Por Cambio16
04/01/2017
La carta a los Reyes Magos da las claves de los regalos que quieren los pequeños de la casa, pero es necesario seguir algunos consejos a la hora de adquirirlos para que los juguetes sean seguros. La Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) recomienda a los padres la observación del momento evolutivo e intereses de cada niño y niña a la hora de elegir los juguetes que mejor apoyen sus fantasías y juegos coincidiendo con la llegada de los Reyes Magos la noche del 5 de enero. La edad recomendada en la caja de cada juguete es una buena pauta indicativa para escoger los regalos adecuados.
A partir de las dudas planteadas por los familiares, la AMEI ha emitido una serie de recomendaciones teniendo en cuenta aspectos como presupuesto, aprendizaje, el tiempo que los adultos podrán dedicar a jugar con él, si el menor jugará o no con hermanos, si necesitará un adulto, etc.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el juguete es un instrumento para jugar. “Los niños convierten cualquier cosa en un juguete y se sienten atraídos por los regalos: los examinan, manipulan y fantasean con ellos, disfrutando de un rato divertido en el que el juguete se convierte en el apoyo de sus juegos, así como en una herramienta eficaz para estimular el aprendizaje y el desarrollo de aspectos como la comunicación y la creatividad”, señala Juan Sánchez Muliterno, presidente de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles.
Errores más comunes a la hora de elegir un juguete
Según la AMEI, entre los errores más comunes está el elegir juguetes demasiado complicados o delicados, pensando más en lo que a los padres les gustaría recibir o en acelerar la adquisición de habilidades y conocimientos, ya que según el tipo de juguete se estimula un tipo de desarrollo distinto:
- Sensorial: Los juguetes que contienen música, sonidos, colores vivos o texturas diferentes ayudan al niño a conocer el entorno a través de sus sentidos.
- Motor: Los juegos que requieren coordinación ojo-mano, precisión y motricidad fina o gruesa, con movimientos de salto, gateo o baile ejercitan las habilidades psicomotrices de los niños.
- Social: Los juegos colectivos, ya sea entre iguales o familiares, implican el desarrollo de estrategias de relación y comunicación, aceptación de normas, respeto de turnos y demás habilidades sociales.
- Conocimientos: Desde los de mesa hasta los de construcción, este tipo de juegos implica conocimientos que se ejercitan en cada turno o movimiento, como la atención, la memoria, la creatividad, el sentido musical, la lógica…
De esta manera, los padres pueden elegir juguetes en función de las habilidades que quieran estimular, pero siempre teniendo en cuenta el momento evolutivo de su hijo. A modo de orientación, la edad puede ser una referencia:
- De 0 a 3 años, la evolución del pequeño está marcada por sus habilidades sensoriales, desde seguir con la mirada objetos de color llamativo o tocar y degustar todo lo que puede hasta conquistar el equilibrio. Sin embargo, habrá que estar atento a sus cambios acelerados para no caer en el desfase entre el juguete y la capacidad del niño de divertirse con él.
- De 3 a 6 años, el niño se interesa por los juguetes que estimulan la destreza, la actividad, el espíritu creador… Todo juguete que favorezca el desarrollo físico, intelectual y social será apropiado.
El juguete no sustituye las relaciones
Según la Asociación Mundial de Educadores Infantiles, hay que recordar que los juguetes no son un sustituto de las relaciones entre padres e hijos, sino un medio o complemento para ellas. De hecho, teniendo en cuenta la importancia del juego en la vida del niño y la repercusión en su psicología, AMEI-WAECE quiere llamar la atención de los padres sobre el valor del tiempo que pasan jugando con sus hijos para su desarrollo global, ya que el juego entre padres e hijos:
- Es un sistema natural de aprendizaje de conceptos y actitudes.
- Refuerza y motiva los logros infantiles.
- Es una excelente manera de conocer las inquietudes de los hijos, ya que el juego es un vehículo de expresión de emociones y sentimientos para los niños.
- Es un motor del desarrollo en el que los padres toman el papel de representantes de la cultura y referentes de la determinación psicológica y social.
- Crea un modelo y una conciencia social que le ayudará a adaptarse al entorno.
El mejor juguete eres tú
Estudiando cuáles son los juguetes más adecuados para cada edad, la Asociación Mundial de Educadores Infantiles ha concluido que el juguete más preciado es siempre la persona que dedica todos sus cuidados a la criatura. “El tono de voz de la madre resulta hipnótico para los bebés; su sola aparición les hace dar palmas de alegría y recorren su rostro con los dedos mientras la observan de cerca… En definitiva, los niños suelen sentir fascinación por sus madres, que lo son todo para ellos, incluso su mejor juguete. La madre es el juguete universal”, concluye Muliterno.