Después de años de contención desde la caída de los precios del crudo en 2014, las compañías de servicios petroleros luchan ahora con los productores para obtener su parte de la recuperación del sector.
Los proveedores de la industria petrolera dicen que han reducido costes y precios al máximo y que el reciente repunte del crudo y la recuperación del sector justifica mejores recompensas para los servicios que ofrecen, desde las plataformas de extracción hasta la logística e ingeniería.
Sus propuestas se han encontrado con la obstinada resistencia de los productores. Pero cada vez hay más señales de que algo tiene que cambiar, incluidas las recientes huelgas en las plataformas del Mar del Norte.
«La reducción de costes que hemos aplicado en los últimos tres años no es sostenible», dijo Thierry Pilenko, presidente ejecutivo de TechnipFMC, uno de los mayores grupos de servicios petroleros del mundo.
Los costos, variables implacables
«Una plataforma que antes eran 600.000 dólares al día ahora tiene un precio de 150.000 dólares, que ni siquiera da rentabilidad», agregó, refiriéndose a las tarifas de alquiler de la plataforma. «La inflación en los costes volverá… La industria de la perforación que trabaja por debajo del punto de equilibrio no es sostenible».
El mercado petrolero es cíclico por naturaleza; si los precios del crudo caen, también lo hace la inversión y luego la producción, lo que a su vez impulsa los precios, y las compañías de servicios petroleros se suben a la montaña rusa aprovechando los momentos álgidos para aumentar sus precios y compensar así las recesiones.
El gasto mundial en exploración y producción se disparó en un 25 por ciento en 2005, cayó un 8 por ciento en 2009, aumentó un 12 por ciento dos años más tarde y luego se desplomó en más de una quinta parte en 2016, según datos de la consultora Rystad Energy.
Fiesta o hambruna, un vaivén típico en el mundo petrolero
En consecuencia, las tarifas medias de las instalaciones, que fueron de unos 200.000 dólares para una plataforma flotante en 2005, se duplicaron con creces en 2012 y luego cayeron a aproximadamente 160.000 dólares el año pasado, dijo Rystad.
«Todavía es un ciclo de fiesta o hambruna», dijo el CEO del grupo de servicios para yacimientos petrolíferos Baker Hughes, Lorenzo Simonelli, en una conferencia de la industria en la capital petrolera noruega de Stavanger.
Después de que los contratos de futuros de petróleo de referencia cayeran desde más de 110 dólares por barril en 2014 a menos de 30 dólares a principios de 2016, los productores de petróleo recortaron drásticamente los gastos y prometieron a los accionistas que la disciplina de costes está aquí para quedarse.
Han comenzado a surgir señales de un aumento en los tipos en Estados Unidos, pero los productores de petróleo son reacios a devolver el genio a la botella.
«Puede haber presión sobre los costes, pero nunca olvidaremos lo que hemos aprendido», dijo el presidente ejecutivo de Equinor, Eldar Saetre, en la conferencia de Stavanger.
De hecho, el anuncio de Equinor el martes de que planea perforar 3.000 pozos de producción y exploración frente a Noruega durante las próximas dos décadas fue una advertencia.
«No hay espacio para la inflación de costes en esos planes», dijo Arne Sigve Nylund, jefe de las operaciones de Equinor en Noruega.
«Tenemos que funcionar al mismo nivel que ahora… Yo les pido a los proveedores que trabajen con nosotros que ofrezcan los menores costes posibles».
Recuperación del sector: «Nadie gana a menos que todos ganen»
Con la recuperación del sector y el petróleo cotizando ahora a alrededor de 75 dólares por barril, las huelgas en varias de las plataformas marinas de Total en el Mar del Norte son ejemplos de los intentos de la industria por mantener altos niveles de eficiencia y costes bajos.
La forma en que se estructuran los contratos entre los productores y los servicios será clave para el nivel futuro de los costes.
«Ahora hay una gran dicotomía. Algunos de los contratistas esperan ver aumentos de precios. Casi dicen ‘ahora me toca a mí'», dijo Luis Araujo, CEO de la compañía de servicios petroleros Aker Solutions.
«No creo en eso. Creo que deberíamos trabajar juntos».
Araujo señaló que clientes como Aker BP, ofrecen contratos más parecidos a los «esquemas de incentivos» que a fórmulas para ajustar los márgenes.
«En el futuro, tal vez los proveedores reciban un pago por el rendimiento. Por lo tanto, en lugar de cobrar tarifas diarias, se pagará por la cantidad de metros que puedes perforar».
Saetre, de Equinor, lo expresó de manera más sucinta en la conferencia de Stavenger, con las palabras de la estrella de rock estadounidense Bruce Springsteen estampadas en una pantalla: «Nadie gana a menos que todos ganen».
Pero teniendo en cuenta las reservas que aún imperan entre los propios productores de petróleo, el mensaje aún no se ha filtrado.
«Tenemos que ser un poco cautelosos porque los chicos que hacen las presentaciones son los líderes. Pero luego está el siguiente nivel en la cadena, a los que se está instruyendo para que expriman a los proveedores y no colaboren», dijo Araujo.
Con información de Reuters
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