La dieta Mediterránea, caracterizada por un alto consumo de pescado, aceite de oliva como la fuente principal de grasa, frutas, verduras, cereales integrales y hábitos alimenticios saludables, sigue obteniendo halagos y reconocimientos en favor de la salud.
Un reciente estudio dirigido por la Universidad Autónoma de Madrid y Harvard T.H. Escuela Chan de Salud Pública señala que ese régimen aminora el riesgo de mortalidad por cualquier causa y por cáncer.
La investigación especifica que aquellas personas que siguen un estilo de vida mediterráneo -con el consumo de alimentos antes mencionados- limitan las sales y azúcares añadidos. Además, realizan un descanso adecuado, promueven la actividad física y sociabilizan, actúan bajo buenas indicaciones para mantener una salud óptima.
Si bien muchos estudios han establecido los beneficios para la salud de una dieta y estilo de vida mediterráneos, se ha realizado poca investigación sobre la dieta fuera de su región de origen.
«Este estudio sugiere que es posible que las poblaciones no mediterráneas adopten la dieta mediterránea utilizando productos disponibles localmente. Y adopten el estilo de vida mediterráneo en general dentro de sus propios contextos culturales», señaló Mercedes Sotos Prieto, investigadora Ramón y Cajal en la Universidad Autónoma de Madrid y profesora adjunta de salud ambiental en la Harvard Chan School.
“Estamos viendo la transferibilidad del estilo de vida y sus efectos positivos en la salud”, anticipó la autora principal del estudio publicado en Mayo Clinic Proceedings.
La dieta mediterránea y sus beneficios para la salud
Los investigadores analizaron los hábitos de 110.799 miembros de la cohorte del Biobanco del Reino Unido. Un estudio basado en la población en Inglaterra, Gales y Escocia utilizando el índice Mediterranean Lifestyle (MEDLIFE), que se deriva de un cuestionario de estilo de vida y evaluaciones de la dieta mediterránea y su incidencia en la salud.
Los participantes, que tenían entre 40 y 75 años, proporcionaron información sobre sus estilos de vida de acuerdo con las categorías que mide el índice. Estas categorías son :
1.- “Consumo de alimentos mediterráneos” (ingesta de alimentos incluidos en la dieta mediterránea, como frutas y cereales integrales).
2.- “Hábitos dietéticos mediterráneos” (cumplimiento de hábitos y prácticas en torno a las comidas, incluida la limitación de sal y el consumo de bebidas saludables).
3.- “Actividad física, descanso y hábitos sociales y de convivencia” (adherencia a hábitos de estilo de vida que incluyen siestas regulares, ejercicio y pasar tiempo con amigos).
Luego se calificó cada elemento dentro de las tres categorías. Y las puntuaciones totales más altas indicaron una mayor adherencia al estilo de vida mediterráneo.
Los investigadores siguieron nueve años después para examinar los resultados de salud de los participantes. Entre la población de estudio, 4.247 fallecieron por diversas causas; 2.401 de cáncer; y 731 por enfermedad cardiovascular.
Al analizar estos resultados junto con las puntuaciones de MEDLIFE, los investigadores observaron una asociación inversa entre la adherencia al estilo de vida mediterráneo y el riesgo de mortalidad.
Bienestar psicológico
Se encontró que los participantes con puntajes MEDLIFE más altos tenían un riesgo 29 % menor de mortalidad por todas las causas. Y un riesgo 28 % menor de mortalidad por cáncer en comparación con aquellos con puntajes MEDLIFE más bajos.
Mientras, la adherencia a cada categoría de MEDLIFE de forma independiente se asoció con un menor riesgo de mortalidad por cáncer y por todas las causas. La categoría «actividad física, descanso y hábitos sociales y convivencia» se asoció más con estos riesgos reducidos. Y, además, con un menor riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular.
Otro trabajo publicado en la revista Psychology and Health mostró que la adherencia a esta dieta mediterránea también tiene una relación positiva con la salud y el bienestar psicológico.
El estudio fue realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la UAM, en colaboración con el Parc Sanitari Sant Joan de Déu de Barcelona. Incluyó a 2.397 participantes que fueron entrevistados en todo el territorio español en el marco del estudio Edad con Salud.
Los resultados evidencian que aquellas personas con una mayor adherencia a la dieta mediterránea presentan una mayor satisfacción con la vida. Y experimentan menos emociones negativas.
“Para ello, aislamos el efecto de muchas variables que podrían ser responsables de estas relaciones, como la edad, el sexo, los factores socioeconómicos. El estado de salud, el nivel de actividad física, el consumo de tabaco. O incluso la presencia de depresión a lo largo de la vida”, indicó Darío Moreno-Agostino, psicólogo de la UAM y primer firmante del trabajo.
“Aun así, nuestros hallazgos no nos permiten afirmar que la adherencia a la dieta mediterránea sea la que cause efectos beneficiosos en el bienestar psicológico. Puede que haya otros factores implicados en esta relación, y futuros estudios podrán ahondar en ella”, apuntó.