POR CAMBIO16
01/12/2017
La «reforma fiscal Trump» ha obtenido este sábado el visto bueno de la Camara Alta de EEUU
Se trata del proyecto de reforma del Partido Republicano, encabezado por un aumento del déficit presupuestario.
El texto fue aprobado con 51 votos a favor, todos de senadores republicanos, y 49 en contra.
Así Trump se acerca a su primer gran triunfo legislativo después del sonado fiasco de la fallida derogación del Obamacare.
Ahora, los líderes republicanos en el Senado deberán conciliar ahora el texto aprobado hoy con sus colegas de la Cámara Baja.
Éstos últimos que tienen su propia versión con algunas diferencias, antes de que Trump pueda promulgar su ansiada reforma fiscal.
La ley que salga del proceso de negociación deberá someterse de nuevo a votación en ambas cámaras.
Reforma Fiscal Trump: Sus claves
La ambiciosa «reforma fiscal Trump» implica un aumento del déficit presupuestario de 1,5 billones de dólares en la próxima década.
A juicio del mandatario, ésto es fundamental para revitalizar la actividad económica en Estados Unidos.
Asimismo, permitirá -dice- acelerar el crecimiento anual del país por encima del 3 %.
El eje central de la propuesta republicana es una reducción impositiva a las empresas del 35 % al 20 %.
Asimismo, también plantea simplificar los tramos de impuestos de la renta individual.
Aunque el proyecto prevé recortes de impuestos para familias e individuos, el Comité Conjunto de Impuestos del Congreso aseguró en su última estimación que tan solo el 44 % de los estadounidenses verán una reducción anual de más de 500 dólares.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, aseguró que la reforma ahorrará 1.182 dólares anuales a las familias promedio.
Con la aprobación de la reforma fiscal, los republicanos colaron una enmienda que elimina la obligatoriedad de adquirir un seguro médico.
Ésto, en su afán de desmantelar la ley sanitaria Obamacare, que no se pusieron de acuerdo para derogar meses atrás.
Finalmente, con la reforma fiscal casi bajo el brazo, los republicanos afrontan más confiados las elecciones legislativas de 2018 que supondrán un plebiscito a la gestión de Trump.