos completamente nuevos, no solo para el coronavirus, sino también para virus que podrían causar futuras pandemias. Además de otros virus como la influenza, el VIH y la hepatitis C.
Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y un patrocinador clave del programa, dijo que esperaba con ansias el momento en que los pacientes con COVID-19 pudieran comprar pastillas antivirales en una farmacia tan pronto como dieran positivo.
Al comienzo de la pandemia, los investigadores comenzaron a probar antivirales existentes en personas hospitalizadas con COVID-19 grave. Pero muchos de esos ensayos no demostraron ningún beneficio de los antivirales. Los científicos aseguran que fue un error tratar a los pacientes ya graves, y ahora saben que el mejor momento para tratar el virus es en los primeros días de la enfermedad. En ese momento, el coronavirus se está replicando rápidamente y el sistema inmunológico aún no ha montado una defensa.
Estados Unidos supera los 600.000 fallecidos por COVID-19
Esta semana Estados Unidos alcanza la nefasta cifra de 600.244 muertos con prueba positiva de COVID-19, a pesar de la importante campaña de vacunación que ha reducido tanto el número de casos diarios como el de fallecidos. Las muertes por COVID-19 en Estados Unidos han pasado de una media de 3400 al día a mediados de enero a 340 en la actualidad.
EE UU es el país con más pacientes contagiados y fallecidos por la COVID-19 en el mundo. En cuanto a los contagios la cifra se eleva a 33.465.570. En esa misma lista le sigue la India, con 29.700.313 y Brasil 17.628.588. Mientras que el segundo país con más fallecidos es Brasil, con 493.693 y la India 381.903.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) arrojan cerca de 174 millones de pacientes que han recibido ya al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19 en Estados Unidos, lo que supone un 52% de la población. De ellas, 145 millones ya están completamente inoculadas. El presidente estadounidense, Joe Biden, se ha marcado como meta que el 4 de julio, fecha en la que se celebra el Día de la Independencia de su país, el 70% de los adultos hayan sido inoculados con al menos una dosis de las vacunas.
Los estragos de la COVID-19 en España
El ritmo de vacunación frente a la COVID-19 en España es «mejor» que el que hay en Estados Unidos y en el Reino Unido, según informó el secretario general de Salud Digital, Alfredo González. Hasta este martes, las comunidades autónomas han administrado un total de 33.632.590 dosis de las vacunas contra el coronavirus de Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen, 389.822 de ellas en las últimas 24 horas.
Esta cifra representa el 89,4% de las vacunas distribuidas, que ascienden a 37.600.188 unidades. Además, un total de 13.007.371 personas han recibido ya la pauta completa, 194.316 más que el día anterior. Esto supone el 27,4% de la población española. El objetivo del Gobierno español es terminar la semana con 15 millones de personas con pauta completa. Hasta ahora un total de 21.713.840 personas han recibido al menos una dosis, es decir, el 45,8% de los españoles.
2020 fue un año catastrófico para el sistema de salud español
El Instituto Nacional de Estadística aportó este martes unos datos catastróficos de la pandemia en España. En el primer año con la COVID-19 fallecieron 492.930 pacientes en el país, un 17,7% más que las muertes totales registradas el año anterior. Más de 75.305 defunciones más que 2019.
Las dos olas de la COVID-19 en España se ven con claridad en las estadísticas suministradas por el INE. En marzo fallecieron 58.124 personas (un 56,8% más que en 2019) y en abril 60.951 (un 78,2% más); mientras, en la segunda ola, en octubre y noviembre murieron 39.639 y 42.198, respectivamente (un 21% y un 21,6%). Lo que deja al mes de abril como el mes más catastrófico de la pandemia en España.
Otro informe realizado por la consultora de salud IQVIA revela que a lo largo de 2020 se dejaron de diagnosticar 14 millones de enfermedades en el país. Y es que la crisis sanitaria del coronavirus provocó un colapso sin precedentes en el sistema sanitario español que acabó perjudicando al resto de pacientes de otras patologías, que se quedaron sin posibilidades de ser atendidos durante los momentos más críticos.
El estudio ha determinado además que durante la expansión del coronavirus, los hospitales de todo el país se vieron obligados a suspender hasta 570.000 operaciones quirúrgicas programadas. El resultado ha sido una caída del 18% en el número de intervenciones con respecto al año 2019.
Lea también: