Motor Verde de Fundación Repsol y Grupo Sylvestris aspira a convertirse en la mayor iniciativa de triple impacto contra el cambio climático en España. Un proyecto basado en la colaboración público-privada, cuyo objetivo es la reforestación a gran escala para impulsar la compensación de emisiones de CO2 y crear al mismo tiempo empleo local e inclusivo, dinamizando la economía mediante el desarrollo sostenible. Motor Verde pretende además posicionar a España como un sumidero de carbono de calidad, competitivo y pionero en Europa.
El objetivo global es reforestar hasta 70.000 hectáreas en España para impulsar la compensación de 16 millones de toneladas de CO2. Este proyecto creará más de 15.000 oportunidades de empleo local e inclusivo en el entorno rural y se convierte en una ambiciosa apuesta por la economía social, verde y sostenible.
Los bosques son una solución climática natural y a través de las reforestaciones España puede ser un sumidero de carbono competitivo y de referencia en Europa, impulsando el mercado voluntario de compensación de emisiones de CO2, en línea con el compromiso creciente de las empresas e instituciones para ser neutras en carbono.
Motor Verde es una iniciativa de Fundación Repsol y Grupo Sylvestris, que apoya la creación de bosques, reforestando las tierras quemadas o baldías en España para impulsar la compensación de emisiones de CO2.
El proyecto Motor Verde está alineado con las directrices y recomendaciuones del Pacto Verde Europeo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, así como con los fondos europeos Next Generation EU. Además de su impacto medioambiental, contribuyendo a la acción contra el cambio climático, Motor Verde tiene un impacto positivo en la sociedad y la economía.
Se trata de un proyecto diferencial, que persigue generar un triple impacto positivo: medioambiental, restaurando espacios naturales y contribuyendo a la acción contra el cambio climático; social, creando empleo local e inclusivo, y económico, apostando por una inversión verde de futuro que dinamice el tejido empresarial en el ámbito rural.
Desde el ámbito social, genera empleo, especialmente entre colectivos vulnerables, en las zonas de la España vaciada, donde se llevan a cabo las reforestaciones, y actúa contra la despoblación. Además, el proyecto pondrá en marcha programas de formación y fomento de la innovación y el desarrollo tecnológico en el sector forestal.
En cuanto a su impacto económico, las reforestaciones suponen una inversión sostenible, con alta proyección de futuro, que generan riqueza a partir de los recursos naturales, fortalecen el tejido empresarial local y dinamizan la economía en el entorno rural.
Los trabajos de reforestación están dirigidos por Sylvestris, una empresa participada por Fundación Repsol, con más de 30 años de experiencia en el sector de las reforestaciones.
MOTOR VERDE: INVERSIÓN SOSTENIBLE CON FUTURO
Para Luis Casado, director de Repsol Impacto Social, se trata de “un proyecto que se abre a la colaboración de cualquier empresa que quiera compensar su huella de carbono y que le interese la reforestación por su política de sostenibilidad y por los impactos ambientales y sociales que genera”.
Motor Verde está alineado con las estrategias locales de impulso social, ambiental y económico de las comunidades autónomas con las que se está trabajando, y da respuesta al compromiso creciente de las empresas para ser neutras en carbono. Gracias a esta colaboración es posible maximizar los beneficios económicos, sociales y medioambientales de las reforestaciones en España.
“Las Administraciones públicas –explica Casado– son un actor relevante de esta iniciativa y participan como socios del proyecto: facilitan el acceso a la tierra, y pueden colaborar en el despliegue de programas sociales y tecnológicos, o cofinanciar actuaciones forestales de interés público vinculadas a los proyectos.
Extremadura es la primera comunidad autónoma en unirse a Motor Verde. El objetivo es reforestar 5.000 hectáreas de terrenos baldíos o afectados por incendios en diferentes municipios en los próximos tres años. La selección de tierras ha estado liderada por la Junta de Extremadura en colaboración con los diferentes ayuntamientos y expertos forestales.
Estos nuevos bosques absorberán de la atmosfera 1,3 millones de toneladas de CO2, permitiendo a las empresas e instituciones que se unan compensar sus emisiones. A este proyecto ya se han sumado también Banco Santander, Fundación Tierra Pura, Ilunion y Enagás.
Los trabajos comenzarán este otoño, conservando y mejorando la biodiversidad y garantizando su resiliencia a largo plazo. Para las plantaciones se contratará a más de 1.000 trabajadores del entorno, un 70% pertenecientes a colectivos vulnerables, contribuyendo a fijar población en la región.
Recientemente se ha firmado también un acuerdo con el Gobierno de Asturias para impulsar Motor Verde en la región. El objetivo es actuar sobre 3.500 hectáreas, recuperando el bosque autóctono con una capacidad de absorción de 1,1 millones de toneladas de C02. Con este proyecto se aspira a crear cerca de 700 oportunidades de empleo en el entorno.
Además, Fundación Repsol ha firmado un acuerdo estratégico con KPMG para hacer crecer el volumen y la competitividad del mercado voluntario de compensación de emisiones, con el objetivo de posicionar a nuestro país como referente europeo.
Se estima que el mercado voluntario de emisiones de carbono podría multiplicarse por 15 en 2030 y por 100 en 2050, con lo que su valor podría alcanzar entre 5.000 y 30.000 millones de dólares, en función de los diferentes escenarios, según The Taskforce on Scaling Voluntary Carbon Markets.
METODOLOGÍA DIFERENCIAL DEL PROYECTO
La metodología diferencia Motor Verde de otras iniciativas de plantación masiva, convirtiendo a este proyecto en uno de los más fiables del sector. Una de las claves es que el trabajo sobre el terreno permite determinar con precisión la densidad del nuevo bosque y la variedad de especies, clave para su resiliencia en el futuro.
Para los proyectos forestales se utilizan las últimas tecnologías en análisis y preparación del terreno. Además, una vez realizada la reforestación, se llevan a cabo trabajos de mantenimiento durante los siguientes tres años, para afianzar la conservación de los ejemplares plantados.
“Vemos también una parte tecnológica –concluye Casado–, en el hecho de dar a estas plantaciones un enfoque digital que permita seguir el avance del crecimiento e ir confirmando la captación de CO2 del bosque que se ha plantado”.
Los nuevos bosques se diseñan de acuerdo con los estándares de la Oficina Española de Cambio Climático, el organismo oficial de certificación para proyectos de compensación en España, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Además, la fórmula de trabajo de Motor Verde, a diferencia de otras, apuesta por la creación de empleo estable e inclusivo y el fomento del desarrollo rural, con una metodología sostenible en el tiempo, generadora de riqueza para el entorno.